España y Marruecos anuncian una próxima expedición de mercancía a través de la frontera del Tarajal. Sería, aun sin saber fecha concreta, la tercera prueba piloto al objeto de conseguir una aduana comercial operativa al 100%. Es a lo que se aspira y es, eso dicen, en lo que están trabajando ambos países.
La instauración de unas relaciones comerciales en Ceuta es compleja, sobre todo cuando no existe el precedente de Melilla. Las dos pruebas realizadas hasta el momento han sido de espaldas a los medios de comunicación, con lo que no se ha podido constatar cómo se realizaron o qué problemas -porque los hubo- se produjeron.
Si ambos gobiernos quieren hacer creíble esa hoja de ruta tienen al menos que aportar la transparencia hoy inexistente y los datos para evitar las críticas que, con razón, han surgido.
El anuncio sobre una tercera expedición comercial no lo hizo la Delegación del Gobierno en Ceuta sino que fue un comunicado directo desde Madrid, un gesto que no hace sino generar mayor oscuridad a un asunto que debiera ser abordado con normalidad y de manera abierta con los medios locales para ser garantes de que se están dando los pasos debidos. De lo contrario no tenemos más que una bonita presentación de un plato que no conocemos.
España y Marruecos están llamados a entenderse y a cooperar en asuntos de calado e importancia como son esas relaciones comerciales, la protección de fronteras o el ámbito de la seguridad.
El camino que debe seguirse tiene que ser mucho más directo y transparente que el que ahora, de momento, estamos conociendo.