Como cada año, el segundo jueves del mes de octubre, se celebra el Día Mundial de la Visión y las organizaciones aprovechan para reclamar una mayor atención respecto a la salud visual. Por este motivo, el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO) pone en valor la importante estructura formada por 8.375 establecimientos sanitarios de óptica que hay en España, todos ellos a disposición de la población.
Es por ello que el CNOO alerta de que 1 de cada 3 personas en España no revisa su visión de forma periódica, lo que conlleva el riesgo de sufrir una deficiencia visual, que no está siendo compensada por desconocimiento, o problemas visuales patentes que terminen por agravarse. Además, destaca que el 67% de los españoles tiene alguna deficiencia visual reconocida, un dato que podría ser mayor si se sometiesen a estos exámenes visuales con más frecuencia.
Por este motivo, el CNOO aprovecha este día para hacer un llamamiento a la población con el objetivo de aprovechar el servicio sanitario que prestan los ópticos-optometristas y atender adecuadamente a su salud visual, por lo menos, realizando una visita al año en caso de que no se perciban síntomas que indiquen alguna afección. Sin embargo, si se es consciente de alguna, lo recomendable sería acudir cada seis meses para evitar que se agrave.
En el Día Mundial de la Visión, también se llevan a cabo muchas iniciativas para concienciar acerca de la salud visual y la importancia de llevar buenos hábitos de higiene en ese sentido. Entre la más destacada, la de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB) que firmó un acuerdo de colaboración con la OMS para promover la iniciativa global ‘VISION 2020’ con el objetivo de eliminar las principales causas de ceguera evitable.
Para no llegar a sufrir problemas graves, hay una serie de consejos basados en las edades. Durante la infancia se debe realizar un primer examen visual cuanto antes, teniendo en cuenta que a los cinco años los niños están aprendiendo a leer. Estas revisiones, por tanto, que se deben hacer cada año, evalúan tanto la salud ocular como la funcionalidad de la visión y la capacidad de comprensión.
Entre los 20 y los 40, se recomienda revisar la vista cada dos años, a menos que exista un problema que obligue a acortar ese plazo. A partir de los 40 se incrementa el riesgo de padecer disfunciones visuales, por lo que sería conveniente acudir al óptico al menos una vez al año. Sin embargo, en la población mayor de 55, donde se dan casos de presbicia y se es más propenso a sufrir problemas visuales debido a la diabetes, cataratas o glaucoma, hay que aumentar el número de visitas en el año.