De Eritrea, Siria,
Yemen... hasta de Líbano. Sortear la
valla o bordear a nado los
espigones son las alternativas de los grupos, preferentemente subsaharianos, que esperan al otro lado el momento de cruzar a Ceuta. Es un
goteo permanente bien alejado de los mensajes de entradas masivas atribuidos a informes internos del CNI.
La inmigración del goteo se lleva a cabo entre quienes evitan los acercamientos en masa, que son mucho más perceptibles por las fuerzas de seguridad que los que se producen como parte de grupos aislados. Durante el fin de semana una docena de subsaharianos ha llegado a Ceuta sorteando el vallado, de la misma forma que lo han hecho a nado, y de manera aislada, varones que se han identificado como yemeníes, sirios o del Líbano.
La Asociación Española de la Guardia Civil -AEGC- ha reclamado más medidas para una impermeabilización real del vallado,
poniendo en evidencia que las activaciones de los sensores se producen con retraso por lo que insta al Ministerio de Interior a actuar de inmediato y arreglar las deficiencias técnicas del perímetro.
Las entradas por goteo son constantes a través de la línea perimetral
Tal y como ya denunció la asociación, desde la obra de retirada de las concertinas se dañó el sistema de sensores cuya activación se produce con retraso lo que incide directamente en la detección de esas entradas.
El futuro final de todos ellos pasa por su ingreso en el CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) del Jaral, una vez hayan cumplido el periodo de cuarentena obligada en las naves reconvertidas en albergue provisional para inmigrantes.
Delegación del Gobierno trabaja en dar celeridad a las salidas de residentes del centro a la Península, al objeto de evitar así situaciones de crisis como las vividas hace una semana que llevó no solo a la generación del altercados dentro de las instalaciones sino también al inicio de una huelga de hambre y a una acción de protesta.