Sihame y el CETI

Pues sí voy a ser yo la que rompa la tónica que se da últimamente de escritos contrarios a la inmigración. Como en la vida tiene que haber distintos puntos de vista, entre tanto y tanto pasaje en el que se nos insta a llevarnos las manos a la cabeza ante la presión migratoria, habrá que dejar espacio a quienes no vemos en la llegada de los inmigrantes un problema. Todo depende de mentalidades, todo depende de la forma en que usted entienda el mundo y el sistema. Y de momento el que tenemos es un fracaso. Nos hemos gastado una millonada en levantar muros, han fallecido millones de personas, hemos asistido a situaciones desesperadas y han pasado delante nuestra cientos de gobernantes vendiendo eso de que tenían controlada la situación. ¿Y qué hemos conseguido? Nada. La gente sigue emigrando, sigue muriendo y sigue alimentando un flujo que no cesa, mientras Europa construye una política equivocada y los ciudadanos percibimos todo como un problema.
Fíjense nuestros ilustres políticos. Los concejalillos de este pueblo. Han sido incapaces de llevar a pleno una propuesta orientada a sacar partido de la inmigración. Más bien se han transformado en ignorantes asustados que han ido llorando por las avalanchas y han pedido, como auténticos necios, que, entre todos, pongamos un número a lo que nos entra. ¿Alguien ha pensado el partido, el provecho que podemos sacar de ese CETI?
Hoy le contamos la historia de Sihame (en la página 16), una estudiante belga que lleva dos meses en el CETI investigando, obteniendo datos para hacer una tesis. ¡Bingo! Tenemos a alguien que viene de fuera a Ceuta atraída por la inmigración. Ya ven por eso tan malo, malísimo, malo que nos va a comer. ¿Y si algún concejalillo de pueblo pensara que quizá no estaría mal eso de proponer la firma de acuerdos para que vengan estudiantes de fuera para hacer lo mismo que Sihame?, ¿y si pensaran que Ceuta puede ser un punto importante entre Europa y África para captar a todos esos investigadores que vienen a nuestra ciudad para analizar la inmigración?, ¿saben cuántos periodistas llegan hasta la ciudad atraídos por este fenómeno para hacer sus proyectos?
En 13 años que llevo por aquí tan sólo he visto a una persona soñar con esta meta, tener la capacidad suficiente para ver más allá del problema, plantear como propósito que hay algo más de lo que todos vemos. Les hablo del director del CETI, Carlos Bengoechea, quien no se cansa de defender lo que para buena parte de la población española es indefendible. Quizá porque estamos muy cómodos en esa postura de víctimas de un país invadido.
Si nos obsesionamos con nuestras ideas, si nos encerramos en ese círculo vicioso de prejuicios, si nos negamos a aceptar lo nuevo porque queremos que nadie nos dañe nuestra burbuja terminaremos ahogándonos en el vaso de las necedades y seremos los reyes, sí, de nuestra pequeña, dulce y marinera república bananera.