Hoy día, las paradas y formaciones que realizan las Unidades del Ejército Español, y aún de la Armada y Ejército del Aire, son muy similares.
En las investigaciones realizadas en los archivos del 'Tercio Gran Capitán' y en los relatos de los veteranos, se llega a la conclusión de que el 'Acto de Homenaje a los Muertos de La Legión', que con posteridad se extendió, de forma similar al resto de las Unidades de nuestro Ejército, tuvo su origen en el acuartelamiento legionario de 'Tauima', (zona cercana a Melilla), en la década de los años cuarenta del pasado siglo.
El 'Sábado Legionario' es un solemne acto castrense donde su máxima expresión queda definida con el homenaje a la 'Familia Legionaria'. Además, es un culto donde se rinde honor a todos aquellos que cayeron cumpliendo 'El Credo Legionario', a los que engrosaron sus filas desde los tiempos fundacionales (1920), hasta nuestros días y a las Damas y Caballeros Legionarios de Honor que recibieron este reconocimiento.
Con ello, se intenta aumentar el grado de operatividad, estado de moral y cohesión de la unidad. Este acto ratifica una vez más la unión, aceptación y cariño existente por parte de los ciudadanos de esta Ciudad Autónoma de Ceuta a la Comandancia General, en especial al 'Tercio Duque de Alba 2º de La Legión' por el continuo apoyo mostrado desde los tiempos fundacionales. Con ello se sigue reforzando los lazos históricos que unen a la sociedad ceutí con 'La Legión' manteniendo esa puerta siempre abierta, a todos los ciudadanos extra foráneos como uno de los aspectos más importantes.
Espíritu legionario
La Marcialidad en las filas. Los legionarios, exponen cada 'Sábado Legionario' de manifiesto la excepcional preparación y formación que reciben y que los hace ser una de las unidades de élite más respetada en todo el mundo. Actualmente realizan misiones de Paz para la que están entrenados, sin menoscabo de que se posicionan en lugares de riesgo.
Como indicamos al principio, el origen del 'Sábado Legionario', nos tenemos que remontar a mediados de los años cuarenta del siglo pasado, de cuyo origen, como hemos indicado al principio, procede de los archivos del 'Tercio Gran Capitán' ubicado en Tauima.
De lo publicado, el general Dávila, lo sitúa como hemos indicado en el cuartel de 'Tauima', cercano a Melilla en la zona del que fue Protectorado Español de Marruecos. Quiero añadir que un 23 de abril de 1921, es cuando llega La Legión a 'Tauima' para defender a la población de la guerrilla de Abdelkrín. El cuartel empezó a construirse entre octubre y noviembre de 1921 y finalizó en el tercer trimestre del año de 1922. Las obras de la puerta y finalización de su acceso al cuartel se realiza en 1.926.
En la construcción del patio de armas del acuartelamiento, el coronel jefe del Tercio, D. Alberto Serrano Montaner, ordenó que se explanase una amplia zona, lo que se hizo a pico y pala por los legionarios, contando con algunas ayudas de las máquinas de la Compañía de Minas del Rif. Fruto de los trabajos apareció por un ángulo una pequeña grieta que, al ir profundizando en la explanación, se fue transformando en una pequeña gruta.
Reunió el coronel a los jefes del Tercio para consultarles sobre el uso potencial que se le podría dar a la cueva. Entre otras propuestas, sobresalió en seguida la del comandante legionario D. Domingo Piris Berrocal, que sugirió dedicar la gruta a la memoria de los legionarios muertos en combate. Y así se hizo, colocando una llama en el interior que permanecía siempre encendida. Al saberlo el General Millán – Astray, fundador de La Legión, ordenó que se enterrase junto a la llama el 'ojo' que le enucleó una bala en el combate de Loma Redonda y allí permaneció hasta la evacuación del cuartel tras la independencia de Marruecos.
En aquella época lo habitual es que la semana laboral se prolongase hasta el sábado por la mañana. Por eso, tras la revista de organización del Tercio que presidía su coronel, con todas las unidades formadas en parada, los guiones de las banderas (que así se denominan las unidades tipo batallón en La Legión) y los banderines de las compañías, se desplazaban hasta la gruta, constituida ya en 'Rincón de los Muertos' donde inclinando las astas de guiones y banderines, rendían honor a los muertos de La Legión.
Pero el 'Sábado Legionario' en sus orígenes era mucho más que una 'parada militar' y un discurso del coronel a sus legionarios. Era sobre todo una jornada de convivencia de todos los mandos del Tercio con sus legionarios.
La jornada comenzaba con deportes varios, entre los que sobresalían la práctica del boxeo. Pero era un boxeo especial, una suerte de combates por 'cuestiones personales'. Finalizando los deportes, los legionarios se dedicaban a la limpieza de las áreas asignadas por las unidades, mientras los cuadros de mando preparaban las actividades de la semana siguiente.
La formación del Tercio constituía sin duda, el centro de todas aquellas actividades, que en su conjunto constituían el 'Sábado Legionario'. Era la ocasión que disponía el coronel para comprobar el estado de instrucción, policía de sus unidades. Por eso no era extraño que la formación la mandara a viva voz el propio coronel, incluso algunos movimientos de armas en orden cerrado. En el 3º Tercio, por ejemplo, alguna unidad realizaba una tabla completa de movimientos de combate y esgrima de fusil.
Un momento singular de aquellas formaciones era la arenga, o alocución, que pronunciaba el coronel, dirigidas a sus legionarios en las que les felicitaba por las cosas que iban bien y les demandaba los aspectos que había de mejorar. Nada sabía mejor para un legionario, que oír mencionar a su compañía -para bien, ante el resto de las formadas en el patio de armas.
Finalizada la parada con la rendición de honores a los muertos, precedida del inequívoco toque del cornetín de órdenes que ponía a todos los bellos como escarpias. Seguían los guiones y banderines inclinándose en homenaje a todos aquellos que habían rendido el supremo esfuerzo de sus vidas. Tras despejar el patio de armas por la formación, se procedía al desfile de toda la unidad ante el coronel o ante la autoridad que presidiera la parada.
Pero no acaba ahí la cosa, porque después de dejar el armamento las respectivas Compañías se dirigían todos juntos al comedor. Allí mezclados los mandos con los legionarios, comía el capitán con su conductor y el enlace radio, los sargentos con su pelotón, todos compartiendo mesa y el racho del día. Era una auténtica comida de hermandad en todo el sentido de la palabra.
En algunas publicaciones, indican a lo largo de su historia, este tipo de formación ha recibido diferentes denominaciones oficiales. Así pueden citarse como algunos ejemplos como: 'revista de organización y ganado en julio de 1.940, 'zafarrancho y revista de organización' en julio de 1.943, 'zafarrancho, revista de organización y desfile en julio de 1.947'……..Aunque popularmente siempre fue llamado 'Sábado Legionario'.
La periodicidad con la que se han realizado estos actos los sábados ha sido en consonancia con el paso del tiempo y las normas del Ejército. Al parecer, las órdenes del Cuerpo desde 1939 se desprende que la formación en sus orígenes, se realizaba todos los sábados del mes y todos los meses del año; concentrando a toda la Unidad en el Patio de Armas más cercano a nosotros en Dar-Riffien y llegando a desplazarse desde Ceuta, en el tren existente a primeras horas de la mañana para que tomara parte en el acto, la banda de música.
Llegado el momento de la retirada militar de España del Protectorado de Marruecos, dicho acto se traslada al Acuartelamiento de 'García Aldave', sede del 'Tercio Duque de Alba II de La Legión', que en aquella época concentraban las Banderas IVª, Vº, VIª.
En cualquier caso, las formaciones legionarias siempre están presididas por la imagen del 'Cristo de la Buena Muerte', que es portado por los legionarios antes de la formación para entronizarlo, haciendo buenas las palabras de aquel viejo poeta legionario.
Los legionarios llevamos en pos
este lema y esta fe
de rodillas, ante Dios
ante los hombres, de pie
Adolfo Coloma Contreras
General de Brigada (R)
Liturgia legionaria
El Sábado Legionario, cuya iniciación comenzó en la década de los cuarenta del pasado siglo XX, constituye una conmemoración de los colores que inspiran a la unidad de élite, que tantos héroes ha dado a España. Sin lugar a dudas, una especial celebración que impacta a los que la presencian.
En realidad, este formato tiene su origen en la liturgia legionaria, por eso cuando es una unidad de La Legión la que realiza la parada especialmente en sábado, se le suele llamar “Sábado Legionario”.
El Sábado Legionario en el Tercio Duque de Alba II de la Legión
Tengo que significar, que a través de los años las formaciones legionarias siguen siendo en el fondo, el mismo espíritu de su origen, con la lógica adaptación a los tiempos que corren.
Tengo que confesar, que tenía un cierto interés en conocer en la actualidad el "desarrollo" o "protocolo" del "Sábado Legionario", que se viene celebrando en nuestra ciudad durante muchos años por el "Tercio Duque de Alba II de La Legión", que los ceutíes tenemos la suerte que dicho Tercio, se encuentre ubicado en nuestra ciudad. Y cabía preguntar: ¿Cuántos miles de ceutíes y foráneos han estados presentes en este Acto? El que asiste una vez, suele repetir varias veces.
Protocolo del Sábado Legionario
El “Sábado Legionario” se inicia con la explanada vacía, con un saludo por parte del relator, a aquellos que van a ver y disfrutar de este acto tan íntimo y emotivo. Para continuar con una breve reseña histórica de La Legión y de su creación.
Sin solución de continuidad, el jefe de Línea (el Coronel o Teniente Coronel) con el cornetín, se sitúa delante de la tribuna, situándose a la izquierda, la Plana Mayor de Mando (PLMM) del jefe que mande la Línea, bien sea la del Tercio o bien la de la Bandera. Todos dando frente a la fuerza que está lista para entrar al patio de armas.
El cornetín trasmite las órdenes del jefe de Línea, de manera impecable. Comenzando por el toque de banda y el toque de música, haciendo su entrada ambas unidades al patio.
Una vez ocupado su sitio, se suceden los toques de Escuadra y Compañía, lo que provoca que los banderines de las distintas Unidades adopten la posición de firmes y entren a paso ordinario para ocupar sus puestos.
Posteriormente el cornetín transmite la orden de “Batallón y llamada”, dando entrada a paso ligero, lo que desencadena que las unidades irrumpan en la explanada hacia sus lugares en formación en orden de línea.
Todo el personal militar fuera de formación adopta la posición de firmes para recibir a la fuerza. Cuando las unidades estén formadas y alineadas, y el jefe de la Bandera va recibiendo las novedades para posteriormente permanecer en descanso, hasta que da inicio propiamente el acto, donde los jefes de las Unidades, Escuadra de Gastadores, Música, Bandera y Compañías dan novedades al jefe de Línea, para posteriormente éste ocupar su puesto en la formación.
A continuación, y al toque de “entrada del Guión”, se incorporan los guiones del Tercio Duque de Alba II de La Legión y el de la Bandera <> IV de La Legión, al son de la “Canción del Legionario”, permaneciendo los oficiales y los guiones de compañía saludando.
El jefe de Línea ordena a la voz, armar las armas, calando las unidades las bayonetas en los fusiles.
Adaptando los jefes de las unidades el “Orden de Parada”. Momento donde se anuncia la entrada en el patio de armas de la “Bandera Nacional”, que lo hace con los honores de ordenanzas, al acorde del “Himno Nacional”, mientras las unidades rinden los honores de ordenanzas con el arma en la posición de Presentes. Recibiéndola el resto, en silencio, con respeto, como se merece el emblema de la patria.
Todos esperan en descanso la llegada de la Autoridad que presidirá el acto, que una vez ha entrado en el Acuartelamiento, se darán los toques reglamentarios, se adoptará la posición de las armas que corresponda, se interpreta “Marcha de Infantes”, según el reglamento de Honores Militares y recibe novedades del jefe de la Línea, informándole quienes están formados. Seguidamente la autoridad acompañado por el jefe de la Línea pasa revista al son de una marcha militar. La autoridad militar una vez pasada la revista saluda a las autoridades y público en general, y ocupa su puesto en la tribuna.
A continuación, el jefe de Línea solicita permiso a la autoridad militar para el inicio y desarrollo de los actos, y da comienzo propiamente dicho acto. Lo primero que se realiza es la renovación del juramento a la bandera por parte del personal que pasa a la reserva si los hubiera.
A continuación, la imposición de “Condecoraciones” al personal que ha sido acreedor a ellas.
Una vez finalizado el jefe de la Línea solicita permiso a la autoridad para dirigir una alocución a los presentes, especialmente al personal en formación, que finaliza con los vivas reglamentarios con el gorrillo en la mano izquierda.
Una vez finalizado, el jefe de la Línea vuelve a su puesto en formación dando comienzo el homenaje a los que dieron su vida por España.
El jefe de Línea ordena con la voz “Guiones y Banderines del Tercio “Duque de Alba” 2º de la Legión, rinda homenaje a los que dieron su vida por España” y el cornetín “De frente”. Los guiones van a paso ordinario al principio de patio de armas, y una vez en su posición el relator recita el soneto del homenaje. Una vez finalizado, de nuevo suena con el cornetín, trasmitiendo la orden del jefe de Línea “de frente paso lento”.
Los Guiones, las Escuadras con el “Cristo de la Buena Muerte” y los portacoronas se desplazan a paso lento hacia el monolito al “Son del Novio de la Muerte”. Una vez finalizado y entronizado el Cristo y antes de iniciar el toque de oración. El personal designado para depositar la Corona ante el monumento se desplaza hacia el mismo, para una vez depositada, iniciarse el ”toque de oración”, que casi al llegar a su fin, la 3ª Compañía realiza una salva de fusilería.
Finalizado el homenaje a los muertos, los guiones y escuadra regresan a su puesto en formación al son de “Tercios Heroicos”,
Cuando todos están en su puesto es el momento en el que el jefe de la Línea ordena recitar a los formados dos “Espíritus del Credo Legionario”, tras los cuales se entona el Himno de la Legión “La Canción del Legionario”.
Después se procede a despedir a la “Enseña Nacional”, con los mismos honores con los que fue recibida.
Una vez retirada la bandera, el jefe de la Línea manda envainar las armas y ocupar el orden de línea, para posteriormente solicitar permiso para retirar a las fuerzas e iniciar el desfile.
Las fuerzas se desplazan a paso ligero hasta el lugar determinado para iniciar el desfile, para poner el arma sobre el hombro y a la voz de “a 160 pasos por minuto y un solo corazón como un huracán de guerra desfila La Legión”.
Finalizado el desfile y al toque de “llamada de Oficiales” los jefes de sección de las unidades que han formado se desplazan al frente de la tribuna para que la autoridad que ha presidido el acto los despida y dicha autoridad dará por finalizado el acto militar.
Esta celebración del Sábado Legionario, en ese mismo acto se celebra algunas de las motivaciones especiales de lo cual exponemos algunos ejemplos:
-Celebración del Aniversario de su “Fundación”, 20 de septiembre.
-Entrega de Condecoraciones.
- Conmemoración del Combate de Edchera.
-Aniversario de la Concesión de la Cruz Laureada de San Fernando”.
-Centenario de la IV Bandera “Cristo de Lepanto”.
-Etc…………..
Y finalizo esta colaboración, con lo ocurrido en la celebración íntima y familiar, por la designación de Millán-Astray como "Jefe de La Legión", que es donde surgen espontáneos los vivas que hoy siguen siendo reglamentarios en La Legión:
¡Viva España! ¡Viva el Rey! y ¡Viva La Legión!