Hoy día 30 de enero de 2014, se recuerda el día en que fue asesinado Mahatma Gandhi. A veces, son increíbles, las contradicciones que nos encontramos en la vida. Gandhi considerado líder del movimiento ahimsa (no violencia) y que promovió una lucha contra el imperio británico de forma pacifica, le fue arrebatada su vida de forma violenta a manos de un fanático hindú (es lo que nos cuenta la historia). Mi madre que entonces era una niña de nueve años, vivió el suceso de forma un tanto peculiar, y les narro cómo fue. Su familia había salido de la zona que actualmente es Pakistán, porque a partir del 15 de agosto de 1947 se había procedido a la Partición, en dos estados independientes India y Pakistán. De esa manera, la población hindú tuvo que dejar sus casas y pertenencias para comenzar una nueva vida en India. Cuentan que se trata del movimiento migratorio más grande ocurrido en la historia. Miles de hindúes abandonaron sus casas recién construidas, una de ellas mi bisabuela aunque tardó casi un año más, pues se resistía a salir de su casa, que acababa de reformar por mandato de los ingleses, al declararse en ruina cuando se cayó un poste de la luz afectando a la fachada principal Endeudados por la obra, y teniendo ya su vivienda rehabilitada, tuvo lugar la retirada de los ingleses con la posterior marcha no pacífica, pues dejaron dos países recién nacidos, India y Pakistán, enfrentados por las diferencias religiosas. Esta situación hizo que se separaran familias, amigos, etc.
Imagínense la escena, las estaciones de trenes llenas de pasajeros que iban de un lado a otro de la nueva frontera, sin tener ni idea de hacia donde ir, llevando solamente lo puesto, pues en las mismas estaciones se encontraban los nuevos ciudadanos pakistaníes que controlaban y requisaban todo aquello que no querían que sacaran los hindués que se dirigian a India. Y en esa realidad, mi madre llegó junto a mi abuela y sus tres hermanos a Beawar, ciudad del estado de Rajasthan, y el primer campo de refugiados donde pasarían varios meses y donde conoció la noticia del asesinato de Gandhi. Entonces, se pudo conocer la triste noticia en la calle, donde de inmediato se produjeron revueltas, y todos estaban muy aturdidos por haber perdido de forma repentina al alma grande (MAHATMA) como se le llamaba a Gandhi.
Han pasado exactamente 66 años de ese trágico día, el 30 de enero de 1948, alrededor de las 17:10, Nathuram Godse se acercó a Gandhi y le disparó tres veces en el pecho a quemarropa. Godse y otro conspirador, Narayan Apte, fueron enjuiciados y ejecutados el 15 de noviembre de 1949. Y reflexionando sobre este día, el 30 de enero, me pregunto, seguimos viendo que las historias se repiten, países enfrentados por las diferencias religiosas, familias que tienen que abandonar su hogar por las matanzas y revueltas, refugiados en campos que necesitan iniciar su vida en un lugar diferente…que hacemos los seres humanos, no aprendemos de la historia, de lo que ya ha ocurrido?. Y como decía al principio, son increíbles las contradicciones que nos encontramos en la vida.