“Si la Policía supiera dónde está Marta ya se habría encontrado el cuerpo”

Juan Carlos Ruiz. Profesor de la Escuela del Sindicato Unificado de Policía de Madrid

Asegura que el juez hace su trabajo y las fuerzas de seguridad el suyo. “Nosotros no tenemos que meter a la gente en la cárcel”, explica este agente de la Científica con más de 20 años de experiencia

Ha pasado muchas horas pensando en la resolución de casos que parecían imposibles de descifrar y más de dos décadas de experiencia como policía científica le han enseñado a que la tecnología y los avances son importantes, pero más lo es ser puntilloso y escrupuloso en la búsqueda y el cuidado de las pruebas. Un grupo de policías locales, nacionales y guardias civiles de Ceuta asisten esta semana a un curso impartido desde el Sindicato Unificado de Policía que trabaja por abrir un frente común de formación y profesionalización de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. “Tienen muchas ganas de aprender y hay que destacar el papel del SUP, preocupado por nuestra propia formación, algo importantísimo para seguir avanzando”, señala Juan Carlos Ruiz.
–¿Cuáles son los objetivos del curso que está impartiendo?
–Se trata de formar a los policías para el tratamiento de una escena en la que se ha cometido un hecho delictivo grave, para que estos policías, que suelen ser los primeros que llegan a la zona, sean capaces de proteger los posibles indicios que se puedan encontrar. ¿Cómo? Pues no simplemente a partir de una pista sencilla decir ‘no toques’, sino hacerles entender y saber por qué no hay que tocar, qué indicios se pueden hallar, las propiedades, las características,... en definitiva les explico el camino que recorre el indicio desde que se produce hasta que se convierte en una prueba en un juicio oral capaz de condenar a una persona o de exculparla. La idea es darles un tratamiento profesional y actualizarles además en los medios que existen que dependen mucho de la ciencia y la tecnología
–¿Cuál es el nivel de la Policía Científica local y nacional?
–El nivel de la Policía de Ceuta me imagino que es como el del resto del país y el de España comparado con el resto de países europeos es similar. Ahora, con respecto a Estados Unidos u otros países estamos  por debajo.
–¿Se le ponen los dientes largos con los medios de los que dispone EEUU?
–Sin duda.
–¿Qué es lo más importante para ser un buen profesional en este campo más allá de los medios de los que se disponga?
–Depende siempre de la persona, la capacidad que tengas, la minuciosidad, ser escrupuloso para mantener un protocolo especial, ser preciso, no mirar por mirar... la sensibilidad de las pruebas científicas es tanta que o eres muy preciso a la hora de manejar los indicios o los estropeas directamente. hablamos de que por una mínima célula de escamación se puede identificar una persona. Así que o cumples estos requisitos o por muchos aparatos que tengas, no valen nada.
–¿Quién no puede ser un policía de la Científica?
–Una persona que sea desordenada y caótica no podría serlo.
–¿Existe una red unificada de todas las fuerzas de seguridad del Estado?
–Hay dos bases de datos unidas actualmente: una de huellas dactilares y otra de ADN.
–¿Y es suficiente? Quedarán muchos vacíos con todos los extranjeros que llegan y no están incluídos en las bases... ¿eso no complica la eficacia?
–No complica las cosas, lo que hay es lo que se puede hacer. Antes había un problema, cuando no estaba unificada. Ahora ya no, ese problema está ya solucionado. Antes cada Cuerpo tenía sus propias bases de datos y una persona podría tener antecedentes en la Guardia Civil y no en la Policía... el problema es de recursos informáticos y existen medios que antes no existían.
–¿Qué le gustaría que existiera en cuanto a medios?
–Que siga la ciencia avanzando en la investigación del ADN para conseguir que las pruebas sean más rápidas y más baratas. Eso llegará con el tiempo.
–¿Es la justicia en ocasiones una barrera para su trabajo? ¿Puede un juez invalidar una prueba fehaciente?
–No. El juez hace su trabajo y nosotros el nuestro. El juez trabaja con lo que tiene. Si yo hago mal mi trabajo me lo puede tirar por tierra y si lo hago bien no. Una cosa es una prueba que yo aporte y otra la de que el juez tiene la libre valoración de las pruebas y él puede decidir si es culpable o no, no significa que yo lo he hecho mal. Nosotros tenemos un indicio, lo analizamos, lo estudiamos, lo presentamos y ya está. Mi trabajo no es meter a la gente en la cárcel.
–¿Qué le gustaría que existiera en cuanto a medios?
–Hay una maquinaria con la que la policía colabora, la justicia es otra y las leyes son otras. Y todo eso es lo que se pone en marcha. Hoy en día las cosas son las que son y los jueces tienen un dicho: ellos juzgan según las leyes que les dan los políticos.
–Ahí quería llegar: ¿es esa la barrera real ante la falta de justicia que tanto demanda la gente?
–Las cosas son así. Nosotros debemos cumplir con nuestro trabajo.
–¿Dónde está Marta del Castillo?
–Si las fuerzas de seguridad lo supieran ya se habría encontrado su cuerpo.
–¿Qué ha pasado ahí?
–Lo de siempre: la miseria humana de cometer un homicidio, luego unas circunstancias de aseguramiento de encubrir el delito...
–¿Hace falta ser inteligente para eso?
–No, simplemente una serie de coincidencias, condiciones que hacen que sea muy muy muy difícil llegar a esclarecerlo. El delito, hay pruebas, se encontró ADN de ella... pero lo que no se encontró es el cuerpo. Se ha demostrado científicamente que esas personas tenían una relación con ella, pero sin cuerpo del delito... En 1847, Hans Gross, un padre de la criminalística moderna, se quejaba de la cantidad de medios que disponía un delincuente para intentar ocultar un crimen que previamente habían tenido todo el tiempo del mundo para preparar y que él no tenía materia ni leyes para podérselo imputar.
–¿Las series de la televisión como CSI hacen daño a la profesión?
–A veces sí, pero la vida no es una película, hay que tenerlo claro.