Los meses de invierno serán más fríos que nunca para los hoteles que cada año acogen a las personas mayores que participan en los viajes del Imserso. El Gobierno decidió el pasado 26 de septiembre cancelar lo que queda de temporada de este programa de ayudas por el que disfrutaban de vacaciones a precios económicos.
Además servía para paliar la estacionalidad del sector turístico, sobre todo, en ciudades como Ceuta. No obstante, el Ejecutivo central alegaba que no sería responsable movilizar al colectivo más vulnerable ante la pandemia.
El programa de viajes del Imserso solía ofertar en Ceuta unas 500 plazas por temporada repartidas en alojamientos por toda la ciudad. De hecho, el pasado 10 de febrero antes de que el coronavirus pusiera todo patas arriba, la ciudad recibió al primero de los diez grupos de turistas. Para esta quinta temporada en la que Ceuta participaba en este programa subvencionado se habían ofertado 70 plazas más que en la anterior temporada.
Ante esta cancelación, los empresarios hoteleros de la ciudad coinciden. Todos lo esperaban y no les pilló por sorpresa la decisión, pero prevén pérdidas económicas catastróficas. Además, se trata del sector más tocado por la crisis sanitaria y que lleva sufriendo desde el principio de la pandemia.
Aunque se haya hecho oficial hace pocos días sabían que la gente mayor no iba a viajar. El invierno será aún peor sin los viajes del Imserso. Supondrá menos empleo, incluso muchos estarán en la cuerda floja, y menos facturación para los empresarios de la ciudad.
Tienen la esperanza de que sus expectativas se cumplan y por el momento toca aguantar los meses que faltan. Al menos apuntan que han podido salvar el verano porque han alojado a algunos clientes, sobre todo familias, que sí se han animado a viajar hasta nuestra ciudad.
Eso se nota ya en las cifras del turismo, que están muy lejos de las alcanzadas en 2019. Según el INE, en agosto de 2020 visitaron Ceuta un 71,32 por ciento menos de turistas tanto nacionales como extranjeros, alcanzando solamente los 2.663 (de estos 2.373 era residentes en España y 290 en el extranjero), mientras que en el mismo periodo de 2019 lo hicieron 9.284 personas.
Además, se registraron 8.057 pernoctaciones, con un descenso del 60,07 por ciento en comparación con el mismo mes de 2019, cuando se registraron 20.178 estancias.
A pesar de ello, el Imserso contaba este año con un presupuesto de 543.730 euros, 140.000 más de lo que se presupuesto el año pasado. Aunque el programa del Imserso suponía altas cotas de ocupación en la mayoría de los hoteles, en la caja tampoco era tan importante. Servía de ayuda para el propio mantenimiento de los establecimientos, pero ahora lo que les queda son los clientes de empresas y algunos turistas que llegan de paso.
Un programa que no era la panacea por sus bajos precios, pero ayudaba a salvar los meses de diciembre y enero, meses difíciles, por lo que piden al Gobierno local que busque otros recursos para ayudar al sector turístico.
Jaque mate a un sector que en invierno vive de ello
La suspensión de unos viajes de los que disfrutan cada año y desde 1985 cerca de un millón de personas en España pone en jaque a los consorcios encargados de preparar los paquetes de viajes para esos jubilados, las agencias de viajes que los venden, los hoteles de 3 y 4 estrellas, restaurantes, establecimientos y comercios que se beneficiaban de la llegada y disfrute de este perfil de turista. Por no hablar de la dimensión social que tienen estas escapadas con precios asequibles para la tercera edad y que también se ve comprometida con la cancelación por parte del Gobierno de Sánchez de estos viajes.