La de esta madrugada ha sido una de las de mayor presión migratoria sobre Ceuta, lo ha sido tanto por mar como por las inmediaciones de la valla. La
Guardia Civil se ha coordinado con los
agentes marroquíes evitándose de esta manera que pudieran producirse entradas masivas tanto de magrebíes como de subsaharianos. Gracias a la labor de los agentes que integran el equipo de las cámaras térmicas, los conocidos como búhos, se pudo divisar la presencia de entre 80 y 90 subsaharianos que descendían por la Mujer Muerta para intentar el cruce por Beliones. Es un trayecto complicado, casi imposible, debido a las infraestructuras dispuestas, desde puertas metálicas que bloquean la llegada al camino del pueblo de Beliones hasta concertinas a pie de playa en su arenal. Tras recibir el aviso de la Guardia Civil, Marruecos se activó para frenar la llegada del grupo, que no consiguió siquiera acercarse al espigón. Hacía meses que no se producía un acercamiento de tanta cantidad de personas por esta zona. Solo unos pocos llegaron, desviándose de la ruta a la playa, a la
valla sin llegar a sortear la doble línea perimetral.
La presión fue mucho mayor por el mar. Está siendo un verano de importante trabajo a pie de espigón y de rechazos constantes. Es difícil encontrar otro periodo en el que los intentos de huida desde Marruecos a España hayan sido tan constantes y masivos como los que se están produciendo. De nuevo, también en el mar, la cooperación e intercambio de información entre países fue determinante. Así, tal y como han confirmado a este periódico, la Benemérita alertó de la presencia de un centenar de magrebíes que querían arrojarse al mar para cruzar bordeando el espigón del Tarajal. Marruecos desplegó sus unidades evitando que se echaran al agua. Al margen de esta actuación, se tuvo que intervenir a uno y otro lado para interceptar o evitar el acceso de más de 50 personas que ya, estos sí nadando, acudían hacia el espigón así como un número no concretado de magrebíes que hacían lo mismo pero a bordo de tres balsas. La característica que ha elevado la complicación esta noche respecto a otras ha sido el empleo de las dos vías para pasar a Ceuta. La Guardia Civil ha tenido que desplegarse por mar y tierra, usando los medios de que dispone para tener un tiempo de reacción clave que además permite avisar a las fuerzas marroquíes para que intervengan en su territorio. A los intentos de pase saltando la valla, nadando o en balsas se suma además los constantes intentos de traslados irregulares de personas que provocan las motos de agua.