Samba Coulibaly es un inmigrante maliense que saltó la
valla de Ceuta hace 11 años y que estuvo en el
CETI, pero ahora es un héroe en el barrio murciano de Santiago El Mayor al evitar que una
septuagenaria cayera al vacío desde su casa, situada en un segundo piso. Y lo consiguió escalando por la fachada del edificio, ubicado en la avenida Miguel Ángel Blanco, a unos diez metros de altura.
Todo ocurrió a mediodía de hace dos domingos, cuando los gritos desesperados de un hombre reclamaban ayuda desde la ventana de su vivienda. Las primeras miradas hacia la casa, desde donde precedían las llamadas de socorro, revelaron una angustiosa escena: la del cuerpo de una mujer suspendido en el aire y su marido asiéndola de la ropa para tratar de que no cayera a la terraza del piso de la planta baja.
Samba llegó a Ceuta en 2009 tras abandonar su país y recorrer 2.000 kilómetros para saltar la valla que da acceso a España. Desde Ceuta fue trasladado al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) en Sevilla, donde estuvo tres meses. Al salir del CIE, viajó hasta la región murciana donde tenía un amigo que residía en Alcantarilla. Su suerte comenzó a cambiar cuando en 2013 consiguió regularizar su situación en España y se trasladó a Santiago el Mayor, donde ahora se gana la vida como empleado en un almacén de fruta y verdura de la pedanía murciana de Patiño
Según relatan los vecinos, la mujer, que padece alzhéimer, quería salir de casa para ver a unos familiares y al encontrarse la puerta principal cerrada, trató de salir por la ventana. “La actuación de su esposo también fue decisiva para evitar la fatalidad”, indicó Juan, uno de los residentes. En escasos minutos se agolparon numerosas personas en la calle sin saber bien qué hacer. El vecino de la planta inferior ayudó sujetando desde abajo a la mujer para aliviar el peso que soportaba el marido desde arriba. Fueron minutos de gran tensión. Al poco, acudieron tres coches de la Policía Local de Murcia con seis agentes, que aguardaron la llegada de los bomberos.
Samba caminaba por la avenida acompañado de un amigo. “Me dirigía al locutorio del barrio de El Carmen para hablar con mi familia y escuché los gritos de un hombre”. Cuando alzó la vista y vio a la mujer, no se lo pensó. “La mujer estaba a punto de caer y el hombre que la sujetaba no iba a aguantar a que llegaran los bomberos. Se le veía muy cansado”. En un acto reflejo, dio un salto, se subió a la barandilla del primer balcón, se impulsó hasta la segunda terraza del primer piso, y en un último brinco, logró encaramarse junto a la ventana desde donde colgaba la anciana.
“Con una mano me cogí a la estructura de la barandilla del balcón contiguo, y con la otra, a pulso, pude subirla e introducirla de nuevo en la casa”. Mirando hacia la fachada del inmueble, recuerda aquello como algo instintivo y aún no sabe cómo pudo trepar hasta allí. “Nunca he escalado y no sé cómo lo hice. Solo pensé que la mujer podía morir si caía al vacío», recuerda Samba, a quien ya conocen en el barrio como el 'Spiderman de Santiago el Mayor'.
Ya a salvo, el ciudadano maliense descendió con la misma facilidad como había subido segundos antes. Cuando pisó tierra firme, las personas que contemplaron asombrados tal proeza, lo recibieron entre aplausos y felicitaciones. “Un chico me dio unos pantalones al ver que los míos se habían roto al escalar por el edificio; una vecina me dio 50 euros e incluso los policías me felicitaron”, recuerda. Posteriormente, una ambulancia trasladó a la anciana al hospital acompañada de sus familiares.