La política local de nuestra ciudad ofrece situaciones tan rocambolescas como estúpidamente mediocres. Y lo decimos porque se podrían evitar en el momento en el que los gestores se aplicaran a solucionar los problemas en vez de estar constantemente creando nuevos. Los olores de la EDAR y la propia construcción de la infraestructura ambiental han dado mucho de qué hablar y nos ha tenido bastante ocupados desde que se inició su construcción. Primero, su irregular situación, que no mantenía la distancia legal para que se pudiera construir; luego, el problema de la propia obra que no ha cumplido con los requisitos de vigilancia ambiental necesarios y ha ignorado nuestras reclamaciones sobre el hedor que se produciría si no se construía el reactor con tecnología más avanzada y, por supuesto, esto no es caro sino que cuesta dinero, ya que se gana en calidad de vida y se evitan molestias innecesarias.
Seguimos anclados en los mismos esquemas mentales que descuidan los recursos ambientales y promueven la generación de economía a través de la obra civil. Las políticas ambientales continúan ignoradas (Agenda 21, Plan de Residuos, Ordenación del litoral, movilidad sostenible, uso racional del agua y del territorio, la diversidad biológica y sus hábitats, gran parte del patrimonio cultural, etcétera) pero ahora lo están más que nunca si analizamos todas las legislaturas presididas por el señor Vivas. Él mismo continúa sin creer en escenarios democráticos más avanzados con mayores cuotas de participación ciudadana, un ejemplo son nuestras reclamaciones sobre la necesaria participación ciudadana en relación a la nueva ocurrencia de obra civil en La Marina. Una obra camuflada bajo el acatamiento a la sentencia judicial, pero que además evidencia las más que criticables segundas intenciones del partido del Gobierno en el poder para seguir captando votos a través de su particular forma de “embellecer” el centro de la ciudad a golpe de macetero y vial. El espíritu peatonalizador de la anterior legislatura se ha desvanecido en el Revellín y sólo se atreve a responder ante la prensa, para acallar las justas críticas de hermetismo y ausencia de interés de participación ciudadana, que ya han contactado con el presidente de la asociación de vecinos, como si este señor fuera un amuleto que frenara las críticas a la falta de transparencia generalizada que caracteriza mucha de la gestión política de nuestro actual presidente.
La verdad es que las maneras de hacer política en la ciudad son bastante opacas, así como las respuestas ante las críticas son bastante previsibles. Por otra parte, es de agradecer el talante y la capacidad del presidente para aguantar las críticas y su entereza para sobrellevarlo. Sin embargo, el tic despótico burocrático y administrativo está presente pues su mentalidad no está provocando la necesaria evolución hacia otras esferas de participación que aumenten la corresponsabilidad ciudadana en beneficio de Ceuta. Asimismo, nos preocupa que las enseñanzas que está impartiendo desde su cátedra política cuya asignatura podría ser “como contentar a las masas provincianas en una ciudad conformista con una gestión gris pero ordenada” terminen por destruir el poco tejido gris aprovechable que les quede al resto de políticos profesionalizados que tiene a su alrededor. En fin, usted sabrá lo que hace, pero no se olvide de que dando cabida a los mismos de siempre usted está enseñando a sus aplicados alumnos de su magisterio político a hacer lo mismo y a perpetuar los circulitos de poder a los que están ustedes acostumbrados. Lo más triste es que está usted perdiendo un gran potencial de ayuda ciudadana independiente que no está aprovechando y eso, señor Vivas, significa perder talento, altruismo e ideas al servicio de la ciudad. Sabemos que su mentalidad funcionarial prácticamente adquirida desde la cuna le impide abrir más su campo a su acción política y que sus recelos y limitaciones le persiguen, como a todos nosotros por otra parte.
Posiblemente sea su capacidad de cinismo lo que peor llevamos algunos que nos atrevemos a realizar crítica respetuosa e intentamos que sea justa también con sus logros en el campo de la gestión política en beneficio de Ceuta. Como por ejemplo ocurre en el espinoso asunto de las aguas fecales y la construcción de la EDAR, siempre le hemos reconocido que, a pesar de todas las críticas sobre los detalles que la acompañan, ha sabido poner en marcha la construcción de la mencionada infraestructura y por ello merece ser reconocido sinceramente. Llegamos a decir en otra etapa más ingenua de nuestra singladura que había inaugurado una nueva etapa de modernidad en relación a la inversión en infraestructuras ambientales. Sin embargo, son los detalles los que importan y nos definen como personas o como corpus social y, en este sentido, no creemos que su política sea muy detallista ni refinada. De hecho usted ha hecho lo que le han indicado desde Madrid a la que sirve fielmente, gobierne quien gobierne; es el estado como administrador superior y en cierto sentido despótico el que dicta los pasos y los procedimientos. El cinismo viene una vez que se ha tragado todo sobre la obrita de marras (por la que llegamos a solicitar una auditoría por el dispendio injustificado) y de repente todos los años en la misa de difuntos vuelve a preguntar por el mal olor. Como si no supiera de dónde proviene si está celebrando la misa en la entrada del cementerio bajo carpa y soplando el poniente que soplaba. ¡Pues claro que es la EDAR la que huele!, a pesar de que un mamarracho y posiblemente resentido de clase y condición le indicara que eran “los pescaos de allí arriba”. Está claro que olerá porque no han podido o querido invertir en la tecnología sin olores, pero de la misma manera tampoco le ha importado la falta de integración paisajística de la afeante infraestructura. Por otra parte, nos parece que el olor está alrededor del área del cementerio y de las carreteras de acceso y de subida al Monte Hacho, pero realmente no pasa de ahí. Se podría haber hecho mejor pero ni usted ni su equipo han sabido o podido hacerlo mejor.
Desde nuestro punto de vista los olores son soportables a cambio de los beneficios que tiene para el medio marino y sobre todo los que tendrá en un futuro cuando todas las aguas fecales se encaucen y lleguen a la EDAR, pero la cuestión es que si le parece poco decente y apropiado que las familias soporten el hedor en el camposanto, haga algo y no se lamente, y sobre todo no quiera pasar por un inocente santurrón que no se entera de nada y que es víctima de los que tiene alrededor. Usted sabía que olería y que huele es una evidencia inapelable.
Por último, y por enfatizar más nuestros argumentos, nos gustaría decirle que si bien con esta última obra proyectada cumplen con la sentencia judicial sobre los garajes de la marina también podrían haber aprovechado para soterrar el famoso vial de La Marina que tiene que transportar un volumen muy importante de las aguas fecales a la actual EDAR. Sin embargo, se ha preferido optar por una operación de maquillaje urbano algo estrafalaria y presuntuosa más acorde con su política de vulgaridades urbanísicas propias y consentidas. Por todo esto y por mucho más le decimos que a pesar de sus virtudes y logros en beneficio de Ceuta, podría ser mucho más útil si no utilizara la coartada democrática de la mayoría de votos para justificar todo; nuestra obligación es decirle que empiece a contar con otros talentos y opiniones fuera de su círculo de poder político y de sus sobrevalorados funcionarios de los que usted forma parte.
La situación es preocupante porque a las escasas posibilidades de alternativa política se une su extenso y constante magisterio político sobre los posibles presidenciables que nos llevará a la repetición de los modelos que se han instaurado. Al menos sus enseñanzas sobre el talante conciliador y el trabajo constante en pro de Ceuta también estarán aprendidos por sus compañeros de viaje político o eso esperamos para no retroceder todavaía más en la edad mental de la gestión política.