La Sociedad Española de Ornitología (SEO) de Ceuta y Septem Nostra-Ecologistas en Acción han solicitado por escrito al consejero de Medio Ambiente de la Ciudad la convocatoria urgente del Consejo Sectorial de Medio Ambiente. Un órgano que, como recuerdan las citadas entidades ecologistas en su escrito, no se reúne desde finales del año 2011, incumpliendo de este modo su régimen de funcionamiento que obliga a la celebración de dos sesiones ordinarias al año.
La razón para la solicitud de esta reunión de urgencia del Consejo Sectorial de Medio Ambiente tiene que ver con el anuncio hecho por miembros del Gobierno de la Ciudad sobre la construcción de un centro en Calamocarro para el alojamiento de los Menores No Acompañados (MENA). La parcela donde la Ciudad tiene intención de construir este centro estaría en la zona de transición B2 del espacio natural protegido por la Unión Europea como LIC/ZEPA Calamocarro-Benzú. Según la normativa comunitaria estas zonas de transición deben destinarse a una gestión orientada a la mejora ambiental, que contribuyan al mantenimiento de un estado de conservación favorable global del lugar “Calomacarro-Benzú”. Más concretamente, en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y de Gestión del Espacio Protegido Red Natura 2000 (LIC-ZEPA), aún en tramitación, se establece la prohibición de construcciones nuevas con destino residencial o de habitación. Las únicas instalaciones de uso público que se permiten en el área son aquellas relacionadas con usos recreativos (miradores, albergues, etcétera) para los cuales se deberán aprovechar en lo posible las instalaciones preexistentes, como algunos de los fuertes neomedievales, promoviéndose así su restauración y evitándose en cualquier caso, que su puesta en marcha signifique nuevos impactos ambientales en el área.
En términos generales, ambas entidades conservacionistas de Ceuta muestran su desacuerdo con la instalación de nuevas construcciones, de cualquier tipo, que se quieran ubicar en los valiosos, frágiles y escasos espacios naturales con los que cuenta la ciudad. Más si cabe cuando constituyen los primeros hitos para la progresiva desnaturalización y transformación del patrimonio natural ceutí.
La Ciudad tiene pensado ubicar módulos prefabricados para acoger, en el verano, a los MENA que ahora ocupan, de forma momentánea, el albergue de Hadú. Hasta allí fueron trasladados ante la orden de cierre del antiguo centro de ‘La Esperanza’ en San Antonio, que ahora permanece tapiado. Un solar abandonado desde hace años Desde que a principio del año 2000 se cerrara el antiguo campamento de Calamocarro, el solar que antiguamente lo ocupaba está abandonado. Hubo una propuesta de construir un albergue juvenil con dinero que aportaba el Estado que al final se perdió. Desde entonces nada se ha llevado a cabo en este lugar. Lo que se pretende ahora es ubicar en este entorno, cerca del reformatorio de Punta Blanca, una serie de módulos prefabricados construidos por una empresa de Navarra, que servirán para acoger a los MENA. Se pretende que la obra menor esté finalizada para posibilitar que en verano los menores marroquíes ahora en Hadú puedan ser trasladados a este lugar.