El Círculo de Silencio se ha concentrado este miércoles en la Plaza de la Constitución de Ceuta para mostrar su repulsa ante las situaciones de injusticia que se viven en la Frontera Sur. No se ha pasado por alto las muertes ocurridas en el recién dejado 2019, con más de 650 vidas perdidas. Hay más de 400 familias que no saben siquiera el paradero de sus seres queridos.
Empezó 2020 con las mismas injusticias reflejadas en las devoluciones en caliente ejecutadas en las islas Chafarinas. Nada cambia en la Frontera Sur, 42 personas fueron devueltas cumpliéndose órdenes del Ministerio de Interior, había menores y mujeres heridas. “A día de hoy más de 300 organizaciones sociales de defensa de Derechos Humanos hemos suscrito un manifiesto para condenar esta práctica ‘ilegal’ que no respeta el Convenio Europeo de Derechos Humanos ni la propia legalidad española”, han explicado en el mensaje leído ante los presentes.
Todos los Círculo de Silencio llevan consigo la denuncia por las injusticias en frontera, en este miércoles también porque se han colocado las quejas en la externalización de fronteras como política migratoria “con la que nuestros gobiernos pretenden delegar la responsabilidad de las vidas de las personas a los gobiernos de países de tránsito donde, en la mayoría de los casos, no se respetan los Derechos Humanos”.
La situación de los menores ha cobrado también su protagonismo, las vidas de esos niños y niñas que migran, que están solos es especialmente grave en las rutas migratorias. En Melilla se habla de “catástrofe humanitaria” en el centro de la Purísima, que ni reúne las condiciones y en donde se “atenta gravemente contra la dignidad de estos menores”.
“Sin políticas sociales, educativas y de empleo inclusivas, el futuro de estos niños queda condenado a la precariedad y la exclusión social. Queremos construir una sociedad justa e igualitaria, que apoye a estos menores y contrarreste el discurso de odio que criminaliza y estigmatiza”.
Esto ya cansa, si no les gusta esta frontera que salten por otra, aunque ya se sabe que este tipo de movimientos tiene un trasfondo económico pero como España es el país de la solidaridad extranjera más que para si misma, es lo que hay, a seguir pagando impuestos para dicho fin.
Ya no tenemos concertina,,, ahora que quieren... ??