El
coronavirus y la mascarilla han marcado el inicio de la Prueba de Evaluación para el Acceso a la
Universidad (PEvAU) en Ceuta pues, además de que podría ser uno de los temas que se cuele entre los exámenes, desde bien temprano en las puertas del campus de la Universidad de Granada en nuestra ciudad se exigía a los estudiantes que cumpliesen las distancias de seguridad y medidas de higiene. La primera jornada de la Selectividad del coronavirus ha arrancado este martes en la ciudad con una cifra de récord, 385 alumnos, y un despliegue de medios inédito: dos sedes, más de 30 aulas, agentes de Protección Civil, Policía Local, voluntarios de Cruz Roja, y numerosos profesores y vigilantes. Todo para evitar las aglomeraciones. El primer gran reto presencial de la Educación ceutí de este extraño curso. El COVID-19 ha sido protagonista desde pasadas las 7 de la mañana en los accesos a las instalaciones de los exámenes. Los grupos de amigos, que llevan meses sin verse, se preguntaban cosas de última hora y se deseaban suerte, era inevitable, aunque Protección Civil les recordaba una y otra vez que debían guardar las distancias de seguridad. Antes de empezar, la estampa a las puertas del campus era muy distinta a la habitual: con geles hidroalcólicos y mascarillas, además de los apuntes en las manos para dar un último repaso a la materia, pero los nervios eran irremediables, aunque algunos estaban tranquilos y habían descansado bien. Samyneya Daryanai, una entre los cientos que harán la PEvAU este año en la ciudad, confesaba que tenía “muchos nervios porque ahora es el primer examen, pero ya una vez que hagamos los siguientes serán más relajados, comenta la estudiante de 2º de Bachillerato del Luis de Camoens. Tendrá que acudir al campus de la Universidad de Granada en Ceuta hoy para los exámenes de las tres troncales: Lengua, Historia e Inglés, el día 8 para las pruebas de Matemáticas de ciencias y el día 9 para Química, en las que espera obtener la máxima nota para estudiar Farmacia en la Universidad de Sevilla, cuya nota de corte es un 9,5. Aunque en un futuro le gustaría ser profesora de Química. Algo más tranquilo estaba Varún Agawala, estudiante 2º Bachillerato del Colegio San Agustín, que considera que estar relajado es mejor para enfrentarse a un examen así, “aunque si lo llevas bien preparado y has trabajado no vas a tener ningún problema”, además de dormir bien por lo que anoche se fue a dormir sobre las 22.00 horas. Este ceutí también quiere salir fuera a estudiar, concretamente Física en la Universidad Autónoma de Madrid, en la que le piden “un 12,73 o así, pero creo que llego porque tengo buena nota de Bachillerato”.
Este año los familiares también tenían prohibida la entrada al interior del campus. Sin más amuletos en la mano que un bolígrafo, una botella de agua, el DNI y su mascarilla, que para hacer el examen no era obligatoria, salvo que tuviesen que preguntar alguna duda. Una decisión que los alumnos han valorado positivamente porque “hace mucho calor, somos muchos algunos con la presión y es una ayuda la verdad que podamos estar sin mascarilla”, explicaba Samyneya Daryanai. Solamente durante los exámenes los estudiantes podrán quitarse las mascarillas, pues habrá una distancia de 1,5 metros entre ellos a la hora de ocupar las aulas, pero durante los llamamientos, que han sido de 7.30 a 8.30, debían tenerlas puestas. Unos llamamientos que este año, a diferencia de los anteriores, se han organizado por apellidos en intervalos de 10 o 15 minutos también para evitar aglomeraciones. La ventaja es que no tendrán que jugarse su futuro a una sola carta porque el diseño que ha acordado la comisión que gestiona la Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PEvAU) de la Junta de Andalucía les dará la opción de responder las preguntas que escojan. Una solución que han recibido con agrado. “Me parece justo porque la mayoría hemos dado la mayoría del temario, pero gente que no tenía recursos no ha tenido la oportunidad de hacer todo”, comentaba Varún Agawala. En este sentido, coincidía Omar Abdela, alumno del IES Clara Campoamor, quien ha destacado que “este año por la situación sanitaria que hemos pasado la Selectividad va a ser más fácil porque nos dan más opciones que otros años y eso da más oportunidades de poder aprobar”. El ceutí, que estaba un poco nervioso, quiere estudiar Enfermería en la Universidad de Granada, cuya nota de corte es un 8, pero “sí no me da la nota valoraré otras opciones”. Aunque, algunos alumnos reconocen que no ha sido fácil estudiar confinados frente a la pantalla de un ordenador para unas pruebas que decidirán si podrán entrar o no en la carrera que desean, mientras a otros les ha servido para concentrarse mejor. “Ha sido un poco duro porque no es lo mismo que te expliquen en clase que online, te surgen más dudas, pero lo hemos ido llevando”, relataba Samyneya, mientras que Varún confesaba que lo ha llevado “tranquilo” porque le gusta estudiar solo y “todo este tiempo me ha servido para fijar ideas y organizarme mejor”. El COVID-19, a pesar de todo, no estaba entre las preocupaciones de los estudiantes de la PEvAU, pero sí la han sentido días atrás como una amenaza de que pudiera dejarles sin hacer los exámenes. Hoy tendrán por delante las pruebas de Lengua y Literatura, Historia de España e Inglés, mientras que las optativas continuarán mañana miércoles y el jueves. Pero ya solo piensan en entregar el examen y disfrutar de su merecido verano.