Otra petición de ayuda. Otra familia desesperada. Otro marroquí perdido cuando intentaba cruzar a Ceuta después de que la frontera echara el cierre y eso produjera un constante flujo de salidas nunca antes visto por vía marítima. Youssef habló con su hermano Zakaria por última vez hace justo 18 días. Fue cuando le comunicó que quería entrar en Ceuta y que lo haría por mar, cruzando el espigón del Tarajal. De aquella llamada se pasó al olvido, nunca más hubo respuesta ni se sabe el paradero de este joven, que cuenta con 26 años y que es nacido en Chaouen, pero se encontraba en Castillejos.
Trabajador del campo, anunció a su hermano que cruzaría solo y a nado. Era la primera vez que lo hacía, o al menos la primera que su familia tiene constancia de ese intento. Tras esa llamada telefónica debería haberse producido otra, la de la confirmación de la llegada. Su hermano ha esperado un tiempo prudencial, pensando que podía haber perdido el móvil, que le habrían confinado durante más tiempo en las naves... pero pasan los días y la ausencia de noticias le ha llevado a pedir ayuda. Solo quiere que quien lo haya visto contacte con este periódico para reunir a una familia separada primero por la frontera y después por la incertidumbre.
Desde hace 18 días nada se sabe del paradero de este joven marroquí
Youssef podía mantenerse pero sin esperanzas de prosperar y eso le llevó a intentar entrar en Ceuta con el objetivo de encontrar aquí esa mejor vida que luego no existe, pero que aún así sigue siendo el engaño para todos aquellos que continúan buscando la entrada de esta manera. Prácticamente cada noche se detectan nadadores, muchos de ellos son interceptados por los agentes marroquíes, pero buena parte desaparece, no deja rastro y genera desesperación entre familias que buscan a sus seres queridos y nunca los encuentran. A Youssef lo buscan desde hace 18 días, desde esa última llamada de teléfono en la que anunciaba su marcha. La falta de control sobre las identidades, la falta de un sistema de búsqueda de estas personas provoca mayor inquietud entre las familias rotas y separadas por la frontera sur.
Hasta cuando tantas muertes? Por quė no se devuelve a todos los clandestinos y se acaba de una vez con el efecto llamada? A graves problemas, soluciones contundentes. Expulsión de todos los ilegales y control férreo de fronteras, por tierra, por mar y por aire. Y si a algún paīs europeo le parece politicamente incorrecto, que se los lleve a todos. Ya está bien de tråfico de personas y de muertes