La inmigración no deja de sorprender. Y más en Ceuta en donde la permeabilidad fronteriza provoca que en un mismo periodo temporal se produzcan dos hechos totalmente opuestos. Así ha ocurrido con el colectivo de sirios. Uno de los menores, ya adolescente, que se encontraba acogido en uno de los centros que tutela la Ciudad Autónoma ha conseguido escapar de Ceuta oculto en los bajos de un camión en compañía de dos argelinos. El menor burló cualquier tipo de control policial y llegó a Algeciras, en donde, ya en un autobús, ha conseguido llegar hasta la capital de España. Allí permanece, sin papeles, entremezclado en la bolsa de clandestinos asentada en la península cuyo gran objetivo es cruzar a países como Francia o Bélgica.
La marcha de este sirio no ha hecho bajar el conjunto global de inmigrantes que, de esta nacionalidad, hay en Ceuta. Y no lo ha hecho ya que el CETI ha contabilizado la llegada de un nuevo ciudadano sirio, adulto, que habría conseguido llegar hasta la ciudad presumiblemente al ser introducido en algún vehículo por las mafias que están explotando esta vía de pase en el Tarajal. Y esto es lo que se piensa debido a que en las últimas horas se ha producido la entrada de varios subsaharianos que habrían conseguido el pase ocultos en dobles fondos de vehículos.
En el caso del nuevo ciudadano sirio, no se tiene constancia de que tenga alguna vinculación familiar con el resto de los que están asentados en el centro del Jaral, y que entre sí mantienen mismos vínculos sanguíneos. Todos ellos tienen en común que son peticionarios de asilo y que están a la espera de que se conozcan sus resoluciones. En Melilla ya se están resolviendo, ya que de hecho la Delegación del Gobierno de la ciudad hermana ha anunciado la pronta marcha de grupos de esta nacionalidad a la península. En el CETI melillense superan los 200 sirios, todos llegados allí por vía terrestre.