Unos ochenta militantes del PSOE de Ceuta, con su secretario general Juan Gutiérrez a la cabeza, asistieron al acto organizado por el PSOE para conmemorar el 40 aniversario de la victoria electoral y que hizo posible el primer gobierno socialista de la democracia.
Contó con la intervención del secretario general del partido y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el exsecretario general de los socialistas y expresidente del Gobierno, Felipe González.
Un acto celebrado en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla en el que se rememoró la histórica victoria socialista del 28 octubre de 1982, que supuso lograr 202 de los 350 diputados del Congreso.
El secretario general de los socialistas de Ceuta destacó el paso tan importante que se dio hace 40 años: “Lo que supuso una transformación total de nuestro país, y cuarenta años después los socialistas seguimos trabajando para que sea un país de la gente y para la gente”, indicó.
Centrándose en el acto, Gutiérrez manifestó que tanto los discursos del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, como el del expresidente, Felipe González, han “sido muy emotivos”. “El PSOE es el partido que más se parece a España” y recalcó que “somos una alternativa real para gobernar Ceuta a partir del año que viene.
"El triunfo de hace 40 años que hoy se ha conmemorado tuvo muchas consecuencias"
A partir de mayo de 2023 habrá un gobierno socialista en Ceuta después de veintiún años de la inacción del Partido Popular, que hoy en día es un gobierno caduco”, dijo.
“El triunfo de hace 40 años que hoy se ha conmemorado tuvo muchas consecuencias. Cambió España y le dio la vuelta al país sin excluir a nadie. Y desde entonces siempre, en el gobierno o en la oposición, los socialistas hemos cumplido con el compromiso del diálogo y la convivencia. En nuestra España caben todos”, dijo Sánchez, para el que, Felipe González, con sus gobiernos, “abrió camino” a una “revolución silenciosa que escribimos en el BOE cada semana con la letra y la pasión por la libertad”.
La sanidad pública y universal, el acceso a la universidad para las clases trabajadoras, las pensiones no contributivas y la entrada de España en la Unión Europea “cambia la vida de la gente desde lo concreto a lo que importa”, dijo. “Creemos en la vigencia del modelo social europeo, porque sabemos que no hay construcción política más valiosa en el mundo entero y reivindicamos ese legado con orgullo y con convicción. Hoy España no es el problema, pero Europa es más que nunca la solución”,.
Ante más de 4.000 personas, Sánchez defendió que el PSOE responde a los desafíos “con plena autonomía política” y que es “un partido libre de cualquier grupo de presión por muy poderoso que este sea” para “defender y servir a la mayoría social de España y nunca a una minoría de privilegiados”.
Por su parte, el expresidente, Felipe González, recordó cómo vivió la victoria de las elecciones de 1982, haciendo hincapié en que “todo empezó en una lucha que nos llevó a las primeras elecciones democráticas y así conseguimos unas elecciones libres”.
Hay diferencias entre el PSOE de Felipe y Guerra y el de Pedro Sánchez. Entre ellas, Felipe era creíble y tenía carisma. Sánchez ni es creíble ni fiable.
Efectivamente, Felipe pactó con Puyol en temas puntuales, pero nunca permitió la sedición que ahora Sánchez intenta anular como delito de estado.
Sabe que tiene perdidas las próximas generales, y en un rapto de egocentrismo, intenta manipular al electorado con dádivas que ya no se cree nadie.