El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta dejó visto para sentencia un juicio por un delito de falsificación en torno a una falsa empresa de hostelería que engañaba a la Seguridad Social.
Lo hacía simulando relaciones laborales entre jefes y empleados para que estos cobraran prestaciones por desempleo o incapacidad, entre otras.
Este lunes se terminó de juzgar a R.M.M., residente en el extranjero quien fue declarado en rebeldía ya que, tras estar citado en tiempo y forma, ni siquiera atendió al intento de contacto que llevó a cabo el Juzgado para poner el punto y final a este procedimiento.
Los agentes de la Policía Nacional, que fueron los últimos en declarar tras la suspensión de la vista hace un par de semanas, señalaron que trabajaron codo con codo con la inspección de trabajo para averiguar el tejido empresarial. Tras buscar, preguntar y comprobar diferentes locales pudieron corroborar que esa empresa de hostelería supuestamente ubicada en Ceuta y que estaba tras las contrataciones no existía. Era ficticia, una tapadera, y en la dirección indicada solo había un solar.
“Le pregunté a un compañero, que su familia era del Príncipe y me dijo la dirección exacta pero allí no había nada”, llegó incluso a señalar una de las agentes.
Esa sociedad con sede en Valencia no tenía actividad ni centro de trabajo abierto a este lado del Estrecho. Los supuestos trabajadores ni siquiera habían viajado en alguna ocasión, pero debían prestar servicio aquí. Todo era una trama que se destapó gracias a las investigaciones de la Policía Nacional.
El acusado figuraba como un trabajador sin serlo y por ese delito de falsificación ha sido juzgado. Cada uno de esos falsos trabajadores actuaron a sabiendas de que no prestaban servicios simulando por tanto esa relación laboral e integrando una incorporación al sistema de la Seguridad Social irregular.
De esta manera adquirían una antigüedad para luego percibir prestaciones sociales del servicio público de empleo. Ninguno estaba empadronado en Ceuta, pero aún así figuraban como parte de unos servicios nunca prestados.
La Seguridad Social impuso una sanción muy grave a la empresa por simulación de relaciones laborales, pero esas multas no se extendieron a los empleados por cuanto se anularon sus altas a la Seguridad Social.
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