El Tío Ali, el excavador que simboliza el heroísmo en torno a las operaciones de rescate del pequeño Rayan, fallecido tras caer a un pozo en Marruecos, ha sido recibido en su pueblo, Erfoud, entre vítores y cánticos, como mostró en directo Chouf TV Live.
Sus paisanos han vivido con alegría el regreso de Ali Sahraoui a su ciudad natal, donde el conjunto de la población quiso darle la bienvenida y agradecerle personalmente los esfuerzos realizados para poder salvar a Rayan. A pesar del dramático desenlace de este suceso que conmocionó al mundo, el Tío Ali es un héroe nacional que arriesgó su propia vida junto a otros compañeros por recuperar al niño.
Para llegar hasta el fondo de aquel trágico pozo de 32 metros donde perdió la vida el niño de cinco años, Ali Sahraoui recorrió 700 kilómetros desde el sur de Marruecos, ya su pueblo se encuentra cerca de la frontera con Argelia. Todo por ayudar, aún arriesgando su propia vida.
No le importó arriesgar su propia vida
Al llegar se presentó como especialista en perforación y solicitó ser uno más dentro del equipo técnico que ya trabajaba para tratar de acceder hasta Rayan. De hecho, se integró a tal punto que fue quien brindó la idea de perforar un tunel en horizontal para llegar hasta el niño y su implicación en las labores de salvamento fue máxima al punto de que excavó con sus propias manos, y ayudado por otros tres jóvenes, los metros finales. Una tarea, esta última, que tardó varias horas como se pudo corroborar durante la larga espera que cientos de personas tuvieron en el mismo lugar de los hechos y millones a través de las pantallas de las televisiones o las redes sociales de medio mundo.
Es por esta gran labor que Ali está recibiendo ahora las felicitaciones y reconocimientos de todos, pues no le importó arriesgarse por intentar salvar la vida del niño que, finalmente, falleció causando gran consternación en la opinión pública marroquí y mundial, tal y como puede corroborarse principalmente a través de redes sociales.