Colaboraciones

Semana Santa 2019 | El Señor de Ceuta: Jesús Cautivo y Rescatado Medinaceli

Siempre que me pongo en el ordenador, con objeto de aportar mi colaboración con nuestro querido “El Faro de Ceuta”, siempre intento dentro del tema a tratar, procurar informarme de los orígenes del asunto que quiero expresar. Y en esta ocasión, dentro de las grandes tradiciones que tenemos en nuestra ciudad, no cabe la menor duda, que una de ellas corresponde al fervor popular a nuestro Cristo de Medinaceli, conocido como “El Señor de Ceuta”. Pero nos vamos a trasladar en principio, al origen de esta devoción tan popular. Esta historia comienza con la conquista española de la fortaleza de “La Mámora, situada a 115 Km., al sur de Larache, y es el nombre que se le dio en España durante el siglo XVII a la actual ciudad marroquí de “Medhía”. Este enclave fue conquistado primeramente por los portugueses, cuando el rey Manuel I, después de enviar una misión de reconocimiento al estuario del río Sebú, lanzó una expedición de conquista con 200 embarcaciones y de 8.000 hombres, ocupando la población sin ninguna resistencia, el 24 de junio de 1.515. Una vez tomada la población comenzaron la construcción de un fuerte provisional como medio de defensa. Al principio de ese mismo año. Se produjo el temido ataque por tierra de los moros, que obligan a una retirada en desbandada el 10 de agosto de 1.515, con grandes pérdidas de hombres y material en las filas portuguesas. En 1.610, España ocupa la ciudad de Larache, situada más al norte y en agosto de 1.614 hace lo propio con La Mámora, por la flota española bajo el mando de Luís Fajardo, se convirtió en una fortaleza española. Desde 1.643 fue llamada también San Miguel de Ultramar. Dos años más tarde el Obispo de Cádiz Francisco Guerra, con permiso del rey, otorgó a los capuchinos de la provincia de Andalucía la tutela espiritual de este lugar. En su pequeño libro, el religioso polaco Andrés Witko, ha realizado una muy buena investigación de Jesús Nazareno Rescatado, en la que expresamos algunos de sus pasajes más interesantes. El 17 de diciembre de 1.645 a Mámora vinieron tres religiosos de aquella orden - P. Sebastián de Santa Fe. P. Juan de Vergara y Fr. Alonso de Antequera. Durante 36 años, los “capuchinos” fueron los únicos dispensadores de los Sacramentos en Mámora. Bajo su tutela se encontraba también el Hospital Real, y desde el año 1.646 un puesto misionero elegido por la Sagrada Congregación de la Propaganda de la Fe. Ante la destrucción de la Iglesia por una explosión, y ante no poder esperar los mil ducados, prometidos por el Rey para la reconstrucción del templo, los mismos religiosos comenzaron a buscar los medios financieros y los paramentos eclesiales en conventos de España. Gracias a sus gestiones, procedentes de otros conventos capuchinos, llegaron a poseer más de diez imágenes de santos que fueron traídas a Mámora junto con gran número de ornamentos de Iglesia. La figura de Jesús Nazareno quizás llegó a Mámora de la iglesia capuchina de Sevilla, precisamente para este templo en el año 1.665. Si es cierto, que la figura del Salvador llegó a Mámora del convento de Sevilla, pues este hecho debió tener lugar antes del año 1.667, cuando el capítulo general, celebrado en Roma, prohibió terminantemente a los religiosos de la provincia andaluza enviar a los puestos en África cualquier figura y mobiliario sin el consentimiento del Superior General. El 30 de abril de 1.681 la armada de ochenta mil soldados del rey de Fez, Muley Ismael, bajo el mando de Alí Benaudala, conquistó Mámora, donde habitaban 314 personas, de las cuales solo 160 eran capaces de luchar. El gobernador de Mámora, Juan Peñalosa y Estrada devolvió la ciudad a los moros y durante las negociaciones de la capitulación sólo expresó la condición de salvar la vida a los españoles. El rey de Fez consintió y además concedió la libertad de algunas personas, entre otras al gobernador y dos capuchinos – Andrés de la Rubia y Jerónimo de Baeza, quienes por aquel entonces, desempeñaban el servicio sacerdotal. Después de la entrada del ejército moro, no solo los soldados y todos los civiles fueron esclavizados, sino también se tomó posesión de las imágenes santas y la figura de Jesús Nazareno. Fueron llevados a Mequínez y como trofeo de guerra presentadas ante el rey Muley Ismael quien, como lo anotan los cronistas, no previno la profanación de las obras, y éstas fueron arrastradas por las calles. El P. Pedro de los Ángeles de la Orden de los Trinitarios descalzos que vivía en Mequínez para prestar ayuda espiritual a los esclavos cristiano se dirigió al soberano con la propuesta de rescatar a los cautivos e imágenes de los santos o canjearlas por los moros encarcelados en España. No obstante algunos historiadores dicen que el rescate fue con dinero, aunque lo que si se sabe es que el dinero sirvió para liberar a los cautivos. Muley aceptó la propuesta pero añadió la amenaza de que si el religioso no cumplía su promesa, sería quemado vivo. Los objetos solicitados fueron devueltos al trinitario, que los guardó en seguridad. Las imágenes entregadas a Pedro de los Ángeles fueron embaladas en seis cajones y a finales de 1.681. sin, oposición por parte de los moros, transportadas de Mequínez a Tetuán y desde allí a Ceuta, donde llegaron a principios de 1.682, siendo recibidos con alegría general de los habitantes. Las obras recuperadas se almacenaron en el convento trinitario y después de este acto se cantó un solemne Te Deum.

"No sabemos cuanto dinero fue pagado tanto por la imagen de Jesús Nazareno, como por las demás piezas"

No sabemos cuanto dinero fue pagado tanto por la imagen de Jesús Nazareno, como por las demás piezas. Según la Segunda relación del año 1.682 los moros opinaban que el precio era muy bajo y aunque los objetos fueron entregados, más tarde se reclamó devolver todavía quince musulmanes del cautiverio español como recompensa. De mediados del siglo XVIII data la leyenda de que la imagen debía de ser recatada por la cantidad de oro de su peso. Pero cuando fue colocada en la balanza bastó una moneda para pesar más que un enorme pedazo de madera. Todos los objetos recuperados fueron transportados de Ceuta a Gibraltar, y de allí a Sevilla finalizando su traslado a Madrid
Por fin, en agosto del año 1.682 los objetos llegaron al convento de los Trinitarios descalzos de Madrid. El general de la Orden, P. Antonio de la Concepción dispuso la celebración de un solemne Triduo como expiación por la profanación de las santas imágenes.. La imagen de “Jesús Nazareno” fue colocada en la parte superior del altar. Después del reparto de diversas imágenes, a personas y conventos trinitarios. La imagen de “Jesús Nazareno” era considerada la más valiosa y los mismos religiosos se quedaron con ella. Al principio fue colocada en un altar aparte de la Iglesia trinitaria en Madrid. Pero poco tiempo después, se inició la construcción de la capilla especial al lado del Evangelio para colocar esta venerada imagen. El duque de Medinaceli, Juan Francisco de la Cerda y Catalina de Aragón y Sandoval, ya en octubre de 1.686, regalaron un terreno para la adecuación, y tres años más tarde se llevó a cabo la traslación de la imagen y se inauguró el culto en la capilla por entonces terminada. Resultó enseguida demasiado pequeña y por eso en septiembre de 1.716 el duque de Medinaceli, Nicolás de Córdoba y la Cerda donó otro terreno para ampliarla. El resultado de la edificación fue un interior de la nave, cubierto de dos cúpulas, una en el cruce de la nave. El original de Jesús Nazareno Rescatado es una escultura en madera, de autor anónimo, proveniente de la segunda o tercera década del siglo XVII y hecha en un taller de Sevilla. Con frecuencia se la relaciona con la obra de Francisco Ocampo o, a veces, de Luís de la Peña. La imagen mide 173 centímetros; su cuerpo fue hecho de madera de pino, la cabeza y las manos de cedro. La imagen constituye una escultura completa y modelada conforme a las leyes de anatomía; con un especial tratamiento de las partes que cubre el vestido, es decir del rostro, las manos y los pies. El artista representó a Jesús de pie, con las manos atadas, con los ojos semicerrados, los labios entreabiertos y con una corta barba y bigote. La cabeza cubierta con pelo natural, sobre el cual se apoya la corona de espinas

El Señor de Ceuta

“Fray Cristóbal de San Felipe, testigo presencial escribe: La imagen de Jesús Nazareno que está en el altar colateral del Evangelio, fue fabricada en Córdoba por Fray Juan de la Concepción (Hermano Lego Mercedario), a quien se encomendó el P. Manuel de San Ambrosio, Vicario de este Colegio de Ceuta, que con la limosna que juntó hizo el pagamento de la “talla”. La imagen ceutí de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado Medinaceli. Y es que maniatado y coronado de espinas, con el escapulario de la Orden Trinitaria al cuello, la imagen del Cristo de Medinaceli, que data del siglo XVIII y como hemos indicado es obra de Fray Juan de la Concepción, puede conservar poco de su aspecto original tras varias restauraciones, pero éstas no han hecho mella en el fervor que, casi independientemente de la confesión o la Fe de los ceutíes, le brinda la ciudad entera. Llega a Ceuta el 1 de febrero del año 1.728. Siendo ubicado en el convento Trinitario, donde recibía culto y que al derrumbarse dicho convento, la imagen pasa al “Asilo Viejo” antiguamente “Casa de la Misericordia”. Cuyo modelo corresponde a la Casa de la Misericordia de Lisboa (1.498), no hay certeza en cuanto a fecha sobre la Casa de Ceuta, aunque se cita una provisión de fondos en 1.521. La vida de la Institución corre paralela al desarrollo de las Casas de Misericordia de Portugal hasta 1.640, en que Ceuta se incorpora a la Corona española (se encontraba en una zona de la popular Gran Vía) y, finalmente a su actual emplazamiento en la Iglesia de San Ildefonso, en la barriada del Príncipe. Dicho templo fue el primero que se construyó fuera de las murallas de la ciudad bendecido en el año 1.929 por el entonces Obispo de Cádiz y Administrador Apostólico de Ceuta, D. Marcial López Criado. La barriada Príncipe Alfonso era entonces un incipiente núcleo de población obrera, llegada desde diferentes puntos de la península, en especial andaluces, que requerían asistencia religiosa. Desde el primer momento, Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado caló en la devoción de los fieles, y al año siguiente ya sale en procesión, en la jornada del Viernes Santo, a petición de sus devotos. En el año 1.729, el P. Mnº Fran de Santamaría sabiendo que la devoción de Jesús querían ver a su Magestad en la calle el viernes, concediendo la licencia el Sr. Obispo D. Fr. Thomás del Valle, para sacar a Jesús Rescatado en procesión. Llevó en Estandarte el Teniente de Rey, D. Juan Álvarez.
El año 1.730 Viernes Santo siete de abril se hizo la 2ª vez esta procesión con mayor lucimiento asistiendo la Música y la Parroquia. En el año 1.731 Viernes Santo 23 de Marzo salió 3ª procesión llevando el Estandarte el Conde de Aranda, Grande de España.
El año 1.732 Viernes Santo 11 de Abril, salió la procesión llevando el Estandarte D. Pedro González, Sargento Mayor de la Plaza. El año 1.733 Viernes Santo 3 de Abril salió la procesión llevando el Estandarte D. Joseph Aramburu Theniente de Rey de la Plaza. El año 1.734 Viernes sale la procesión. En el año 1.735 Viernes Santo 8 de Abril salió la procesión por la tarde porque por la mañana lo impidió la mucho agua, llevando el Estandarte D. Pedro González, Sargento Mayor de esta Plaza. Continuando en 1.736 – 1737 – 1.738….. según recoge el Padre D. Alejandro Sevilla, en su libro de las Cofradías de Ceuta. El traslado del Señor de Ceuta es uno de los hitos más importantes de la Semana Santa, debido a la gran devoción que el Medinaceli tiene entre los ceutíes. D. Andrés Prados, Jefe del Servicio de Automovilismo del Ejército quedó impresionado por la imagen del Nazareno Cautivo, organizando desde 1.937 su procesión bajo el patrocinio del citado Servicio de Automovilismo. La imagen que fue realizada como hemos indicado por Fray Juan de la Concepción (1.728). Según lo escrito por Antonio de la Rosa, el 6 de Septiembre de 1.973 la talla sufre importantes daños a causa de un incendio. La maltrecha imagen fue llevada a Sevilla al taller de los sucesores de Castillo Lastrucci y después de analizar los importantes datos e intentar reconstruirla, se determinó que había que realizar una imagen completamente nueva intentando reproducir la talla desaparecida, sacando de punto lo que había quedado ayudándose de innumerables fotografías. Este trabajo corrió a cargo de José Pérez Delgado. Fue en 1.946 cuando verdaderamente se funda la Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de los Dolores. Además esta Cofradía tiene el privilegio de liberar un “recluso” al pasar en sus traslado, desde la Barriada del Príncipe a su Casa de Hermandad. Actualmente la salida procesional se realiza el lunes Santo.

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