El estudio realizado por la plataforma Cypherleak, entidad especializada en la vigilancia de fugas de información ha revelado que un total de 31.220 tarjetas de pago de Marruecos se han visto comprometidas y revelan información personal de sus propietarios en la Dark web.
Según ha indicado el medio de comunicación del país vecino chamaly.ma, estos datos personales suponen una gran amenaza para el sector bancario y los usuarios del reino alauita, debido al creciente aumento de los fraudes financieros online.
En este sentido, el informe publicado por Cypherleak revela que 21.657 tarjetas de las que han sido filtradas incluyen información CVV, mientras que 19453 contiene también las fechas de vencimiento, lo que las hace más vulnerables a los fraudes.
Muchas de estas ya han sido cancelada por parte de los propietarios de las mismas, pero más de 5.500 continúan siendo válidas, “lo que supone un riesgo directo para estos usuarios, ya que podrían ser utilizadas en transacciones fraudulentas o retirar dinero de manera ilegal.
Según se ha dado a conocer en el tabloide marroquí, estos datos fueron encontrados en la dark web, lo que supone una filtración de gran magnitud que evidencian importantes fallos de ciberseguridad, “tanto por parte de las instituciones como de los usuarios, quienes pueden ser víctimas de phishing o ataques informáticos.
Medidas de seguridad
Por esta razón chamaly.ma ha dado a conocer varias indicaciones para proteger los datos bancarios como, por ejemplo, revisar periódicamente los datos de cuenta para detectar transacciones que puedan ser sospechosas.
Asimismo, también incitan en activar notificaciones por SMS para cada transacción realizada con tarjeta, usar la autenticación de dos factores para pagos en línea o evitar ingresar los datos de la tarjeta en sitios web no confiables.
Por último, expresan que los usuarios deben contactar inmediatamente con su entidad bancaria en el caso de que detecten alguna actividad sospechosa en su cuenta.
Para finalizar instan a los bancos a reforzar los protocolos de seguridad electrónica, mediante la actualización de sus sistemas de protección, el uso de inteligencia artificial para detectar comportamientos inusuales y la implementación de campañas de concienciación sobre los riesgos del fraude cibernético.
