Categorías: Sucesos y Seguridad

“Tenemos miedo a la Policía y a los asesinos”

Agentes de todas las unidades del Cuerpo Nacional de Policía pusieron en marcha, en la noche de ayer, una operación policial en la barriada del Príncipe.

La misma se producía tan sólo 24 horas después de otra intervención en la que se procedió a la detención de al menos cuatro personas. En la de ayer noche, según fuentes policiales y al cierre de esta edición, se habría detenido a cinco.
El amplio despliegue policial se llevaba a cabo con el objetivo de garantizar “el orden público” y se advierte desde la Policía que se llevará a cabo periódicamente en este barrio. ¿Estamos ante algo nuevo? Más bien recuerda al despliegue que durante unas semanas también ordenaría el anterior delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, echando mano de la UIP de Valencia.
Las escenas vividas ayer en la barriada rememoraban esos episodios. Decenas de policías blindando todo el barrio y cortando las posibles salidas. Así tanto el acceso al Puente Quemadero como la entrada por el colegio y por Príncipe Felipe permanecían cortados por policías nacionales. Solo en el escenario del propio centro escolar situado en el corazón del barrio había unos ochenta.
Los agentes desembarcaron en la barriada con una premisa: tenían vía libre y había que recuperar el orden público. Comenzaron así los registros, las identificaciones y las entradas en distintos establecimientos. Como viene siendo habitual, la zona más caliente fue la del cafetín ‘Mojito’ en donde comenzó el enfrentamiento entre policías y ciudadanos. Los primeros comenzaron las detenciones, arrestando en un principio a cinco personas entre indocumentados e individuos sobre los que pesa algún tipo de requisitoria. Pidieron documentación, ordenaron a individuos que salieran de los bares... y llevaron a cabo las encomiendas que habían recibido de la Jefatura. Todos pertrechados con abundante material antidisturbio además de los chalecos protectores. Los segundos, los vecinos, denunciaban que los agentes habían disparado hacia las ventanas para impedir que la gente se asomara, que habían sacado de malas maneras a personas de los cafetines poniéndolos contra la pared y que habían lanzado pelotas de goma. En pleno corazón del Príncipe un vecino apuntaba: “Tenemos miedo a los asesinos y a la Policía”. La gente comenzaba a salir a la calle una vez que los furgones policiales abandonaran el barrio, pasadas las once de la noche. En su retirada se llevaban ‘de recuerdo’ piedras y platos que se les arrojaba desde algunas de las ventanas de las viviendas de Poblado Legionario.
La historia vuelve a repetirse y la pérdida de seguridad registrada en la barriada (incluso los propios vecinos han denunciado en muchas ocasiones tener miedo debido a los atracos y robos que se producen) pretende recuperarse con operaciones de este tipo que se van a ir realizando de forma gradual.
Pero la intervención de ayer noche no puede entenderse sin contar todo lo que ha pasado en las horas previas y desde el pasado lunes.
Y es que en la madrugada del miércoles al jueves la Policía Nacional volvía a llevar a cabo otra operación saldada, esta vez, con al menos cuatro detenciones, entre ellas la de un menor. Durante toda la semana, la manera de intervenir en el Príncipe ha mantenido en jaque a la Policía, que ha contado con el apoyo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) desplegado en la ciudad desde el pasado lunes hasta la mañana de ayer, que fue cuando la abandonó. El objetivo de los GEO era apoyar en una operación de búsqueda de armamento. Esto llevó a que en la misma noche del martes ya se produjera la primera intentona de intervención. Mientras agentes de paisano sitiaban la barriada, todas las unidades policiales eran llamadas a concentrarse en la Jefatura. UIP, UDYCO, UPR... incluso fueron llamados agentes que estaban de descanso para participar en un operativo que tenía que llevarse a cabo esa madrugada. Finalmente no se contó con las garantías suficientes y en torno a las dos de la madrugada todos los agentes regresaban a sus casas y los GEO al hotel en el que se han hospedado. El jefe superior Pedro Luis Mélida se quedaba sin comer con el general de la Guardia Civil -de visita el martes a Ceuta- y se marchaba a su casa sin llevarse ‘gato al agua’. De esta forma se pretendía repetir la misma operación la pasada madrugada, la del miércoles al jueves, pero la historia no resultó como se esperaba.La Policía recibió la información de que había un hombre con una pistola en la barriada y decidió entrar en la misma, en concreto en la zona del zoco, donde se produjeron las detenciones. Al parecer varios de los detenidos mediaron entre la Policía y el hombre que supuestamente iba armado provocándose un alboroto en el que hubo carga policial según testigos de los hechos, pedradas contra las fuerzas del orden y un total de cuatro detenidos. Uno de ellos, un menor  acusado de lesiones y desorden público, según fuentes policiales, ya ha quedado libre, imputado por los hechos de los que se le acusa y negando haberlos cometido desde el primer momento. Tras su declaración, el Juzgado decidió que el forense examinara las lesiones que presentaba y ha deducido testimonio, esto es, llamará a declarar a los agentes implicados en la operación para que den su versión de los hechos y se consiga aclarar el origen de las lesiones del menor.  
Por otra parte, otros tres vecinos continúan detenidos a la espera de lo que dictamine el juez durante el día de  hoy (estos son al margen de los cinco detenidos de anoche). Se les acusa de protagonizar agresiones entre ellos y estar relacionados con disparos de armas de fuego, dentro del marco de una investigación que se está llevando a cabo tras los últimos sucesos que cercan el robo de motos y coches, el narcotráfico y los tiroteos como causas de la inseguridad actual en diferentes barriadas tal y como informaba ayer este medio. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas intervenciones en las próximas horas.
En la primera de las operaciones la Nacional pidió la colaboración de la Guardia Civil para que cerrara la barriada, una llamada que se recibió poco antes de las tres de la madrugada. En el atestado policial no consta que finalmente el GEO hubiera intervenido, así que no se sabe la efectividad que ha tenido este grupo en su despliegue de estos días en Ceuta.
Tampoco se ha decomisado armamento alguno, que era el objetivo inicial de esta historia, terminar con las bandas de criminales que están peleándose por tener el liderato y que estánd etrás de los robos de motos, los disparos entre ellos y los atracos a vecinos y no vecinos. Unos asuntos que se han convertido en auténticos quebraderos de cabeza para la Jefatura Superior.
Por cierto que en toda esta historia ni la Guardia Civil ni la Policía Local ha sido informada de lo ideado desde la Jefatura. Una forma sui generis de aplicar la llamada colaboración de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

 

Colisión entre los derechos y la seguridad

En la larga media hora que duró la intervención policial se estuvo produciendo una colisión entre el derecho de los ciudadanos a circular libremente por la calle y la seguridad que se reclama por muchos vecinos. Hubo quienes comentaron que ni es una nula presencia policial en las calles del Príncipe, de manera principal en las horas de madrguada, ni tampoco una situación excesiva como la que vivieron en la noche de ayer que consideran no sirve para amedrentar a nadie.

Operaciones de orden público

Los agentes se desplazaron en la noche de ayer a la barriada del Príncipe ante lo que se consideraba una operación de orden público y que además se seguirán repitiendo de manera periódica. Por ejemplo, en la zona del colegio de la barriada el grupo de agentes antidisturbios sumaban al menos ochenta. Se considera que más de ciento veinte policías realizaron el operativo de anoche que duró entre treinta y cuarenta minutos en determinadas zonas de la barriada del Príncipe Alfonso.

Instantes de mucha tensión

Mucha tensión entre los agentes de Policía cuando procedían ya a la retirada e iban a contabilizar si todos los compañeros habían regresado sanos y salvos. Varios policías conversando en plena operación de seguridad.

Piedras desde las terrazas

Fuentes policiales han señalado a esta redacción que en la retirada de los agentes policiales llegaron a lanzarles piedras desde algunas terrazas, por lo que no tuvieron más remedio que lanzar las salvas hacia las alturas. Parte de ello sucedió en los pisos del antiguo Poblado Legionario y algunos vecinos señalaban después que cuando muchos de ellos se asomaban a las ventanas para que ver que estaba pasando, les disparaban las salvas. En los treinta o cuarenta minutos que duró la intervención policial se escucharon muchas detonaciones procedentes del armamento de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Las mismas fuentes policiales señalan que la respuesta se ha producido porque han recibido pedradas. Precisamente, en la zona más baja de la calle San Daniel, cerca del cafetín del Mojito, es donde se podían observar trozos de piedras y ladrillos en la misma calzada. A medidas que los agentes se fueron retirando, los vecinos volvieron a salir a la calle, estando a las once y media de la noche algunas tiendas de ultramarinos abiertas todavía.

Muchos vecinos de la barriada se encontraban indignados con la actuación

Recogiendo las salvas lanzadas por la Policía que estaban por los suelos y con una completa indignación, los vecinos de la barriada Príncipe Alfonso se debatián ayer en una dualidad, entre su petición de una mayor presencia policial en la zona para combatir la delincuencia y por otro lado, lo que consideran una exagerada intervención policial, ya que muchos de ellos comentaron que se sentían humillados por la actuación de los agentes.
Se cerraron todos los accesos a la barriada por las distintas entradas a la misma

Las fuerzas del Cuerpo Nacional de Policía cerraron la barriada por las distintas entradas que tiene la misma, es decir por la zona que accede desde el Hospital Universitario al colegio, por la subida desde Juan Carlos I y por la zona de Príncipe Felipe. Incluso algunos vecinos señalaron que el mismo autobús tuvo que dar un gran rodeo para poder llegar hasta la parada. A partir de la entrada de la Policía se vio a muchos vecinos corriendo para sus casas.

FOTOS: QUINO/REDUAN BEN ZAKOUR

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