Los vigilantes de seguridad de Prosegur que prestan servicio en el Hospital constituyen el primer filtro ante agresiones o reyertas; no son suficientes
Forman el primer filtro de seguridad en el Hospital. Son profesionales que tienen que hacer frente a esos primeros momentos en los que llegan apuñalados, se producen reyertas, hay incidentes graves... Son los primeros en actuar y confiesan estar desbordados. Desbordados porque urge más personal y desbordados porque son los que dan la cara ante episodios que luego degeneran en agresiones o amenazas. El personal de seguridad de Prosegur que presta servicio en el Hospital se ha enfrentado en los últimos días a episodios que hacen replantearse un refuerzo de personal porque el mismo incide directamente en la seguridad no solo de pacientes sino también de trabajadores.
El pasado fin de semana evitaron la entrada de una persona que accedía al clínico como paciente, requiriendo ser visto por el médico, y que portaba un arma blanca en su poder. Los vigilantes de servicio se dieron cuenta y evitaron que accediera a ser tratado, huyendo del lugar. La pregunta es evidente, ¿qué garantías podían existir para el médico que le iba a atender? Es tal la falta de medios físicos que eviten la introducción de armas que solo la pericia de los vigilantes pudo frenar una posible agresión.
El mismo día en el que detectaron al sujeto que armado con una hoz iba a agredir a una víctima a la que previamente le había rajado la cara intervinieron en un intento de robo en la base del 061, la misma que en la mañana del sábado fue escenario del encañonamiento a un trabajador de esta Unidad para robarle. El compañero que estaba destinado en las cámaras se percató de que una persona entraba en la sala que ocupa el 061, reteniéndolo y poniéndolo a disposición de la Policía Local. En este mismo lugar se produjo además el robo de un ordenador del despacho del médico oncólogo del HUCE.
El sindicato UGT ha reclamado una cobertura adecuada a las necesidades de la seguridad en el hospital, con el personal suficiente que pueda atender eficientemente la seguridad del centro sanitario, ante la carestía que se demuestra en la actualidad.