La ausencia de noticias es la peor losa que puede soportar una familia ante la falta de un ser querido. No saber absolutamente nada de su paradero, golpear a muchas puertas buscando respuestas sin encontrarlas de momento. Juan Jesús Correia es un vecino de Ayamonte (Huelva) que esta semana cumple el fatídico aniversario de su desaparición. Sus padres, su hermana, quien era su pareja no se rinden y piden también ayuda aquí, en El Faro de Ceuta. Necesitan saber algo de él, qué es lo que pudo pasar cuando el 11 de junio de 2021 marchó a pescar atunes con un amigo y jamás regresó.
Esta es una de esas historias en la que sí se cumplieron los protocolos. La familia puso en conocimiento de la Guardia Civil la falta de Juan a las horas de no producirse el regreso al hogar. Se activó la búsqueda en el radio de acción que podía afectarle echando mano de cuantiosos medios. Nada se supo. No aparece Juan, pero tampoco el amigo que iba con él ni la embarcación semicabinada que ocupaban, dotada con un motor. Hay denuncia presentada por su desaparición tanto en Huelva como en Portugal y Marruecos, pero de momento, salvo algunas informaciones que no llevaron a resultados positivos, nada se ha podido conseguir.
La embarcación empleada con motor nunca apareció, tampoco restos
La familia de Juan no se resigna a olvidar el caso, por eso piden ayuda a través de El Faro de Ceuta por si alguien puede tener una pista, aportando tanto una imagen reciente del joven, que en el momento de su marcha tenía 37 años, como de la embarcación y el motor de esta. Cualquier ayuda es buena para intentar resolver una historia preñada de multitud de incógnitas. Nunca fue encontrado resto alguno de la semicabinada, algo factible en el caso de haber tenido un accidente pero Salvamento Marítimo no dio con los indicios que apuntaran a que algo había ocurrido en el mar. Tampoco se hallaron los cuerpos de los dos amigos en los rastreos llevados a cabo con unidades marítimas e incluso empleo de helicóptero. Es como si nunca hubieran estado en la zona, pero sí estuvieron.
“Algo ha tenido que pasar”, contaba su hermana Ada hace unos meses a este periódico. Es lo mismo que sigue pensando hoy, valorando la posibilidad de que su hermano pueda encontrarse en algún lugar bajo su voluntad o que incluso hubiera sufrido algún accidente que le impidiera ponerse en contacto con sus familiares o le hubiera causado alguna desorientación temporal.
Juan tiene uno de los brazos completamente tatuado con motivos marinos
Juan tiene amplia experiencia en el mar. Con tradición familiar marinera y dedicado antes a este oficio, la conoce a la perfección, por eso habría sabido cómo reaccionar ante un imprevisto. Uno de los brazos lo tiene completamente tatuado con símbolos alusivos al mar, al oficio de marinero: un barco, una brújula, las olas... Cuando marchó de casa vestía polo de color azul con pantalón corto verde y zapatos de varios colores.
La familia quiere agotar todas las vías posibles, sin pasar página hasta que se disponga de algún dato que pueda servirles para conocer qué pudo pasar después de esa salida. La colaboración ciudadana ha servido, en muchos casos, para resolver casos que se antojaban complicados, para localizar a desaparecidos y dar datos útiles para los investigadores. Quien pueda tener alguna idea del paradero de este joven debe ponerse en contacto con este periódico o comunicarlo a la Guardia Civil.
“Seguimos sin tener noticias de nada, ha pasado ya un año y pensamos de todo... A ver si alguien puede tener alguna noticia”, confía Ada.