El problema es grave y, como tal, debe tener una solución no solo rápida sino también permanente. Los ceutíes no podemos estar siempre en el punto de mira de las desigualdades, de las diferencias, de las normas sin sentido. No puede haber tal incertidumbre ni mucho menos que se ponga en riesgo la atención a unos ciudadanos españoles, los que aquí vivimos, a los que nos discriminan de un plumazo con normativas sin sentido. Es lo que se ha denunciado esta semana. El Faro fue rápido en la difusión de un asunto, el del bloqueo de las muestras biológicas, generando una reacción posterior del resto de los medios de comunicación. Se han perdido pruebas y análisis porque no se permitía su traslado a la Península, generándose un bloqueo que además podía dar pie a una auténtica alerta sanitaria. Oficialmente comunican el compromiso de que a partir del lunes se podrá dar salida a todas las muestras bloqueadas y no habrá problemas para toparse con un veto carente de sentido. Pero la solución no está aquí. El Gobierno ha obtenido el compromiso de la Administración Tributaria de que se resolverán todas las dificultades, pero ¿hasta cuándo?, ¿cuál será la próxima sorpresa?, ¿qué novedades tendremos que nos volverán a situar en una especie de limbo sin atención urgente? Se han anulado muchas pruebas, se ha evidenciado un menosprecio a Ceuta con decisiones de este tipo, se nos ha apartado como si fuéramos esa ‘cosa rara’ al otro lado del Estrecho. Y se ha hecho con un asunto tan grave que no puede volver a repetirse. Las soluciones no llegan con un encuentro en Ceuta, tienen que gestarse a las más altas instancias para que nunca más vuelvan a pasar cosas de este tipo.