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La Oficina de Extranjería pone el foco en la proporción respecto a la afluencia media de 20.000 a 25.000 personas que entran a diario
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De mayo a diciembre de 2012, Delegación concedió 681 permisos de trabajo al colectivo
La Delegación del Gobierno, a partir de los datos de la Oficina de Extranjería de Ceuta, cifra en 1.126 los trabajadores transfronterizos empleados de hogar registrados en el último año –de mayo de 2016 al mismo mes de 2017– que disponen de autorización de trabajo.
Una cantidad total que Extranjería consideró ínfima en relación a la afluencia de marroquíes que cada día acceden a la ciudad para realizar labores domésticas. Las estimaciones de la institución de la Plaza de los Reyes ronda un flujo medio de 20.000 a 25.000 personas diarias de manera peatonal y 15.000 vehículos, lo cual tampoco significa que tal volumen se dedique en su totalidad a trabajar en los hogares ceutíes.
Desde mayo a 31 de diciembre de 2012, la Delegación del Gobierno concedió 681 autorizaciones de trabajo como trabajadores transfronterizos empleados de hogar. Un estudio de la Universidad Pablo de Olavide sostiene que la Ley de Regulación del Servicio doméstico, que entró en vigor en 2012, supuso el paso de menos de 400 altas en la Seguridad Social a casi las 1.200 a finales de 2015. Por tanto, concluyó, se triplicó el número y afloró gran parte del empleo sumergido.
La inmensa mayoría de estas nuevas altas fueron efectuadas a trabajadoras extranjeras, superando el 90 por ciento durante los tres años siguientes. La evolución entre 2012 y 2015, según el mismo análisis, muestra el mantenimiento del número medio de altas en la Seguridad Social y el tipo de perfil de empleada, mayoritariamente extranjero. “Esto es, no se observa solo el afloramiento de una contratación pretérita irregular, sino también la rigidez de este mercado de trabajo, poco expuesto al contexto de crisis económica”, sostienen sus autores.
Para obtener una autorización de trabajo como trabajador transfronterizo dentro de la ocupación de empleado del hogar, los extranjeros deberán cumplir los requisitos que establece la normativa de extranjería (artículo 183 y ss RD 557/2011 del Reglamento de la LO 4/2000 sobre los Derechos y Libertades de los extranjeros en España y su integración social) ante la Oficina de Extranjería dependiente de la Delegación del Gobierno.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) analiza la situación de las empleadas domésticas en el informe ‘Mujeres porteadoras: La injusticia a la espalda’. Esta entidad distingue, por un lado, a aquellas empleadas domésticas dadas de alta en la Seguridad Social que tienen acceso a las prestaciones sociales y sanitarias de la ciudad; y, por otro, aquellas que trabajan de manera irregular en Ceuta y por tanto no tienen acceso a los recursos sociales existentes.
En cuanto al salario, APDHA calcula que de media las empleadas domésticas suelen recibir al día de 20 a 25 euros a lo que hay que descontarle el trayecto en taxi diario que supone unos 3,20 euros al día. Para comprender la incidencia de las empleadas domésticas en Ceuta, la organización resalta que representa el 27,5 por ciento del empleo de extranjeros y el 50 por ciento de las autorizaciones de empleo transfronterizo de la ciudad. El empleo doméstico esta feminizado y etnitizado, puesto que el 95,7 por ciento se realiza por mujeres extranjeras, de las cuales el 98,2 por ciento son marroquíes. El servicio del hogar es una actividad laboral fuertemente feminizada.
El sector regulado, impermeable al caos fronterizo
Las cifras de autorizaciones concedidas por la Administración General del Estado al colectivo permanecen prácticamente inalterables pese a la situación caótica en la frontera del Tarajal. Esa es la valoración de la Delegación del Gobierno, la institución que niega que haya habido una disminución en las altas de este personal transfronterizo dedicado al sector doméstico. En el último año, destacó este organismo, de mayo de 2016 al mismo mes de 2017, se realizaron 110 autorizaciones nuevas. Las titulares de pases fronterizos tienen preferencia en la entrada a Ceuta, aunque la presión y el orden de las colas puede afectar su puntualidad al incorporarse a sus puestos.