Cómo se vive un día en el CAMINO

Después de una noche de descanso, amanece un nuevo día que recibimos con ilusión y ansiedad. Aún no ha salido el sol, pero nos preparamos para esta nueva jornada y con la necesidad de saber que nos deparará este nuevo día.

Primero un desayuno completo que nos de las energías suficientes para la marcha, después ver como se presenta el día, sol, calor, lluvia, frio o quizás una mezcla de todo. Es importante porque debemos adaptar nuestra vestimenta y contenido de la mochila a esta primera impresión.

Una vez preparados y ya en la puerta de nuestro alojamiento, nos reunimos con una sonrisa e iniciamos el CAMINO de este día.

Lo habitual es que la marcha empiece en un clima de alegría, risas y bromas, esto no debe sorprendernos, es una de las consecuencias de hacer el CAMINO DE SANTIAGO.

A los cinco kilómetros, tu estado físico, el clima, la conversación iniciada, tus pensamientos o cualquier otro factor, harán el diseño de la etapa de este día. Si estás cansado o estás pletórico, puedes ir delante o detrás, si llueve, deberás andar con el capote y la capucha que te oculta y muy pendiente del suelo, charcos o piedras, si esto ocurre te aíslas y centras tus pensamientos en los tuyos propios, todos los factores influirán en como se desarrolla este día.

Pero nada de lo que ocurre alrededor podrá quitarnos la sonrisa y el buen humor, ni al cruzarnos con otros peregrinos, desearles o mejor, desearnos un “Buen día” y un “buen camino”.

Es frecuente que a lo largo de la etapa, vuestro grupo se distancie y nunca serán los mismos, ni los primeros ni los que formen cada fracción, influirán todos los factores que hemos comentado antes; cansancio, conversación, o los atractivos paisajes por los que pasemos.

Pero siempre, al finalizar la etapa, nos volvemos a reunir para comer juntos ya que este momento es muy importante, durante una agradable comida vamos a intercambiar las experiencias, valorar las vistas, los peregrinos conocidos o nuestros pensamientos del día.

Pero a veces, si hemos sido lentos, deberemos ser rigurosos y prudentes en la comida porque al terminar reiniciaremos el Camino para terminar la etapa.