La
Policía Nacional de Ceuta mantiene abierta la investigación en torno al suceso ocurrido en la tarde noche de este miércoles, cuando un individuo amenazó y quiso disparar a un joven en la barriada de
Los Rosales, a la altura de la vieja comisaría, en el conocido como callejón de la nena. Ese joven es el piloto de la motocicleta en la que viajaba de ‘paquete’ el adolescente Ibrahim, asesinado a la altura del puente del Quemadero el pasado Viernes Santo. Precisamente esta misma semana acudía al
Palacio de Justicia junto a otras personas para prestar declaración y
retractarse de declaraciones previas ofrecidas en el marco de las investigaciones seguidas por este crimen. En las nuevas manifestaciones se aludieron a supuestas coacciones o presiones del apodado como Tayena. La Policía no se queda en la lectura de lo evidente de las narraciones, manteniendo todas las vías abiertas e hipótesis sobre lo que hay detrás de este episodio que llevó al despliegue de cuantiosas unidades de la UIP y UPR tanto en la propia barriada escenario de los hechos como
en la del Príncipe.
Los agentes tratan de dar con el individuo que, a bordo de una motocicleta, llegó a amenazar al joven con el que se había topado a la altura de la barriada de Los Rosales en la zona de la antigua comisaría. Allí sacó una pistola para dispararle pero no llegaron a producirse detonaciones. No pudo llevar a cabo la acción ya que fue desestabilizado por otro vehículo de forma accidental, tal y como explicaron a El Faro de Ceuta testigos presenciales de los hechos. El joven que iba a ser víctima de estos hechos escapó del lugar y ahora tendrá que prestar manifestación sobre lo sucedido. En horas de la noche de este miércoles todavía no se había comunicado detención alguna pero la Policía estaba tras la interceptación de la moto empleada y el arma usada por quien quería cometer este atentado.
Toda la zona en donde se produjeron estos sucesos quedó blindada por la Policía Nacional cuyos efectivos trabajaban sobre el terreno para esclarecer lo sucedido, para dar con el implicado en estas graves amenazas que no se materializaron por pura casualidad. La Policía Nacional trabaja para aclarar todo, también las declaraciones y denuncias falsas que buscan enturbiar toda la labor investigadora que lleva arrastrando meses de indagaciones y de cotejo de datos. Los cruces de historias se están repitiendo en unos patrones modelo, ya que quienes son víctimas de sucesos luego terminan marcados como presuntos autores de otros. La complejidad de esta situación radica precisamente en eso. La Policía practica detenciones de personas que a su vez figuran como víctimas de otros casos. Desde el crimen del adolescente Ibrahim se han llevado a cabo arrestos y registros todos ellos enmarcados en la que ha sido denominada como Operación Plomo.