El colectivo subsahariano ha salido en protesta desde el
CETI portando pancartas con las que piden, simplemente, poder salir a la península. Están bloqueados, desde hace meses “no hay Balearia”, como ellos llaman al traslado organizado de Ceuta. Temen además que esta situación se ralentiza en el tiempo. La causa es que
los centros de alojamiento para inmigrantes de la península están desbordados a causa del aumento de llegada de pateras a la costa sur española. La mayoría de los integrantes del colectivo ha emprendido camino hacia la Delegación del Gobierno en donde van a organizar un Círculo de Silencio. Confían en que esta iniciativa sirva para que el Gobierno central entienda la situación de los residentes en el CETI, ya que se sienten discriminados con respecto a los inmigrantes que logran llegar directamente hasta la península. Mientras se alojan en el CETI de Ceuta, los inmigrantes comienzan a formarse y a estudiar, pero la sensación de desasosiego aparece cuando se acumulan los meses sin novedades: temen que pase el tiempo y se vean obligados a quedarse en la ciudad. Así, de forma pacífica, se ha visibilizado la primera de las protestas de este colectivo. Hay jóvenes que han cumplido los 9 meses de estancia en el CETI, por lo que la administración ni tan siquiera está cumpliendo con las directrices marcadas por el Defensor del Pueblo: permanecer en el CETI entre 3 y 6 meses. La consecuencia de este estancamiento de salidas periódicas está en que el CETI sobrepasa su capacidad. La
Delegación del Gobierno situó la población actual que acoge el centro del Jaral en 650 personas a pesar de que el número oficial de plazas es 512. Ante situaciones como la actual, la Dirección habilita zonas donde instalar a los nuevos ingresos. Por otra parte, el bloqueo a las salidas prolongará la estancia de los residentes en sus instalaciones y, por tanto, en la ciudad autónoma pese a que es su deseo es abandonar Ceuta cuanto antes.