La historia de Silvestre puede ser la de uno más de los cientos de gatos comunes que pululan por las calles, algunos con la suerte de haber caído en una colonia donde los cuidan, alimentan y miman, les dan cariño mientras les hablan y hacen lo imposible por encontrarles un hogar. Otros no tienen la misma suerte y se ven obligados a vagabundear por la ciudad, buscando con qué alimentarse, huyendo de aquellos que los consideran alimañas y los maltratan injustificadamente porque simplemente les han maullado reclamando un poco de atención o de comida.
Silvestre es especial, o al menos así lo consideran todos los que lo han conocido. Él tiene la suerte de vivir en una colonia controlada. De carácter noble, tranquilo y cariñoso, se desconoce su origen, aunque hay quien piensa que alguna vez tuvo un hogar y de ahí su apego por los humanos. Un día de febrero, una de las voluntarias de la colonia lo encontró en mal estado de salud y lo trasladó a la Protectora de Animales donde lo trataron de problemas de piel.
Allí se ganó a todos los que le conocieron y fue allí donde se ganó su nombre: Silvestre. Aunque regresó a su colonia, en breve tuvo que volver a la Protectora donde lo tuvieron que tratar nuevamente. Hasta en cuatro ocasiones ha pasado por estas dependencias donde nunca le ha faltado la mejor atención veterinaria y los mimos de voluntarios y miembros de la junta.
El gran cariño que Silvestre ha despertado en todos, motivó a los amantes de los animales a encontrarle un hogar, bien en nuestra ciudad, bien en Francia, donde muchos gatos y perros son adoptados en alguno de los viajes que la Protectora hace anualmente al país vecino.
El destino no ha querido ofrecerle un hogar a Silvestre. Las pruebas requeridas en Francia para adoptar un gato no le permiten viajar los miles de kilómetros que le ofrecerán una nueva vida. Y es que Silvestre es positivo en inmunodeficiencia felina, enfermedad que no afecta a las personas pero que es muy contagiosa para otros gatos.
Además, su naturaleza es de tal nobleza que el resto de gatos de su colonia no le acepta y le ataca, sin que él haga nada por defenderse.
La suerte no le ha acompañado y este maravilloso gato de ojos verdes que mira con pasión a las personas pidiendo una oportunidad no disfrutará de un hogar en Francia, al menos no allí. Pero aún puede lograrlo en nuestra ciudad. No es joven, pero ello no debe ser impedimento para que disfrute sus años de vida en compañía de una familia que aprecie lo especiales que son estos animales que aún muchas personas rechazan por miedo o desconocimiento.
Interesados en adopción contactar en el facebook: Protectora de Animales y Plantas de Ceuta o bien llamando al teléfono o llamando al teléfono 856206609.
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