El Juzgado de lo Penal número 2 ha determinado este lunes la suspensión de una vista oral en la que se juzgaba a M.A.M., por un presunto delito de desobediencia grave por unos hechos que ocurrieron el pasado 10 de diciembre en la frontera del Tarajal, minutos antes de que se produjera una avalancha.
Según se detalló al inicio de la vista oral, la acusada pretendía cruzar hacia el lado marroquí cuando un agente de la Guardia Civil le indicó que esperara detrás de la caseta hasta que se organizara el resto de personas que, por aquel momento, estaban dispersadas en un tumulto.
Según relató M.A.M., fue a la espera de que le dieran el paso cuando otro agente de la Benemérita la empujó y le dijo que se retirara del lugar. Ante la jueza declaró que obedeció las órdenes del agente, aunque no podía caminar tan rápido como éste le exigía, debido a unas lesiones en la cadera y también por el empujón recibido. Aunque recuerda que le argumentó que otro compañero le indicó que permaneciera allí, finalmente la condujo a las oficinas y posteriormente fue trasladada a la base de la Guardia Civil en el puerto como detenida.
La versión de los dos agentes de la Guardia Civil que testificaron ha sido muy diferente a la de la acusada. Ambos coincidieron en que, en mitad de las maniobras de control de los porteadores que se acumulaban en la frontera para pasar de Ceuta a Marruecos, la mujer se negó a obedecer a los agentes y les insultó, llegando a decirles “pégame si quieres que yo de aquí no me muevo”. La atención hacia esta mujer, aseguran los agentes, provocó una avalancha del resto de personas que allí se encontraban. Esto derivó en que la fémina fuera detenida y conducida a la base de la Benemérita en el puerto.
Dada la contradicción entre las dos versiones expuestas, tanto la Defensa como el Ministerio Fiscal solicitaron el visionado de las cámaras de grabación de la frontera de ese día, pero, según el informático judicial, el soporte entregado por la Guardia Civil está dañado. Ante la jueza explicó que desconocen si lo que está mal es el soporte en el que se entregó, es decir, el CD, o bien el archivo que registraron las cámaras de ese momento.
Por este motivo se ha solicitado y aceptado la petición de suspensión de la vista oral con el fin de poder obtener de nuevo las imágenes y aclarar lo sucedido aquella tarde en la frontera. La acusada se enfrenta a nueve meses de prisión por estos hechos.
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