Enfermera de profesión, Sonia Merino empezó a escribir relatos cortos como afición. Luego hizo un máster de escritura creativa y después atrevió con ‘Déjame Mirarte’, una
novela que
presentará esta tarde a las 18.30 horas en la
Biblioteca Pública Adolfo Suárez de Ceuta.
Llegó el momento de presentar su primer libro. ¿Cómo se siente? La verdad es que estoy inquieta. Estoy inquieta porque, como todas las novedades, cuando algo es nuevo, aunque la gente te dice, ‘pero si esto lo dominas tú, si esto va a estar entre amigos y tal’, sientes la novedad y da un poquito de respeto.
Enfermera de profesión, ¿cómo se embarcó en este mundo de la literatura? Ha sido una cosa sin pensar,
nunca tuve en mente el escribir una novela. Es decir, fue una cosa que yo comencé escribiendo hace unos cinco años, haciendo pequeños relatos, al principio de una manera así más personal y después ya me empezó a gustar e hice un máster de escritura creativa. Y nada, seguí escribiendo relatitos y después algunos los empecé a colgar en Instagram y en las redes.
Uno de los relatos me gustó, tenía mucha fuerza, los personajes me gustaban y no lo terminé y dije y si lo sigo, ¿por dónde iría? Y entonces seguía todos los días escribiendo ese pequeño relato que fue tomando forma y ya no lo quise parar.
¿Qué nos puede contar sobre este libro? Puedo contar el género, que es de suspense, que es de romance y que tiene acción. Entonces es una mezcla de tres géneros que a mí me gustan y me gusta mucho cuando las películas o las series o los libros entremezclan esas tramas.
Está ambientado en Sevilla y Cádiz y es un libro que empieza en el 2030. Marina, que es una médico residente gaditana que está haciendo la residencia en Sevilla, se encuentra con un personaje de su pasado que se llama Samuel.
Entonces pasa una cosita en el primer capítulo y ya después vuelve ocho años atrás. Es decir, en flashback va y viene al 2022 y se va desvelando poquito a poco toda la trama.
¿Ya han podido leerlo algunas personas? En principio lo leyeron cinco lectores cero, que son los primeros que lo leen y los que te dan, antes de que saliera, su punto de vista. Hay un periodo ahí en la corrección que te ayuda mucho.
Una vez que ya ha estado publicado, ya sí que tengo muchos lectores que ya la han terminado y me están haciendo muy buenas críticas, muy buenas reseñas. Estoy encantada con eso. Está superando mis expectativas, la verdad.
"Ha sido una cosa sin pensar, nunca tuve en mente el escribir una novela. Escribí un relato y continué"
Y eso la motivará para seguir. Ahora mismo estoy como entusiasmadísima porque es como llegar a este punto que es como, uf, a ver qué pasa. Un primer sueño era terminarlo. Otro después, lo quiero ver en papel, lo quiero ver publicado. Y después presentarlo en la biblioteca y tal. Y ya lo siguiente era lo último, que guste. Que la gente se emocione, que yo me he emocionado escribiéndolo.
¿Es fácil conseguir el respaldo de una editorial para publicar? Esto es una coedición. Podía haber tenido posibilidad de hacerlo con una editorial, pero no me convencían las condiciones. Es que es un mundo muy complicado.
Es un mundo que está ahora mismo masificado y el mercado editorial está difícil. Las grandes editoriales realmente no apuestan por un escritor novel. Si ya tienes uno escrito, a lo mejor en el siguiente, si han visto resultados, sí apuestan por ti. Pero de entrada ellos van a caballo ganador, lógicamente, porque no quieren perder dinero. Entonces, o eres una persona reconocida por otro motivo o que ya no eres escritor novel.
¿Qué consejo le daría a un escritor debutante que tenga ciertos miedos a publicar? Yo esos miedos me los tuve que quitar. En mitad del proceso de la escritura empiezas a tener precisamente eso, que te vas como más adelante en el proceso y dices tú, ¿y si lo termino y ahora no lo puedo publicar? O no me lo coge nadie, o no soy capaz de llegar... Entonces, te empiezas a poner esos parapetos tú solo, que te estás enfrentando a un problema que todavía no tienes.
Yo les diría que que se centren en finalizar la obra que ya eso de por sí es un gran reto. Yo a veces me creía que me quedaba en el camino, cuando le echaba tantas horas y madrugaba, o me acostaba tarde, estaba cansada, claro, porque es otro trabajo. Y yo a veces decía, lo que quiero es terminarlo.
Entonces, aparcar todo lo que viene después y quedarte solo en el proceso de finalizar la obra, que ya tiene mucho. Y ya después, pues como yo digo, pasito a pasito, ¿no? Como se suele decir, los problemas de hoy, hoy.
¿Fue fácil compaginar su trabajo con la escritura? No, ha sido complicado. Ha sido difícil porque yo trabajo de mañana, aparte, las tareas de casa, de familia, las actividades, que todos vamos rápido, que todos tenemos muchas cosas que hacer,... Y meter esta actividad extra me ha supuesto tener que quitar algunas otras.
Llegó a un punto en que cuando ya me lo tomé muy en serio, que ya empecé a decirlo, porque en los primeros meses no decía que estaba escribiendo una novela, me venía como grande, ya había un final.
Entonces, ya dije lo voy a decir porque además eso me va a ayudar. Y es verdad que a todo el mundo que se lo decía, la sonrisa que me ponía era muy gratificante. Pero sí que me ha costado. Me ha costado mucho esfuerzo, muchas horas, muchas. Y además al ser también novel tienes esa inexperiencia y a lo mejor si hiciera un segundo, ya tienes un camino recorrido, que no es lo mismo.