Las bodas volverán, pero no lo harán tal y como las imaginamos. Serán muy diferentes y eso significa que el sector cambiará. Los novios querrán seguir celebrando su gran día, pero los profesionales del sector tendrán que adaptarse a las nuevas condiciones y restricciones.
No habrá el doble de bodas en 2021, pero casi. Se juntarán las que se han pospuesto este 2020 y las que ya estaban contratadas para la próxima temporada. Las parejas se seguirán prometiendo, pero no habrá demasiadas fechas libres.
Sin embargo, la agenda ahora está casi vacía. Son pocos los que se han animado a casarse este año y eso ha dejado huella en un sector que movía al año miles de euros en la ciudad entre gastos directos e indirectos.
Ante todo este panorama de incertidumbre y pérdidas económicas, la
Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) alerta de la “situación límite” en la que se encuentra el sector debido a la pandemia, ya que, a diferencia de otros, el mercado de bodas y eventos “es binario, o se hacen o no se hacen, no hay otra alternativa”.
Son muchos los sectores, por no decir todos, lo que se están viendo afectados por este “golpe” a la economía que ha trastocado todo, pero cuentan “con alternativas”. En este sector “ninguna empresa ha reducido un poco sus bodas y eventos, sino que los han tenido que cancelar la mayoría”. Por ello, piden a la Ciudad medidas para estas empresas afectadas por la desaparición de estas celebraciones y que no se sigan restringiendo más este tipo de eventos.
“Está todo prácticamente paralizado y sin actividad porque estos establecimientos de hostelería que se dedican única y exclusivamente a eventos y grandes celebraciones como las bodas está prácticamente en la ruina, así como todos aquellos servicios más especializados y que giran en torno al mundo de las bodas están totalmente parados”, insiste para
El Faro de Ceuta, el secretario general de la Confederación de Empresarios de Ceuta, Antonio Ramírez.
Algunas de las medidas han caído como un mazazo especialmente sobre quienes habían pospuesto su enlace matrimonial a otoño. Pensaban que la pandemia estaría superada y ahora se encuentran con que en la ceremonia sus invitados no podrán ser más de 20 personas en el interior y 25 en el exterior y, lo que es casi peor, tampoco pueden superar el aforo máximo en el lugar donde se celebre el banquete en el que ya no hay barra libre, porque el consumo de comida y bebida es exclusivamente en mesa, con los comensales sentados, y no se permite el baile.
En este sentido, recuerdan que, mientras que en los bares las personas pueden llegar a tener contacto con desconocidos, en las bodas los asistentes son familiares y amigos cercanos que tienen relaciones sociales, incluso fuera del ámbito de la boda.
Un sector cuyas pérdidas son más dramáticas que las de la
hostelería en general, que “serían de un 40 o 50 por ciento”, que se enfrenta a una situación “muy complicada” y que también reclama la prórroga de las ayudas del ‘Ceuta resiste’ para justamente eso: “seguir sobreviviendo y manteniendo el empleo en Ceuta”.
Un sector que debe reinventarse y que no ha tenido positivos
La gran mayoría de las empresas que se dedica a la organización y celebración de bodas son pequeñas empresas o profesionales autónomos, como chefs, sonido e iluminación, planificadores, catering, maquilladores, fotógrafos y videógrafos, entre muchos otros. En general, todos los profesionales del sector bodas tendrán que modificar sus paquetes y tarifas, bajar precios, reducir gastos, cambiar mínimos, bajar horas de dedicación por cliente o generar nuevos equipos. Tendrán que seguir haciendo números y solo los que hagan los números bien, bajen gastos y sean capaces de generar sinergias con la competencia, seguirán adelante. Lo cierto es que el futuro de las bodas no será el mismo.