Después de conocer la situación de Khadija Lagmouchi, quien el próximo lunes podría perder su casa en la barriada de Benzú, los Servicios Sociales han considerado, de manera extraordinaria, buscarle un piso de acogida de manera transitoria, mientras encuentra otra opción de vivienda para ella y sus seis hijos.
Para evitar que caigan en el desamparo, el departamento ha ingresado a Khadija en el programa urgente de alojamiento alternativo, que consiste en, según la renta de la persona, ayudar con parte o la totalidad del pago del alquiler a las familias en situación de desamparo.
Tal y como explicó Servicio Sociales a través del departamento de Comunicación, viendo la urgencia de que el próximo lunes van a derribar su casa, el primer paso será ofrecerle a la mujer una casa de acogida, aunque sería de manera transitoria.
Esto se debe a que el programa en el que ingresa especifica que es la beneficiaria quien debe localizar una vivienda y será el departamento quien le ayude con el pago de la renta. En este caso, además, una asociación intervendrá para ayudarla también con el abono de la fianza, buscando que su situación y la de sus hijos se pueda normalizar lo antes posible.
Sin embargo, el entorno cerca a Khadija comenta que ella no está dispuesta a salirse de su casa y sigue en el proceso de agotar todas las opciones antes de tener que dejar el que ha sido su hogar desde hace más de 17 años. “Ella no quiere dejar su casa”, insisten sus vecinos, ya que cree que una vez que abandone su casa “se va a quedar sola”.
Agradecen las atenciones que está teniendo Servicios Sociales, pero en primera instancia abogarán por mantener la vivienda y no tener que cambiarse de hogar. El día de hoy, acudirán de nuevo al juzgado, esta vez a interponer un amparo para evitar el derribo del inmueble.
El caso de Khadija no es aislado, desde 2014, 18 familias han sido desahuciadas de sus viviendas, siendo admitidas por este programa al que se han destinado 5.8 millones de euros para solventar los gastos de alquiler.
Aprovechando este caso, desde Servicios Sociales recuerdan que una de sus funciones es asesorar a las personas que se encuentran en la situación de Khadija, próximas a un desalojo y sin tener a dónde ir. Asimismo, este programa también se hace efectivo para familias, que por circustancias económicas precarias, no puedan hacer frente a los gastos del alquiler.
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