Esta malagueña de perpetua sonrisa es una de los primeros voluntarios que se han sentido atraídos por el proyecto ‘Emplea Redes’ que Cruz Roja Ceuta está tratando de impulsar en nuestra ciudad de la mano de Mayca Vallejo, técnico responsable de la iniciativa. “El objetivo fundamental es que se creen redes de apoyo y ayuda hacia la búsqueda de la inserción social y laboral”, concreta la trabajadora de Cruz Roja tras comentar que ‘Emplea Redes’ funciona desde hace años en otros puntos del país arrojando muy buenos resultados. Detrás está el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad dando soporte económico y, delante, poniéndole cara al proyecto, voluntarios de la institución que en muchos casos actúan, además, como participantes. Y es que en un tiempo de cambio, con la tasa de paro por las nubes, quien todavía conserva su puesto es elevado a la categoría de privilegiado. Así lo indica el Instituto Nacional de Estadística que tras terminar el mes de abril cuantificaba en más de 12.000 el número de se encuentran en situación de desempleo en nuestra ciudad. ¿Cómo conservar las ganas y el optimismo en tal clima de negatividad?
Mayca prefiere no pronunciar la palabra ‘crisis’. Sin pretender ser utópica, cree que estos malos momentos pasarán siempre y cuando construyamos, entre todos, una sociedad activa y proactiva. Propone que huyamos de la negatividad que nos absorbe y nos impide subirnos al tren de las oportunidades que, casi semiocultas, pasan ante nosotros. “Es fundamental que la gente no llegue a desilusionarse, que aunque estén cobrando algún tipo de prestación por desempleo no se queden quietos en casa porque, como todos sabemos, buscar un trabajo ya es, en sí mismo, un duro trabajo”, reflexiona. Mantenerse activos en los procesos de inserción no es fácil pero, para conseguirlo, ‘Emplea Redes’ ofrece un atractivo plan basado en la creación de los denominados grupos de ayuda mutua.
Reuniones como la que el jueves pasado se produjo en las aulas que Cruz Roja tiene junto al antiguo hospital. Se producen una vez en semana para comenzar a dar forma a un proyecto que nace con clara vocación de futuro. “Es lógico que, si tienes que ir sola a repartir currículums, te dé pereza y poco a poco te desactives en la búsqueda de un nuevo empleo”, explica Vallejo, “de ahí la importancia de los grupos de ayuda mutua en los cuales, además de aumentar la mejora de la empleabilidad porque se propone que los participantes se informen unos a otros de las ofertas o vayan juntos a repartir currículums, se trabajan habilidades y competencias”. O, lo que es lo mismo, ‘Emplea Redes’ busca poner freno al desánimo y la apatía. ¿Cómo? Conduciendo sus acciones hacia el empoderamiento de las personas desempleadas. “El proyecto utiliza técnicas psicológicas en las que el mensaje principal es el ‘¡Tú puedes!’ o ‘¡Tú tienes algo que aportar!’, todo muy en la línea del optimismo de Emilio Duró”, explica la técnico de Cruz Roja.
Un sistema ‘diferente’
“En esta sociedad de tanto mercantilismo y consumismo, en la que todo vale en función del dinero, iniciativas como ésta demuestran que por fortuna los seres humanos todavía nos podemos ayudar los unos a los otros dándonos e intercambiando aquello que nos sobra, ya sean cosas materiales o contribuyendo a la felicidad con las habilidades que dominamos”. Damián no está de acuerdo con el materialismo que, en el mundo occidental, impregna a la inmensa mayoría de la sociedad. Por eso, afirma, iniciativas como ‘Emplea Redes’ le demuestran que apoyarlas e impulsarlas ejercen un importante contrapeso en el día a día. Él tiene trabajo, pero sabe qué es tener que buscarlo. Por eso se quiere formar para tender la mano a cuantos caballas se quieran sumar a una iniciativa que, como explica Mayca, trabaja tanto en espacios formales como informales.
Entre los primeros las acciones más ‘clásicas’ como mentalizar a los desempleados en que tengan su currículum totalmente actualizado hasta la ayuda mutua y formación para bucear en la red en busca de ofertas de empleo. “La reciprocidad es la clave de todo”, explica la responsable, “por ejemplo puede que alguien ni siquiera tenga una cuenta de correo electrónico en la que recibir posibles opciones de trabajo pero, gracias a un contacto que tiene en su barrio se entera de una oferta que puede interesar a otro participante. La idea es que el aprendizaje y la ayuda fluya”. En el plano de lo meramente informal reuniones, desayunos o meriendas para estrechar lazos y compartir inquietudes y el ‘Mercadillo del empleo’. Hoy, sobre la mesa, dos camisetas, perfumes masculinos, varios pares de sandalias, un vestido o dos libros se ponen a la venta. Pero en este peculiar punto de transacciones también se pueden ofertar habilidades o servicios aunque ni siquiera los portadores de las mismas lo sepan todavía.
A Farida, por ejemplo, le ha encantado una de las camisetas que Carolina ha traído en esta ocasión. Ambas estiman que el valor de esta prenda es de cinco ‘caballitas’, pero la compradora no sabe qué ofrecer a cambio. “No es requisito indispensable que todos vendan algo, pero sí que se les invita a que piensen en qué cuestiones pueden ellos ser útiles al resto”, explica Vallejo. Farida duda. Se piensa incapaz de ofrecer algo que pueda interesar a Carolina. “¿Tú sabes hacer jarera?”, le pregunta la malagueña. Por supuesto que sabe. “Pues yo quiero aprender porque me gusta mucho, ¿qué te parece si me enseñas?”. Trato hecho. Un intercambio de teléfonos y en unos días Carolina no solo habrá degustado una deliciosa jarera nacida de los fogones de Farida, sino que ésta le proporcionará la receta y le desvelará algún que otro ‘secretillo’. Un ejemplo de cómo las redes en favor del empleo consiguen traspasar los muros del aula para continuar creciendo y extendiéndose a pie de calle.
Sí, Carolina y Farida acaban de efectuar un trueque. Un ‘tú me das, yo te doy’ porque, al final, no ha sido necesario el desembolso ‘monetario’ pero, ¿qué ocurre cuando el valor de un producto o servicio no es el mismo? ¿O cuando los intercambios no se producen entre las mismas dos personas, sino en forma de cadena? Para eso han creado las ‘caballitas’ que dan soporte a una iniciativa a medio camino entre las denominadas cadenas de favores y un banco del tiempo. “La creación de la caballita como moneda de cambio, cada uno tiene, como si se tratara de un banco, su cartilla de ahorros, gestiona los intercambios personales entre unos y otros”, cuenta Mayca. Se puede comerciar con casi de todo. Si alguien tiene conocimientos de peluquería puede arreglar la melena o echar el tinte a cambio del precio, siempre en caballitas, que estime oportuno. ¿Que te gusta cocinar y haces una tarta para chuparse los dedos? Seguro que alguna compañera tiene que celebrar pronto el cumpleaños de uno de sus hijos y le harías un gran favor elaborándosela anotando en tu cartilla el coste en ‘caballitas’. O arreglos de costura, pequeños de bricolaje... Todo sirve. Damián, que es experto de artes marciales, pone sobre la mesa clases de chi-kung, unos ejercicios incluidos dentro de la medicina tradicional china que comprenden la mente, la respiración y suaves movimientos físicos en busca del bienestar personal. Kautar pone al servicio de sus compañeros sus conocimientos de estética y Bikoko, de Camerún, dará clases de francés, uno de muchos idiomas que conoce. A cambio se lleva dos pequeños frascos de perfume y la sonrisa por haber encontrado un nuevo grupo de amigos en los que apoyarse. La misma sensación que experimentó Carolina cuando Fati, que hoy ha faltado a la cita, le vendió en este particular mercado la olla que andaba buscando. Para recuperar lo invertido ha vendido un vestido a Hayad y tres pares de sandalias a Mayca. Y las redes continúan tejiéndose. ¿Te apuntas?
¿Qué es una moneda local?
Carece de un soporte físico pero, con el uso, puede llegar a tener tanto o más valor que los euros que, cada día más, escasean en nuestras carteras. Se trata de las monedas locales, un sistema diferente que permite las transacciones entre las personas. En esencia, un sistema de moneda local, como el que acaban de crear los participantes de ‘Emplea Redes’ bautizando a cada moneda con el nombre de ‘caballita’, es “una forma de organizar económicamente una comunidad para favorecer los intercambios de bienes y servicios entre las personas, a igual que el euro. La característica que la diferencia es su ámbito local, es decir, que se puede utilizar solamente en un determinado contexto y entre las personas que por su voluntad deciden utilizarla”. Recogemos esta definición de la página ‘www.zoquito.org’ donde se detalla el funcionamiento del ‘zoquito’, la moneda local que creó un grupo de jerezanos y que funciona en la provincia de Cádiz como moneda complementaria al euro.
El objetivo de una moneda local no es otro que crear un nuevo espacio económico, nunca excluyente, que permita a quienes libremente aceptan entrar en él mejorar su calidad de vida y de su entorno. Todo basándose en la premisa de que así las personas pueden sentirse realizadas sin estar condicionadas por el dinero y los miembros encuentran satisfacción en poder ofrecer a la red todas sus habilidades. Aparte, este tipo de sistemas también contemplan el trueque directo.
Pero la iniciativa de los zoquitos no se queda en la relación entre las personas, sino que a ella también se han sumado empresas que, como las personas, ofrecen o demandan bienes y servicios de producción artesanal, casera o “profesional”. Aunque todavía de un modo muy incipiente Cruz Roja aspira a crear algo similar al modelo de moneda única jerezana pero, en nuestro caso los ‘zoquitos’ serían ‘caballitas’. Porque, ¿sabían que en todo el mundo existen más de 6.000 monedas complementarias? Algunas de ellas llevan, en países como Italia, Suiza o Estados Unidos décadas funcionando con muy buenos resultados. ¿El motivo? Porque recuperan el sentido original del dinero como simple medio de intercambio entre personas.
Y TÚ, ¿QUÉ APORTAS?
Porque todos podemos ofrecer algo, todos sabemos hacer cosas, tenemos una habilidad de la que no somos conscientes... En ‘Emplea Redes’ salen a la luz.
Todos participan: Mayca, como responsable del proyecto, también se apunta al trueque e intercambio de servicios.
Por 3 caballas: Kautar oferta servicios de estética ya que está estudiando un curso. Y Nisrin los aprovecha.
Constancia: Cada participante cuenta con su cartilla de caballitas para que quede constancia de todas las interacciones que se producen con la caballita como moneda.
VOLUNTARIOS Y PARTICIPANTES. En las imágenes de abajo pueden poner rostro a los primeros protagonistas de ‘Emplea Redes’. Carolina, Bikoko, Kautar, Nisrin, Damián, Hayar y Farida son siete de los alrededor cerca de veinte voluntarios que ha comenzado a ir a las reuniones semanales donde Mayca les explica los detalles de la inicitiva con el objetivo de que, en unas semanas, algunos de ellos se conviertan en formadores y líderes de otros grupos. El objetivo: que interioricen el mensaje de ‘Emplea Redes’ y sus cometidos para seguir tejiendo relaciones en pro de la activación laboral. La mayoría de ellos, además, se encuentra actualmente en paro y necesita en buena medida de esa actitud y buenas vibraciones que busca transmitir el proyecto. A través de los encuentros están descubriendo que saben hacer más cosas de las que creían y que con sus habilidades pueden establecer relaciones de ayuda mutua con quienes les rodean.
CAROLINA LÓPEZ:
A los cuatro días de poner un pie en nuestra ciudad esta malagueña encontró trabajo en una cafetería. Pero la alegría, dada la fuerte competencia que hay en el mundo de la hostelería, le duró solo un mes. Sin embargo su simpatía y buen trato hacia los clientes ha dado sus frutos unos meses después. Acaba de encontrar un trabajo que le permitirá seguir financiando sus estudios de Trabajo Social en la UNED. “Dejé Derecho en tercero de carrera porque vi que en realidad no me gustaba y ahora sí que estoy haciendo lo que quiero”, comenta. En su currículum, donde resalta su buen manejo del inglés, hay casi de todo. “Azafata de imagen, dependienta, en copisterías, en cualquier cosa... todo para poder pagarme los estudios”, enumera. Involucrarse con Cruz Roja ha aumentado su estado de ánimo, pues cuando llegó a Ceuta no conocía a nadie. “Además, se me ha abierto mucho la mente al contactar con personas de otras culturas y me siento mucho más apoyada”.
BIKOKO DIENDONNÉ:
‘Emplea redes’ no cierra las puertas a nadie. Tampoco a los inmigrantes como Bikoko, natural de Douala, la ciudad más grande de Camerún. Más que en busca de empleo Bikoko acudió a Cruz Roja para encontrar un lugar en el que sentirse cómodo, en el que rodearse de personas que no miran el color de su piel y le tratan como a un igual. Y todos saben que a pesar de haber llegado a Ceuta sin nada él también tiene cosas que ofrecer. “El próximo jueves voy a empezar con las clases de francés para los compañeros que así lo deseen”, nos adelanta. Un servicio muy importante en Ceuta para quienes están en busca de un empleo, pues tener nociones de francés abre muchas puertas en el sector servicios dada la llegada constante de ciudadanos del país vecino para comprar. Sentirse útil es, para Bikoko, fundamental para encarar su incierto futuro. “Cuando llegué estaba perdido pero cuanto estoy en Cruz Roja siento que estoy con mi familia, son gente muy sociable”.
KAUTAR GOMARI:
A punto de cumplir los 22 Kautar suelta una interminable carcajada cuando se le pregunta a qué se dedica. “A nada”, dice encogiéndose de hombros. Madre a los 16, abandonó los estudios por formar una familia y, tras separarse, se replantea qué quiere hacer con futuro. Por eso está en ‘Emplea Redes’. Porque además de ayudar como voluntaria precisa también ella de alguien que le eche una mano para introducirse en el mundo laboral y ser independiente y tener dinero para criar al pequeño Anas. “Como no tengo otra cosa me apunté de voluntaria porque prefiero ayudar que estar en casa sentada sin hacer nada”, dice. “¿De qué me gustaría trabajar? Cuidando niños, por ejemplo”, comenta. Tendrá que empezar por hacer un currículum, porque todavía no lo tiene, y cambiar una actitud un tanto negativa. Sabe que ese no es el camino correcto, pero involucrarse en ‘Emplea Redes’ ha de ser la solución. Seguro que es capaz de hacer mucho más de lo que cree.
NISRIN HADDAD:
Desde el primer momento en que escuchó hablar del proyecto supo que quería involucrarse a fondo. “¿Mi sueño? Trabajar como integradora social con inmigrantes. Me parecen personas maravillosas. Es un colectivo que te aporta mucho y es muy receptivo”, confiesa sin dudar. A sus 21 años, tras finalizar sus estudios de Integración Social, no tiene aún experiencia laboral y, aunque busca trabajo dentro y fuera de su ámbito (asociaciones, cafeterías, tiendas...), si no consigue ninguna oportunidad continuará formándose. “Voy a estudiar Educación Social”, cuenta. El verbo independizar todavía no está en su diccionario, eso sí que resulta una utopía. Pero sabe que pasito a pasito se podrán conseguir cosas y lo importante es no caer en el desánimo y, como hace ella, encarar este tiempo de cambio con ánimo y muchas ganas de trabajar y estudiar aunque no reciba, por el momento, más recompensa que la gratitud de aquellos a quienes tiende la mano.
DAMIÁN GARCÍA:
El acento le delata. Damián es argentino y, aunque no está parado, quiere conocer ‘Emplea Redes’ a fondo para contribuir con su optimismo a que otros salgan de las colas del Servicio Público de Empleo Estatal. Es encargado de obras y arribó por segunda ocasión a nuestra ciudad hace seis meses. Sabe bien lo que es activarse para tener un trabajo. “En otro tiempo también he estado desempleado, he tenido que venir de otro país incluso”, cuenta, “y la actitud ante esa necesidad, el cómo te preparas, cómo te enfrentas, conocer tus limitaciones y saber en qué tienes que mejorar para conseguir ese puesto es clave”. Cuenta que cuando aterrizó en España tuvo que adaptarse, hacer cursos, leer mucho y prepararse porque sus conocimientos no eran exactamente los que requerían las empresas españolas. “Siempre hay que capacitarse para algo. No podemos quedarnos de brazos cruzados. Y, si aún así, te sobra tiempo, siempre podrás donárselo a alguien que te necesita”.
HAYAR MOHAMED:
Joven entusiasta en busca de una oportunidad. “Estoy estudiando Bachiller a distancia, así que tengo tiempo para ofrecer a los demás y por eso hace cuatro meses me inscribí como voluntaria en Cruz Roja dentro del área de Intervención Social”, cuenta Hayar, que a sus 19 empieza a pensar en su futuro laboral. La incertidumbre en la que está sumida nuestra sociedad no parece darle miedo. “Ser voluntaria me aporta muchas cosas, recuerdo que cuando era pequeña y veía a gente necesitada de muchos países africanos por la tele pensaba de qué manera yo podría echar una mano a quienes lo necesitan y ahora, aunque sea simplemente haciendo compañía a personas mayores o discapacitados, me siento muy plena”, comenta. Con sus sueños todavía por perfilar, en su interior una voz le dice que ha de encaminar sus pasos hacia la enfermería. Sabe que es complicado, pero se niega a rendirse antes de intentarlo. Se nota que el mensaje de ‘¡Tú puedes!’ que transmite ‘Emplea Redes’ ha empezado a calar en su día a día.
FARIDA MOHAMED:
Llegó a Cruz Roja de la mano de su cuñada, porque tenía la inquietud de ayudar. A excepción de unos meses en un plan de empleo, Farida nunca ha trabajado. “Si llega un empleo bienvenido sea, pero al menos siendo voluntaria y ayudando a otros siento que hago cosas, que no estoy parada”, comenta. Farida es fiel reflejo de esas mujeres que, dedicadas en la juventud a su familia, con los hijos ya mayores necesita ocupar su tiempo para sentirse plenamente realizada. “Hace años tenía un pequeño kiosko porque mi niño me necesitaba más que el trabajo, por eso ahora que él ya tiene su vida encaminada tengo que buscar alternativas”, dice. Con el derecho a una ayuda por desempleada ya finiquitado, cuenta que su trabajo ideal es cualquier que le permita ayudar a otras personas, estar en contacto con personas para “sentirme contenta con lo que hago”. Al menos su currículum está actualizado y, mientras llega su momento, se centra en transmitir sus ganas de progresar al resto de participantes.
¿Por qué ‘Emplea redes’ es necesario en Ceuta?
1 - Porque la imparable destrucción de empleo se está observando, fundamentalmente, entre las ocupaciones de más baja cualificación. Es decir, en aquellos puestos a menudo cubiertos por las personas con menos recursos profesionales y con más precariedad en el empleo. Por este motivo son quienes más dificultades tienen a la hora de recolocarse, así como aquellos que nunca han trabajado ya que el paro está azotando con fuerza a los más jóvenes.
2 - Porque muchos desempleados carecen de una red social o de apoyos que les permita hacer frente a su situación actual. Sus redes sociales son escasas porque en muchos casos las personas que se encuentran sin trabajo forman parte de los mismos entornos.
3 - Porque hay que prestar atención a las mujeres que tienen responsabilidades familiares no compartidas, lo que supone mayor desprotección y agudiza la vulnerabilidad social y económica aumentando la falta de redes de apoyo.
4 - Porque existe un desconocimiento generalizado de los recursos existentes en materia de empleo y formación.
5 - Por la dificultad para trazar un camino de mejora de la empleabilidad al no conocerse las particularidades de los diferentes sectores en el tejido productivo y de las tendencias. Esto produce un mayor alejamiento del mercado laboral.
6 - Porque hay gran infravaloración de la formación y el reciclaje como estrategias favorecedoras para reincorporarse.
7 - Porque existe gran desmotivación y desánimo que va en aumento, además de en bastantes casos gran falta de competencias básicas que permitan un proceso de búsqueda de empleo y acceso a la formación.
LA ‘CULPABLE’. Mayca Vallejo es la técnico de ‘Emplea Redes’ y quiere demostrar que en este tiempo de cambio hay oportunidades que la negatividad nos impide aprovechar.
La bolsa de la técnico que está impulsando ‘Emplea Redes’ en Ceuta, Mayca Vallejo, también sale llena. Hoy se marcha para casa con tres pares de sandalias que ha aportado Carolina. Pero para ella eso no es lo realmente importante de este proyecto. Su objetivo esta claro. “Aquí se persigue el empoderamiento, el que las personas, lejos de hundirse y creer que no sirven para nada porque no encuentran empleo, cambien el ‘chip’, se conozcan, se valoren y logren ser lo que quieran”, afirma. Cree al 100% en el proyecto y se ha autoimpuesto la obligación de impulsarlo. Porque merece la pena. Sabe que tejer redes es un proceso arduo y costoso, pero en apenas unas semanas empieza a ver los primeros resultados. Las redes han comenzado a tejerse a través de las reuniones que convoca en las aulas que Cruz Roja tiene en las aulas anexas al antiguo hospital y, poco a poco, el telar irá siendo más grande. “Ahora las reuniones son muy importantes porque permiten que la gente vea en qué consiste el proyecto y se anime a seguir pero, una vez que todo se ponga a funcionar a pleno rendimiento las relaciones se establecerán cualquier día y en cualquier lugar porque ya existirá una relación personal. Tendrán un grupo de personas en el que apoyarse para intercambiar caballitas, para repartir currículums, para buscar trabajo en Internet... para todo”, explica Vallejo.{galerias local="20120603_18_19" titulo="Tejer redes en favor del empleo"/}