Ceuta vive este martes su primera de las tres jornadas de Pruebas de Evaluación de Acceso a la Universidad (Pevau), lo que se ha conocido toda la vida como Selectividad y que este año hará la criba entre los 346 alumnos de la ciudad que se presentan. “¿Te has estudiado todas sus novelas?” o “¿caerá la Generación del 98?” eran algunas de las preguntas que se hacían los jóvenes nerviosos antes de la ‘llamada a filas’ a partir de las 7:30 horas, una hora antes del primer examen de Lengua Castellana y Literatura que ha dado comienzo a las 8:30.
Ambiente de nervios, de risas contagiosas y de típicos consejos que se repiten de generación en generación en esta experiencia que por mucho que cambie el nombre oficial no cambia su esencia. En el Campus de la UGR se daban cita los alumnos desde bien temprano, algunos o no han dormido o han madrugado mucho y ya estaban desde las seis como viene ocurriendo de año en año. En el horizonte, la nota de corte ansiada y una plaza en el Grado universitario que desean.
En esta sede de las facultades se examinarán 211 estudiantes que han acabado Segundo de Bachillerato y que proceden de los siguientes centros: ‘Luis de Camoens’, ‘Puertas del Campo’, ‘San Agustín’ y ‘Clara Campoamor’. Los otros 135 hacen la prueba en el Instituto ‘Siete Colinas’ y corresponden a los propios alumnos del centro, los del IES ‘Abyla’ y la Escuela de Arte de Ceuta.
“Ha sido una semana de estudio muy dura, todo el rato hincando codos y a ver lo que podemos hacer estos días”, ha señalado antes de entrar Gonzalo Barrera, alumno del ‘Luis de Camoens’, quien además ha añadido entre risas de sus amigas “como no salga bien no sé lo que voy a hacer”. Barrera quiere hacer Ciencias Ambientales, que no le piden mucha nota, pero igualmente no quiere confiarse.
También del mismo instituto, Marina García se mostraba “nerviosa” pero por la propia experiencia. “Creo que lo hemos preparado muy bien, así que los nervios son más por hacerlo que otra cosa”, ha afirmado además de apuntar que las asignaturas que le dan más respeto son las optativas de Biología y Química.
Otra compañera como Marina Coca, que quiere estudiar la carrera de Medicina, ha apuntado, por el contrario, estar “bastante tranquila porque no me he preparado un examen en mi vida como este”. Eso sí, aunque se ha mostrado con confianza y buena preparación, también guarda como segunda opción la de Biología por si no alcanza la nota de corte.
También relajada en la previa estaba Alba Borrás, proveniente del ‘Luis de Camoens’ y que estaba con bastante adelante a las puertas del Campus. “No estoy nerviosa porque lo llevo bien preparado y no tengo problema con estas cosas”, ha apuntado con seguridad en que la recompensa merecerá la pena a estas semanas de estudio que le permitirán estudiar Biología en Granada si alcanza la nota de corte de un 9,7.
Por su parte, Iñaki Infante Sánchez del ‘San Agustín’ tenía los nervios propios de la ocasión aunque también se ha mostrado consciente de que va bien preparado porque “son cosas que llevamos viendo todo el año”. Él aspira a tener una nota en torno a un diez para entrar en el Grado de Economía.
Con el Covid ya más controlado, el protocolo ha sido menos exigente que en los años precedentes y los exámenes se podrán realizar sin mascarillas, aunque se ha recomendado utilizarlas. No ha faltado, por otra parte, el habitual revuelo al inicio y desconcierto que es el que hace que los examinadores llamen con tiempo para el primer examen y que ninguna persona despistada se quede sin entrar a tiempo.
En el primer examen de Lengua y Literatura han caído ‘El árbol de la ciencia’ de Pío Baroja y un artículo periodístico de ‘La opinión de Málaga’ sobre las cabinas telefónicas. En el siguiente examen de Historia las opciones a a elegir han estado entre la dictadura de Primo de Rivera; la Guerra Colonial y crisis de 1898; la crisis de la Monarquía Borbónica desde La Guerra de la Independencia a la Constitución de 1812; y la creación del Estado franquista. La última prueba de este martes ha sido la de la Lengua Extranjera. Entre este miércoles y el jueves se desarrollarán las pruebas de las optativas.
El coordinador de la Universidad de Granada para la Pevau en Ceuta, Salvador Casares, ha señalado que todo ha transcurrido con normalidad y que se han presentado prácticamente todos los alumnos convocados a estas pruebas de asignaturas troncales. “Eso sí cada año llegan más pronto”, ha remarcado Casares sobre los estudiantes que cada año se muestran más madrugadores.
Tras la primera jornada nervios, mañana miércoles y pasado jueves ya se rebajará el estado de presión con los alumnos ya más asentados en esta Selectividad de cara a las pruebas de materias optativas. Las notas de esta Selectividad estarán disponibles el próximo jueves 23 de junio. Cabe recordar que los que sigan pendiente de algún aprobado en los exámenes de recuperación tendrán una oportunidad en la convocatoria extraordinaria de los días 12, 13 y 14 de julio.
Tiempo de descuento: estrés bajo control para la Selectividad
Desde que acabaran el curso en mayo, los alumnos se han tenido que organizar el tiempo lo mejor posible para llegar con todos los contenidos de las asignaturas más que repasados de cara a la Selectividad. “Lo llevo con un poco de nervios porque aquí te lo juegas todo”, expresa Javier Sánchez, estudiante del Bachillerato de Ciencias Tecnológicas en el IES Siete Colinas. Además, añade que “a las que más les he dedicado tiempo son a Lengua e Historia de España porque son de más teoría. El resto, con hacer un repaso, pues se recuerda todo perfecto”.
Sánchez ahora se presenta a tres días de pruebas, ya ha superado el primero y hoy comienza su segundo. Su objetivo es alcanzar una nota más que suficiente para estudiar el próximo curso el grado de Magisterio en Educación Primaria. “Aunque no piden mucha nota para entrar, quiero hacerla bien por si en un futuro cambio de carrera”, asegura.
En la misma línea se encuentra Jihane Ahmed Dib, alumna del Bachillerato de Humanidades en el IES Luis de Camoens, quien ha sentido esa presión de los últimos días previo a las pruebas. De todos modos, “confieso que tampoco estoy tan estresada porque lo tengo un poco bajo control” comenta.
Para Ahmed Dib, estos exámenes son unos más, aunque haya profesores que les haya dicho que estos determinarán su futuro más próximo. Por otro lado, los hay quienes les ha quitado hierro al asunto y explican que “en Bachillerato te puedes encontrar pruebas más difíciles”.
Ahmed Dib quiere estudiar Traducción e Interpretación, grado que no se encuentra en Ceuta, por lo que tendrá que marchar hasta la Península. Por el momento, ella cuenta con un 9’59 de media en estos dos años. “Pese a que tenga esta calificación, me debo esforzar mucho porque se me exige más de un 12 para entrar en lo que quiero”.
Estos adolescentes tienen la vista puesta en la nota de corte que deben alcanzar para continuar con los estudios universitarios. Días de sacrificio, muchas cuentas y algún que otro suspiro previo a los exámenes.