SOS Alimentos

Cruz Roja  reparte a diez entidades las ayudas que llegan de la Unión Europea en excedentes de alimentación para las personas más necesitadas. Cada vez son más. En un año se han repartido 160.000 kilos. Ayer ‘El Faro’ estuvo presente en uno de estos repartos sociales

Mayores, jóvenes, musulmanes, cristianos... el hambre no entiende ni de credos ni de edades y tampoco las entidades lo hacen a la hora de repartir ayuda.
Son excedentes. Lo que sobra en la Unión Europea que va a los que les falta. A los que viven en esa unión para poder comer y llegar a fin de mes. Cruz Roja, lleva a cabo en Ceuta la campaña de recogida de esos alimentos desde el año 1986 y si bien es verdad que han crecido las entidades que demandan formar parte de las listas de recepción para posteriormente repartir los alimentos entre los ciudadanos que cumplen con los requisitos, la asamblea provincial no cuenta con datos fidedignos del incremento de necesidades “porque eso lo llevan directamente las asociaciones y Cáritas, nosotros somos meros intermediarios y ahora también el Banco de Alimentos lleva a cabo esta tarea”, explica la adjunta a la dirección de Cruz Roja en Ceuta, Ana Ruiz mientras atienden las cargas de alimentos que vienen a recoger. “Hubo dos años en que hubo excedentes en aceite de oliva y la gente estaba muy contenta, pero suele ser leche, grano y ese tipo de productos los que cada año repartimos y que calculamos, aunque no de manera concreta, que llegan a unas 3.000 personas”. Éste es el tercer reparto del año. 55.000 kilos más de comida en cada uno de los repartos. Pero sigue habiendo necesidad. El último informe publicado por Cáritas señala que en estos cinco años la distancia entre ricos y pobres en España se ha disparado. Tomando como referencia los países de mayor renta de la Unión, el crecimiento de la desigualdad duplica el de Francia, triplica el de Alemania y es casi cinco veces mayor que el de la media de la UE de los 15.
En cifras, resulta que la renta correspondiente al 20% más rico de la población española y al 20% más pobre pasó de un valor de 5,3 en 2007 a otro de 6,9 al término de 2010. Es el mayor incremento de desigualdad de los 27 Estados que actualmente forman parte de la Unión Europea. Hay que seguir ayudando porque cada vez hay más brecha.

Cristóbal, Iglesia del Valle

“La gente está desesperanzada”

Con la ayuda de Abdelatiz, no deja de hacer viajes desde la Iglesia del Valle al almacén que Cruz Roja tiene en Muelle Alfau para guardar los alimentos que envía la Unión Europea para contribuir a erradicar las necesidades que existen en la población. El párroco Cristóbal Flor es consciente de que cada vez son más las familias que acuden al templo en busca de ayuda. “En la actualidad ayudamos a 160 familias en las que encuentras desde personas mayores a las que la pensión apenas les alcanza para pagar la casa, la luz y el agua o familias numerosas a las que se les termina la ayuda o en las que todos están desempleados”. Cristóbal les anima pero lamenta la resignación que. “Muchos vienen avergonzados, sobre todo los cristianos. Parece que la pobreza se vincula a los musulmanes y ahora cualquiera puede pasar situaciones de necesidad”. El párroco habla sin tapujos y lamenta la resignación que observa en todas esas personas. “Están desesperanzadas, como que no les queda otra que sufrir la situación pero hay que animarles a que sigan adelante, a que sigan luchando y a que amplíen la perspectiva de miras y sepan que se trata de una situación excepcional y que mejorará”. Él mismo, aún así, es consciente de que, al menos de momento, la situación está empeorando “pero para eso contamos con la solidaridad y el trabajo de entidades que se comprometen a contribuir a paliar estas necesidades”. En la parroquia de San José, como en todas las entidades de Cáritas, no se mira el credo. “Se deben cumplir unos requisitos y según el nivel de renta y el nivel económico de cada familia se lleva a cabo un reparto equitativo y justo”. Y aunque reconoce que “es muy duro encontrarse con ciertos casos”, lucha porque todos tengan esperanza de mejorar.

Ana, Cruz Roja

“En este trabajo, todo son agradecimientos”

Casi tres décadas de servicio en la entidad de la Cruz Roja llevan a Ana Ruiz a pensar que en días como los de ayer, merece la pena pasar muchas horas de pie repartiendo toneladas de alimentos entre diferentes entidades y organizar las diferentes cargas “porque aquí todo son agradecimientos y aunque no exista un contacto directo con los beneficiarios de esta ayuda, los responsables que van a ser los que les den la comida, te explican lo que supone todo ésto para muchas personas”. Cruz Blanca, Cáritas de Los Remedios, de África, del Valle, de Los Remedios, de San Ildefonso, remar, Betel, la Iglesia de Dios e International Short son las entidades receptoras de esos alimentos este año. “Dos más que el pasado y teniendo en cuenta que el Banco de Alimentos también colabora con este reparto”. Es el reparto de la Unión Europea a los países en donde hay personas que necesitan llegar a fin de mes y a los que se les da lo que sobra de una producción anual que suele ser “grano casi siempre los mismos alimentos”.

Javier, Iglesia Evangélica

“Hace falta ayuda, económica y de fe”

Lanza el mensaje de alimentar no sólo físicamente a las personas, sino también espiritualmente, porque muchos “ya no tienen esperanza ante la situación que están viviendo”. Más de una década como pastor de la Iglesia Evangélica de Ceuta llevan a Javier a afirmar categóricamente que “hasta ahora nunca habíamos visto tanta necesidad y tanta falta de recursos”. El día que una madre le dijo desesperada que no podía dar un ColaCao a sus hijos antes de ir al colegio se le cayó el alma a los pies “porque yo tengo hijos, pero hay que tratar de ayudarles y nosotros sabemos que hacemos todo lo que podemos y la ayuda que hoy recibimos de Cruz Roja es una herramienta más para ayudar a toda esa gente”. Desde la Iglesia Evangélica, se auxilia a 25 familias y la demanda se incrementa con el paso del tiempo. “Llegan a finales de mes muy apurados y llevar a cabo este reparto es al menos un respiro para todos ellos”.