Se ha encargado de visitar todas las regiones donde Cruz Roja tiene presencia en España. En esta ocasión, con motivo de su 125 aniversario, Javier Senent, presidente de Cruz Roja Española, visita la delegación de Ceuta, para encontrarse con sus voluntarios y agradecerles el trabajo que están llevando a cabo con los colectivos más vulnerables. Reconoce a Ceuta como “la gran desconocida”, pero que sin embargo, lleva adelante 24 programas de carácter social y una ardua tarea con la atención de migrantes que llegan a la ciudad.
–Yo destacaría evidentemente y felicitar a Ceuta por los 125 años. Hace un par de años celebramos los 150 años de nuestra institución, desde el año 1864. Creo que ha seguido la línea que debe seguir una organización como la nuestra. Al final yo creo que debemos identificar claramente las necesidades que existen en la población y resolverlas.
–Hoy quizás nuestra mayor preocupación son las personas mayores, somos una sociedad bastante envejecida y a lo largo de los años vamos a ir a peor.
Por lo cual es un colectivo prioritario, hoy nos ocupa muchísimo, pero también jóvenes y migrantes. Es algo que no podemos obviar. Aquí en Ceuta nos llegan a través de la valla o a través de las pateras.
En el año 2017 hemos atendido a más de 2.500 personas y la evolución que seguimos con ellos es atenderlos en una primera llegada, el darles ropa de abrigo, alimentos, acompañarles en las gestiones que tengan que hacer con la policía y de ahí iniciar los procesos de evolución en cuanto a que aprendan el idioma, puedan expresarse mínimamente, porque les va a hacer falta.
Atender la parte legal, orientarles de sus derechos y obligaciones, así como los estatutos de refugiados. Nosotros no vamos a distinguir si es una persona legal, ilegal o alegal, nosotros actuamos con un mandato humanitario de nuestra organización y en función de las necesidades que tenga esa persona lo vamos a hacer.
Por eso quiero felicitar a todas esas personas que están en ese campo, lo tenemos aquí, lo tenemos en Andalucía. Hay noches en las que llegan dos o tres pateras, valorar ese trabajo que hace el voluntariado donde hay veces que se acuestan y a las dos horas se levantan para volver a trabajar, pero es nuestra condición y ese voluntariado hay que ponerlo en valor.
–Las relaciones yo creo que son excelentes. Nosotros tenemos claros unos principios y unos valores que son los mismos para las 192 sociedades nacionales.
Conflicto no tenemos en absoluto, la manera nuestra de trabajar, incluso, es de colaborar unas con otras. Cruz Roja Española se distingue y yo puedo asegurar que estaremos entre las tres sociedades nacionales más potentes del Mundo.
El trabajar en conjunto con Marruecos es habitual, son unas buenas relaciones y estamos en camino de tener una reunión, Cruz Roja Española y Media Luna Roja Marroquí, con el fin de estrechar relaciones y poder hacer trabajo en conjunto. No existe diferencia para nosotros dentro del movimiento, nosotros representamos unos mismos valores.
–En principio sería detectar los campos en los que podemos trabajar. Para nosotros no es solamente el apoyo en caso de operaciones, también trabajamos mucho el desarrollo institucional.
A todos los que estamos en el movimiento nos interesa que todos los miembros seamos fuertes, no dejar ninguno atrás.
Yo tengo verdadero interés en conocer al presidente de la Media Luna Roja Marroquí y él de conocerme a mí. Tendremos una reunión, evaluaremos en qué podemos colaborar y siempre pensando en mejorar la vida de las personas
–A mí me ha impresionado el trabajo que se está llevando a cabo en Ceuta. Es un poco la ‘gran desconocida’. Ese trabajo continuo, ese buen trabajo y es que están desarrollando 24 proyectos.
Tiene una actividad que en otros casos no la tienen en otras comunidades autónomas. Trabajan en todos los campos, trabajan francamente bien, están muy integrados en la sociedad y es importante para nosotros el que se reconozca nuestro trabajo y que se valore.
Me siento gratamente impresionado por la labor que se está realizando.
–Son casos preocupantes, es evidente, pero yo el acento lo pondría en que dentro, insisto, de la tolerancia cero absoluta y la denuncia absoluta, es importante, por un lado, que la gente sepa que las organizaciones en general y la nuestra en particular, tenemos unos métodos de control exhaustivos.
Tenemos una comisión nacional de denuncias, otro canal externo, cualquier persona puede usar ese canal para dirigirse y decir si considera que algo no es ético en nuestra organización.
Esos casos los tratamos de inmediato y nos preocupa y nos ocupa mucho, pero también es cierto que estamos hablando de una serie de casos, unas 50 personas, mientras que hay cientos de miles de voluntarias y voluntarios, de personal laboral, que atienden a más de 7 millones de personas.
Tolerancia cero a esos casos, pero el acento lo tenemos que poner en las personas que trabajan día con día en el voluntariado y en el resultado. Si mirásemos por porcentajes, es francamente pequeño. Vea la entrevista completa en elfarodeceuta.es
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