¿Pero y fuera? Según López, hasta el momento no han apreciado que haya habido modificaciones de los espacios comunes. Emvicesa está ojo avizor, advirtiendo de que se actuará si se aprecia cualquier intento de alterar la arquitectura de la promoción pública. Pues bien, de entrada ya se ha abierto una ventana -como se aprecia en la imagen- en mitad de una de las fachadas que no la contemplaba. La actuación se ha llevado a cabo en estos días, estando todavía el cemento fresco que refleja que la obra para sacar una ventana donde no la había, se ha llevado a cabo hace bien poco. Emvicesa señala que se está controlando esta situación, más si cabe después de las alteraciones que se han llevado a cabo en la primera tanda de viviendas entregadas y habitadas, cuyos residentes cambiaron por completo todas las fachadas exteriores, cerrando patios y construyendo exteriores nuevos. Ahora vuelve a suceder.
El propio Antonio López ya avanzó en el programa ‘La Voz del Faro’ de la cadena Cope que los arquitectos que habían llevado a cabo esta promoción no habían seguido un modelo adecuado al perfil de adjudicatario que se iba a dar en Ceuta. Palabras con las que mostraba su no demasiada conformidad con el resultado final de esta obra.
El hecho es que el inicio de ocupación de las mismas ya empieza a notar variaciones sustanciales a las que, ahora, la Sociedad Municipal de la Vivienda tiene que poner orden. Los precedentes en anteriores promociones arrojan un solo resultado: se construye, se modifica lo construido, saltan las alarmas, se amenaza con sanciones y al final todo queda igual. Ahora le toca a esta promoción.
Beneficiarios de corte social
Al menos 120 de las 170 viviendas de promoción pública de Loma Colmenar construidas por SEPES junto al Hospital universitario sirven para realojar a familias que se encuentran en la actualidad dentro del programa de alojamiento alternativo de la Consejería de Asuntos Sociales. Tras su entrega ha habido quejas de algunos de los receptores por la falta de habitaciones cuando se trata de familias amplias y las casas solo tienen dos habitaciones. Desde su entrega también ha habido denuncias de beneficiarios que no han podido ocupar las casas al haberse introducido ‘okupas’.