Les aseguro que me ha dado mucha pena el cierre de un comercio situado muy cerca de casa. Hoy, al pasar por la puerta del mismo he hablado con una de las personas de ese establecimiento - no sé si propietaria o empleada - y me ha confirmado el cierre, aunque sin decirme los motivos. Ha sido una conversación muy breve en la que no he querido buscar detalles referentes a la decisión de cerrar. Me ha cogido de sorpresa porque era una tienda alegre y que a mí me parecía que le debían ir bien las cosas. Vendían globos muy bonitos y canastillas para recién nacidos así como conjuntos para celebrar fiestas para los pequeños de las casas. Yo me he detenido muchas veces ante sus escaparates y he disfrutado mucho con el colorido de los globos y el buen gusto con que estaban dispuestos los posibles regalos.
Poco antes de ese hecho había estado oyendo, en casa, las noticias a través de la Uno de Tv y la tertulia que tiene lugar inmediatamente después, a las nueve de la mañana, en la que la cuestión estrella era el hecho de que cierta persona se había llevado una importante cantidad de Euros a Suiza. Cerré el televisor porque ese intercambio de opiniones de los contertulios (mujeres y hombres) no me aclaraban nada sino que me confundían en su intento de buscar otros corresponsables en uno de los partidos políticos de nuestro país. Me entristeció esa forma de actuar en la que, con cierta facilidad, se pueden emitir juicios o sospechas que, en definitiva, predisponen en favor o en contra de personas y/o instituciones. La sesión resultaba, además, monótona y encajonaba al pensamiento del oyente en un hecho molesto y desagradable.
Es de sobra conocido que son otras muchas cuestiones las que, simultáneamente, se están produciendo o desarrollando en el mundo y que nos afectan directamente; sin embargo nos faltan los comentarios a las mismas. No se trata de unas opiniones más o menos ligeras sino de informes serios y perfectamente avalados por las autoridades correspondientes, que nos sitúen en la realidad. ¿Hasta donde puede llegar el conflicto que actualmente se desarrolla en Mali? ¿Es el capricho de un jefe que quiere hacerse famoso o. por el contrario, forma parte de un plan de mayor extensión e importancia? ¿Cual es la disposición de nuestro país y los medios con los que se cuenta para hacer frente a ese posible plan de mayor envergadura y que nos pueda afectar directamente? Quisiéramos saberlo ampliamente.
Es probable que haya publicaciones especializadas en asuntos de Estado y que en ellas se pueda encontrar la información antes aludida, pero no llega al conjunto de la sociedad y por ello se siguen haciendo preguntas como las de mi viejo amigo el marinero sobre el estado de la Flota - a la que tanto quiere desde que era jovencito - y otras por el estilo que no paso a reseñar para no agobiar, pero que se resumen en el deseo de que hay que estar preparados para cualquier contingencia antes que lamentar no haberlo hecho a su tiempo. Necesitamos mayor y mejor información en los asuntos de Estado, antes que dejarnos arrollar por otras noticias o comentarios sobre cuestiones internas, que deben ser solucionadas perfectamente y en el más breve espacio de tiempo para el bien de todos
Mientras tanto seguiré frecuentando el paseo de las jacarandas para admirar la belleza de esas pequeñas flores y del ramaje que las sustenta, así como la visión de los escaparates vacíos en los que, hasta hace nada de días, lucían globos de todas clases y colores vistosos con los que se recreaba mi espíritu de abuelo y bisabuelo, pensando en los más pequeños de la familia.