El sector hotelero ceutí prevé un “leve incremento” en la ocupación para la presente temporada estival que se estima en un 80%, según los datos que se barajan hasta la primera quincena del presente mes. Con ello, se consolida el aumento del 5% experimentado durante el mismo período del 2017 y el verano comienza a posicionarse como una época clave para el sector, principalmente en lo que se refiere al turismo de ocio, cuya presencia durante el resto del año queda reservada a los fines de semana.
La festividad del cordero ha sido la determinante para ese previsible aumento, agregan desde el sector. Así agosto se perfila como el mes decisivo para alcanzar los datos estipulados que, con lo reservado hasta ahora se sitúa en un 70%. “Durante ese mes esperamos llegar hasta el 90%”, añaden desde el Parador ‘La Muralla’. En este sentido la Feria volverá a despuntar las cifras como cada año. “Estamos al 100% para esas fechas desde hace un año”, apuntan en el Hotel ‘Puerta de África’. Pues, las Fiestas Patronales se presenta como el único período anual en el que la presencia del turista peninsular genera un repunte. “La mayoría proceden de las Casas Regionales que, en el instante en que se anuncian las fechas del próximo año llaman para reservar”, agregan.
Por su parte el resto de la temporada, tanto la cubierta hasta ahora como la quincena que acaba de iniciarse, no experimenta cambio alguno con respecto al período del pasado año, pese a una bajada del 10% durante el mes de junio. En este sentido la ocupación de julio se sitúa, aproximadamente, en el 70%.
Sin embargo el mayor hándicap al que continúan enfrentándose los hoteles es la estancia media de su huéspedes que no excede de los dos días, el fin de semana, salvo en fechas clave de eventos. “Es muy extraña la presencia de turistas peninsulares que elijan a Ceuta como destino vacacional salvo excepciones de clientes asiduos y fieles”, explican desde el ‘Puerta de África’.
Así, el turista marroquí se mantiene como el principal grueso que elige a Ceuta como destino de ocio, pese al declive que ha experimentado en el último año. “La frontera ha mermado la presencia de turistas de Marruecos, de hecho muchos de los que proceden de Marrakech o Rabat llaman pidiendo que solucionemos el problema porque no pueden arriesgarse, después de un largo viaje, a retenciones de varias horas”, manifiestan. Sin embargo, parece ser que esa parcela comienza a ocuparse discretamente con huéspedes procedentes de la península, dicen desde el sector.