El pregón de la Semana Santa de Ceuta ha sido lo que ha protagonizado el acto programado el pasado jueves, como parte de las actividades para este segundo trimestre de la Casa de Ceuta en Cádiz.
Como siempre, la Casa, se esfuerza en hacerse eco de las fiestas, celebraciones, actos y demás actividades sociales, populares y tradicionales de su patria chica, en su afán de dar a conocer las mismas a los naturales de la zona, así como mantener en los ceutíes de aqueste lado del Estrecho ese recuerdo imborrable que llenó nuestra juventud con las vivencias acumuladas en nuestra ciudad natal, hacen que subsista ese lazo inmaterial que los une con ella.
En este caso, ha sido lo que les ha permitido ver y oír el pregón pronunciado el pasado domingo 7 de abril en el Teatro Auditorio del Revellín, gracias a la grabación efectuada y subida a internet por nuestro diario decano El Faro de Ceuta, donde el pregonero asignado para este año Juanfran Bautista, exaltó nuestra Semana de Pasión, proyectándose en la sala de exposiciones de esta asociación caballa, donde se ubicó un receptor de televisión y sillas dispuestas para que los asistentes en un número importante, que pudieron disfrutar de las sentidas frases en formato pregón del encargado por el Consejo este año de presentar al pueblo de Ceuta, esta efeméride de tan hondo significado para los creyentes, es decir, del capataz del Cristo de la Flagelación, Juan Francisco Bautista.
No vamos a repetir aquí lo expresado por el pregonero, de su pública declaración tanto de fé católica como de sentimiento cofrade en que se puede resumir lo que con tanta emoción supo decir a lo largo de su intervención este domingo de Pasión nuestro paisano Juan Francisco, sí señalar, en cambio, como sus palabras despertaron en los que lo oímos y vimos, sensaciones, sentimientos al parecer dormidos en la niebla producto del paso de los años, pero que un verbo vibrante como el del pregonero sabe despertar trasladándonos, como en aquella máquina del tiempo de H.G. Wells, a aquellos años de nuestra juventud en que la Semana de Pasión representaba no solo una festividad religiosa sino, milagros de la primavera, un resurgir que podríamos calificar de biológico.
Tras la terminación del vídeo, y todos muy satisfechos prorrumpieron en aplausos emotivos, despidiéndose unos de otros, dado que como cada año la sede permanece cerrada durante la Semana Santa hasta el Lunes de Pascua, en que se reanudan las actividades.