666 ciudadanos, españoles y algunos marroquíes residentes en España que llevan casi tres meses atrapados en Marruecos, viajan este jueves por la tarde desde Tánger-Med a Málaga en un barco especial operado en este caso por Trasmediterránea y organizado por la Embajada española en Rabat.
Se trata del sexto barco de repatriación que sale desde Tánger para traer de regreso a España tanto a ciudadanos españoles como a marroquíes residentes en nuestro país, que se han desplazado con sus coches o a pie a primera hora de esta mañana. Tenía previsto salir a las 14.00 horas (horario marroquí), aunque lo ha hecho con casi una hora de retraso, y llegará a Málaga sobre las 20.00 horas.
Al igual que en los cinco anteriores, el 22 y 28 de mayo y el 3, 4 y 10 de junio, en los accesos al puerto de Tánger se han formados colas kilométricas desde bien temprano. En su mayoría, estos ciudadanos iban provistos de mascarilla y tanto a lo que viajan con vehículos como a los peatones les han tomado la temperatura y les han hecho rellenar un formulario sobre su estado de salud.
“El martes por la mañana me llamaron. Estaba esperando la llamada hace casi tres meses y al final me han llamado. La verdad es que estoy muy contento porque toda mi vida está en España. Vine solo por 15 días y he estado casi cuatro meses en Marruecos, pero ya este jueves estoy dentro del barco y ya estamos preparados para que zarpe para Málaga”, comentaba algo nervioso Rachid Adami, un español de 45 años de origen marroquí que es uno de los que va abordo en el ferri de repatriación de este jueves.
Rachid lleva 18 años viviendo en España, concretamente en Valencia, donde trabaja como carretillero en un almacén. Aunque ahora está parado porque “me han dado de baja porque me quede aquí atrapado en Marruecos”. Con ese trabajo alimenta a su mujer y a sus tres hijos que viven en Marruecos.
Por eso, el pasado 7 de marzo se fue al país vecino para pasar sus 15 días de vacaciones con su familia. “Ellos tienen visado para venir pero aún no pueden venir porque de momento este viaje es solo para residentes, los de visado no pueden”, ha continuado. Como viajaba sin coche, se ha apuntado a este barco con otros dos conocidos y uno de ellos sí que viajaba en coche.
Driss es otro de los afortunados y así se siente, “afortunado”. Este marroquí de 40 años viajó a su país de nacimiento el pasado 11 de marzo “para arreglar unos papeles de mi hermano para una cosa de una tierra y al final cerraron la frontera y aquí me quedé”. Vive en España desde 1999, actualmente en Hellín (Albacete) y tiene permiso de residencia.
Fue de los primeros a los que llamó la naviera el 3 de junio para volver en el barco de este jueves. Como viajaba solo y sin coche, “no me ha salido muy caro como a otras personas, solo los 69 euros que hay que pagar por pasajero”. Cuando llegue esta tarde a Málaga se subirá en un autobús que han organizado entre muchos de los atrapados que vuelven hoy y que le dejará “por otros 75 euros” en Murcia, a una hora en coche de su casa y donde “alguien irá a recogerme”.
Uno de los motivos por los que viajó Othmane era para recoger la documentación necesaria para tramitar la nacionalidad española, pero “no ha podido ser”. Este marroquí residente de 28 años lleva 20 años en nuestro país ya que “prácticamente me he criado en España”. Actualmente, vive y trabaja en el sector de la mecánica en Córdoba.
“El martes por la noche a las nueve me llamaron. Ayer (por el miércoles) fue un día de perros por toda la documentación que necesitaba. Hoy casi sin dormir, toda la noche de viaje, pero aquí estamos con el fin de volver. Me apunté para el 22 de mayo y para los sucesivos y no me llamaron hasta el de este jueves”, ha explicado.
Junto a su padre viajaron el 8 de marzo a Marruecos, donde han estado más de tres meses atrapados. Ahora vuelven juntos a España con su coche, porque en total “hemos pagado casi 300 euros”. “Cuando hemos subido a algunos les echaban producto desinfectante en el coche y a otros no”, comenta entre el barullo de fondo.
Cuando lleguen a Málaga cogerán su coche y pondrán rumbo a Córdoba, donde les espera toda la familia. Pero Othmane confiesa que en mucho tiempo no volverá a su país de origen. “Nosotros teníamos billete con vuelta abierta para volver a España y ahora no sabemos cuándo lo podremos usar porque es para 12 meses y yo ya he estado tres aquí y la verdad que en nueve meses no voy a volver”, ha continuado.
Considera que deberían haber puesto barcos “más seguidos, por ejemplo cada día como está haciendo Francia, no dos cada semana, es mucho tiempo esperando con la incertidumbre”. “La gente está con ataques de nervios, gente que ha dejado a familiares enfermos o niños pequeños en España o, incluso, gente que se han muerto familiares suyos. Gracias a vosotros, El Faro de Ceuta, que dais voz a toda la gente que tiene este problema, que no somos uno ni dos, sino que hablan de 9.000 personas”, concluyó. Por todos ellos, muchos llevan camisetas y carteles.
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