La asociación Septem Nostra-Ecologistas en Acción ha presentado un documento con alegaciones al Plan de General de Ordenación Urbana (PGOU)
aprobado inicialmente por el Pleno con más de 150 páginas en las que disecciona sus pegas a un documento “que pretende ser participativo, cuando ha sido aprobado en pleno mes de agosto y sin un previo proceso de participación y difusión; realista, cuando no hace ni una alusión al problema de la sobrepoblación y la superación de la capacidad de carga; flexible, cuando lo es siempre para los mismos; revitalizador, cuando incluye actuaciones que atenta contra la vida natural; equilibrador, cuando incrementa el desequilibrio entre lo construido y lo no construido en el ámbito urbano; e ilusionante, cuando no ha suscitado ni la más mínima reacción entre la ciudadanía”.
“Pretenden vendernos un documento”, señala en sus alegaciones, “ que en su tramitación ha tenido que ser profundamente retocado en un asunto clave como es la definición de las zonas de expansión urbana”. Septem Nostra se opone de forma “firme y categórica” a “cualquier intervención urbanística en el Hacho”, un espacio que quiere “libre de construcciones, incluyendo a sus proyectos de hoteles y balnearios en el Desnarigado”. “El Hacho”, razona, “es un bien común que bajo ningún concepto debe privatizarse para el lucro y disfrute de unos pocos”.
Para Septem Nostra “el objetivo básico de la planificación urbanística debe ser la tutela de cuanto queda de valor, calidad y recursos que la naturaleza y la historia otorgaron al territorio”, y en este sentido “se tienen que establecer alternativas de salvaguardia para que los restos más significativos del terreno queden sin edificar ‘sine die’, definiendo el valor de lo no construido en el ámbito urbano”.
“El concepto fundamental que barajamos”, defiende, “es que se puede proyectar el aumento de la calidad de vida del territorio sin recurrir a proyectos de expansión de las edificaciones existentes”. Es por ello que rechaza que “el PGOU contempla actuaciones en el Monte Hacho, en Huerta Solis, Sarchal norte y terrenos de la Ducar con graves impactos paisajísticos y ambientales”.
“De igual modo”, critica, “la construcción prevista en el entorno de los embalses del Renegado e Infierno [vulneran] las consideraciones incompatibles con lo que establece la Directiva Marco del Agua y la legislación española relativo a la protección y conservación del dominio público hidráulico”.
Para los conservacionistas “resulta criticable, incoherente y contradictoria la promoción de usos dotacionales y económicos en el Campo Exterior y Monte Hacho, cuando ambas zonas se encuentran afectadas por diversos grados de protección ecológica” porque “bajo el disfraz de un uso benévolo de lugares de interés paisajístico se pretende la utilización de una serie de hábitat de gran fragilidad para viabilizar ciertas inversiones económicas”.
Desde su punto de vista “un claro ejemplo es el proyecto de construir un Balneario en el Desnarigado que invade el espacio integrado en la Red Natura 2000 de la Unión Europea”. También denuncia que “e alude también a la construcción de un campo de golf sin tan siquiera especificar el lugar donde iría ubicado”, por lo que “resulta imposible hacer un juicio objetivo de su viabilidad medioambiental. “El simple anuncio de este proyecto”, denuncia, “despierta viejos fantasmas especulativos que ignoran las peculiaridades medioambientales de Ceuta”.
Las claves
Defensa
“Degradando el paisaje perdemos las raíces”
Para Septem Nostra “el paisaje actual de Ceuta es el resultado de la interacción de sus habitantes y su patrimonio natural desde los orígenes de la ocupación humana de nuestro territorio” y representa, por tanto, “la identidad de nuestro pueblo y el mecanismo más inmediato y próximo de afirmación identitaria”. Así, alerta de que “su degradación o pérdida supone socavar nuestras raíces culturales, dejándonos sin referentes con los que relacionar pasado y presente, además de condicionar nuestro futuro y el de las próximas generaciones”.
Consenso
“Hay que compatibilizar desarrollo y conservación”
Para la asociación es obvio que “entre todos tenemos que hacer un esfuerzo para compatibilizar el desarrollo urbanístico y la dotación de infraestructuras con la conservación de nuestros recursos patrimoniales que definen y dan personalidad a nuestro paisaje”.
Testigo
“Conocer y reconocer cómo hemos sido y somos”
“Si por algo merece salvaguardar el Monte Hacho de la especulación urbanística es por preservar la calidad de vida de los ceutíes y porque consideramos que este lugar es un elemento insustituible de nuestra identidad cultural”, resume la asociación.
Un espacio de “altísimo valor” que “sobrepasa lo local o nacional”
Para Septem Nostra el Monte Hacho es un espacio “de altísimo valor cultural que sobrepasa lo local o nacional, para considerarlo de interés internacional, un auténtico patrimonio de la humanidad, aunque no ostente este título por mandato de la UNESCO”. En ese sentido, recuerda que ha propuesto en repetidas ocasiones promover que sea declarado Parque Cultural, pero advierte que “nada de esto será posible si entre todos no se alcanza un consenso sobre la necesidad de promover la conservación de sus valores culturales y naturales, lo que conllevaría entre otras decisiones importantes considerarlo como zona no urbanizable de protección cultural y natural e invertir importantes cantidades de dinero en su restauración de sus recursos patrimoniales”.
El turismo en Ceuta ha sido tradicionalmente una de las principales fuentes de ingresos para…
El proyecto para descongestionar el tráfico en la carretera N-352 avanza. Los operarios siguen trabajando…
El Ministerio ha garantizado a Ceuta que percibirá la partida de 4,5 millones destinadas a…
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, comparecerá en el Congreso a petición propia para…
Trabajadores de la empresa Estructuras del Estrecho se han reunido en la tarde de este…
Durante los primeros 11 meses del año 2024 un total de 594 bebés nacieron en…