Septem Nostra considera que se puede estar ante un caso de “expolio del
patrimonio cultural” en Ceuta, después de las consentidas acciones en el entorno de la
Fortaleza del Hacho que han contado con el visto bueno de Defensa y de la propia Consejería de Medio Ambiente, tal y como ayer reconocía la Ciudad
antes de parar las obras como medida de prevención. La asociación ha trasladado ya formalmente el caso y ha solicitado a la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura la incoación de un expediente por posible expolio debido, argumenta, “a la intervención no autorizada en el entorno de la Fortaleza” así como “la adopción con urgencia de las medidas conducentes a evitar la expoliación del conjunto histórico”, expone y firma el presidente de dicha entidad, José Manuel Pérez Rivera, en la denuncia a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso El Faro de Ceuta.
El viernes pasado fue cuando saltaron las alarmas, al llegar a conocimiento de la asociación que se estaban haciendo movimientos de tierra usando una máquina excavadora en el tramo occidental del camino perimetral de la Fortaleza, inscrita en el registro de BIC con la categoría de conjunto histórico. “La acción de las máquinas, además de alterar de manera significativa el entorno natural y paisajístico del mencionado conjunto histórico, ha incluido la realización de una amplia serie de zanjas situadas a escasos metros de los lienzos de murallas de la Fortaleza”, explica Pérez Rivera. Lo que se tenía que haber hecho de forma manual, de acuerdo con el pliego, se llevó a cabo con máquina, con lo que las consecuencias son bien distintas en torno a un bien sobre cuya protección nada se ha hecho en años.
“A pesar de haber transcurrido casi veinticinco de la declaración del conjunto histórico de la fortaleza-ciudadela del Hacho, el Ayuntamiento de Ceuta todavía no ha cumplido con la obligación establecida en el artículo 20 de la Ley 16/85 del Patrimonio Histórico Español de redactar y aprobar un Plan Especial de Protección del área afectada por la declaración de este conjunto histórico. En el caso que nos ocupa de los movimientos de tierra en el entorno inmediato de la Fortaleza del Hacho, no se ha respetado el contenido del apartado 3 del artículo 20 que establece la obligación de una resolución favorable de la Administración previa al otorgamiento de licencias de obras. Tampoco se ha respetado el contenido del artículo 23, según el cual no podrán otorgarse licencias para la realización de obras que, conforme a lo previsto en la presente ley, requieran cualquier autorización administrativa hasta que esta haya sido concedida”, plasma en su denuncia el presidente de la asociación.
¿De quién es la competencia?
En cuanto a la competencia, sigue siendo del Estado toda aquella que tiene relación con las funciones respecto de los bienes que forman parte del patrimonio histórico español. Siendo la Fortaleza propiedad del Ministerio de Defensa, sería el de Cultura el que tiene el ejercicio de todas las competencias en torno a este conjunto histórico. “Pero al parecer, esta intervención no ha sido autorizada ni por el Ministerio de Cultura ni por la Consejería”, expone la asociación. De hecho las obras han sido paradas para que sean analizadas, ahora, por la Comisión de Patrimonio.
El Ministerio de Defensa ni siquiera ha contestado todavía a lo que está pasando, como tampoco la Comgeceu ha hecho una valoración al respecto.
“La actuación ejecutada por la Consejería de Medio Ambiente, con el propósito de renovar el sistema de iluminación ornamental de los lienzos de la Fortaleza del Hacho supone, desde nuestro punto de vista, una clara vulneración del artículo 21., apartado 3 de la ley 16/85. Este artículo establece que la conservación de los conjuntos históricos declarados Bienes de Interés Cultural comporta el mantenimiento de la estructura urbana y arquitectónica, así como de las características generales de su ambiente. Este mandato legal claramente se ha incumplido debido a las
graves alteraciones provocadas por la acción de las máquinas excavadoras en el entorno inmediato de la Fortaleza del Hacho. Los movimientos de tierra no sólo han afectado a la flora y fauna de esta zona sino que, además, y en lo que concierne al patrimonio cultural, han afectado a los niveles arqueológicos existentes junto a los lienzos de muralla sin que se haya realizado ningún tipo de seguimiento arqueológico. También habría que valorar la posible afectación de estos movimientos de tierra en el terreno sobre el que se asientan las murallas de la Fortaleza del Hacho”, insiste la asociación.
Septem Nostra se pregunta qué hace la Consejería de Medio Ambiente iluminando bienes que no son propios como este conjunto histórico, lamentando además la escasa preparación de quienes, en esta consejería, adoptan decisiones sin tener en cuenta las consecuencias gravísimas como ha sucedido en este asunto en cuestión. “Se requiere un mínimo de conocimientos de cuál es la normativa ambiental y patrimonial y, claramente, lo desconocen”, critica la asociación. “Esto debe servir para ampliar la cobertura de puestos técnicos en la consejería para que estas cosas no pasen, porque cualquier técnico con un mínimo de conocimiento en la normativa ambiental habría informado negativamente”, añade.
Las obras han afectado a reptiles e insectos
De entrada, las obras han afectado a reptiles e insectos, como la culebrilla ciega, que están pegados a la muralla y que han podido sufrir un daño. La asociación considera que lo sucedido, esta auténtica “barrabasada”, debe suponer un “antes y un después”, urgiendo a replantear la obra.
De entrada reclama que se tenía que haber retirado todo el lote de antiguas instalaciones de iluminación que hay en esa zona y en otros puntos y que todavía siguen. Labor que se debía haber ejecutado antes de nada como, también, haber hecho una consulta previa a la sociedad civil al objeto de ganar en mayor transparencia para que se sepa qué hacer en las zonas sensibles. “No tiene justificación que el consejero ni haya consultado previamente a Cultura, ni esta obra haya pasado por la Comisión de Patrimonio”, lamenta.
Septem Nostra exige además una mayor implicación del Ministerio de Cultura sobre los elementos de Defensa en los que tiene competencia, ya que con situaciones como la sucedida, lo que se demuestra es que se incurre en una omisión de su deber que es velar por los bienes adscritos a entidades ministeriales. Ni siquiera se ha desplazado a Ceuta un técnico del Ministerio para tutelar y controlar el patrimonio. En el caso de la Fortaleza no se han valorado las consecuencias que puede haber en cuanto a aparición de posibles grietas por haber trabajado a su lado de esta forma.