“Si a los jóvenes no les cuentas algo de interés pensarán en Madonna o el fútbol”

Mañana comienzan las IV Jornadas de Patrimonio para Jóvenes, que versarán sobre la Guerra de África, aprovechando la celebración del 150 aniversario de la contienda que amplió los límites de Ceuta y creó el protectorado español de Tetuán.

 El primero en intervenir será el abogado e historiador Salvador Acaso Deltell, madrileño de 67 años, profesor del CESMA, y autor del libro ‘Una guerra olvidada’, que precisamente versa sobre este conflicto armado. No contento con abordarla desde un punto de vista académico, ha escrito una novela histórica, XX, que será publicada por el Instituto de Estudios Ceutíes.

–¿Cuál es el interés de un abogado como usted en estudiar la historia y más concretamente la guerra de África?

–Siendo muy joven, con 17 años, leí las memorias de un testigo de la guerra de África, el famoso libro de Pedro Antonio de Alarcón, que me fascinó y quedó almacenado hasta que, al llegar a la madurez y jubilarme, tuve tiempo de estudiarlo y escribir un libro.

–Esa edad a la que leyó el libro es más o menos la de su audiencia, ¿cómo va a hacer para interesarles?

–Es muy importante hacerles participar, no estar sentado sino acercarte. Mis alumnos universitarios tienen 17 y 18 años, tampoco hay tanta diferencia. La forma cambia radicalmente con otros públicos: no es lo mismo hablar a personas sesudas que aceptan un rollo a chavales jóvenes quienes, si no les cuentas algo que les interese, se ponen a pensar en Madonna o en el partido de fútbol.

–¿Qué tenía aquel libro que leyó de joven para que le fascinara?

–Alarcón fue con 19 años a la guerra y publicaba en la prensa cartas de un testigo que se editaron en forma de fascículos cuando terminó la guerra. Siempre me ha gustado la historia, y quise escribir sobre esto porque surgen dudas, como el verdadero origen de la guerra.

–¿Cuál fue?

–Se decía que los nativos de la cábila de Anyera “ultrajaron el escudo español” que señalaba los limites. Simplemente, cagaron encima. ¿Por eso se monta una guerra con 4.000 muertos?

–¿Por qué, entonces?

–En 1855 se encargó al gobernador militar de Melilla, el brigadier Uceta que hiciera un estudio sobre las posibilidades de defensa de Ceuta y Melilla. En ese informe se concluyó que, si los marroquíes instalaban unas baterías en el cerro del Otero, arrasarían la ciudad fácilmente. Se empezaron a construir unas fortificaciones que los nativos de Anyera no permitieron, y ahí comenzó la guerra.

–¿Influyó algo más para emprender esta guerra?

–Es una de las acciones militares más lastimosas de la Historia de la Humanidad, que no se entiende si no es dentro del movimiento colonizador que actuó como caldo de cultivo. Cada país europeo podía invadir. España actuó movida por un sentimiento de inferioridad ante las potencias europeas. Si Francia estaba en Argelia, nos veíamos como el pariente pobre. ¡Pues mire usted, vamos a colonizar Marruecos para que vean que somos unos tíos muy machos!

–¿Pero fue una victoria para España, verdad?

–De manera total y rotunda, fue un paseo militar, ya que O’Donnell acertó al enviar a las tropas de montaña, preparadas para una lucha al estilo guerrilla. Por ejemplo, de los cuatro mil muertos, 2.900 fueron por el cólera, y el resto en combate

–¿Había apoyo popular?

–Sí, de hecho se presentaron muchos voluntarios, como Pedro Antonio de Alarcón, que además escribía para la prensa. Y fue un acierto que fuera un militar que vivía las batallas. Y en el periódico se publicaban las bajas, incluso los heridos que tenían sólo moratones. La paz de Wad-Ras supo a poco, puesto que las ilusiones se habían puesto mucho antes de la guerra. Pero los marroquíes hicieron ver a España que, si Tetuán se incorporaba como provincia y no como protectorado, el sultán perdía el trono y la cabeza.

–¿Así que se dejó libertad a los periodistas?

–No. Hubo censura, especialmente en cuanto al cólera, aunque llegó a tal punto que no se podía ocultar más. De todas formas, el apoyo popular continuó y a la vuelta, los soldados fueron recibidos en un desfile triunfal

–¿Qué supuso esta guerra para Ceuta?

–Un antes y un después, uno de los hechos más importantes de la Historia. Antes, Ceuta acababa en en las Murallas Reales, todo lo demás es a causa de esta Guerra.

–¿A la larga, fue buena para España?

–Para nada, fue un fracaso porque hubo que mantener un protectorado. Todo lo que pasa después no se explica sin esta guerra. Por ejemplo, la revolución de 1968, porque el gran héroe, el gran encumbrado de la guerra por el pueblo fue el general Prim, que llevaría a cabo esa revolución.