Los datos que se han conocido respecto a la evolución del desempleo y de las afiliaciones a la Seguridad Social durante el mes de abril de 2020, un mes después de haber declarado el estado de alarma y llevado a cabo la paralización de gran parte de la actividad económica del país, aunque siguen siendo negativos, no lo son tanto como los que conocimos en marzo de 2020.
Para contribuir al debate de la forma más técnica posible, en el mes de marzo iniciábamos un estudio de predicción, que vamos a continuar, conforme vayamos conociendo nuevos datos de la serie histórica de desempleo y de afiliaciones a la Seguridad Social. Para ello, venimos utilizado técnicas econométricas de modelización y predicción de series estadísticas, llevando a cabo varias estimaciones distintas. Una, se hizo con los datos hasta el mes de febrero de 2020, previo al inicio de la crisis del COVID 19. Las siguientes se están haciendo, incorporando los datos de desempleo de meses sucesivos. La idea y el objetivo era separar la evolución económica en la que estábamos inmersos, de lo que estamos viviendo en la actualidad a consecuencia de un factor externo, desconocido e incontrolable.
Lo que dicen los nuevos datos conocidos es que se modera la destrucción de empleo en abril. Lo dicen los datos y también lo expresan los gabinetes económicos de los sindicatos mayoritarios. Así, el paro registrado sufre una subida mensual algo inferior a la del mes anterior, lo que supone un incremento del 7,97% (9,3% de marzo). Por sectores, destacaría la industria, seguido de los servicios y de la construcción, en comparación con el mes anterior. A los 3,83 millones de personas en paro se le han de añadir otros 250.645 demandantes de empleo no ocupados. Se produce un incremento muy fuerte entre la población ocupada demandante de empleo, que sube a 3,1 millones, debido a que ahí se ubican los millones de afectados por ERTE.
Si ahora analizamos el total de afiliados a la Seguridad Social, se observa que, mientras de febrero a marzo, cuando comenzó el confinamiento, el descenso de afiliación a la Seguridad Social superó los 800.000, de marzo a abril no ha llegado a 50.000. No obstante, los 18.396.362 afiliados totales del mes de abril es un dato bastante malo, pues si se observa la serie histórica, el mes de abril es un mes en el que tradicionalmente se produce una fuerte creación de empleo por el efecto de la semana santa y el inicio de la temporada alta en el turismo y la hostelería. Estos datos nos estarían mostrando la crisis económica ocasionada por el COVID-19 en toda su crudeza.
Sin embargo, los apenas 50.000 puestos de trabajo destruidos (la mayoría en Régimen General) ha sido mucho menor que en marzo, lo que nos indicaría que el mecanismo de los ERTE y la prohibición de los despidos por causa del Covid-19, han frenado la destrucción de empleo en abril. Todo esto se empieza a detectar, en parte, en las predicciones que hacemos de las series de desempleo.
Las predicciones que hicimos de la evolución del desempleo en España, incluyendo en los modelos los datos históricos mensuales desde enero de 2001 hasta febrero de 2020 nos indicaban que se producía claramente un moderado descenso en la predicción del total de desempleados a partir de abril de 2020, que se hacía más intenso en el sector servicios y la construcción, y también, aunque de forma más moderada en la industria, manteniéndose estable la agricultura. Cuando se incluyeron los datos de marzo de 2020, es decir, los producidos en plena crisis del COVID 19, se observaba claramente un cambio en las predicciones. Así, aunque se seguía manteniendo un moderado descenso en la predicción del total de desempleados a partir de abril de 2020, sin embargo, en la industria y, en mayor medida, en los servicios, el incremento del desempleo previsto por los modelos era notable. La agricultura se mantenía excepcionalmente con unas previsiones de desempleo descendentes, lo cual, como decíamos en el artículo anterior, era lógico, por ser un sector esencial para mantener abastecida a la población durante el confinamiento. Algo parecido sucedía con el sector de la construcción.
Las nuevas predicciones realizadas, tras incorporar los datos de abril de 2020, nos indican que la serie de desempleo parece que tiende a su estabilización y a mantenerse en valores cercanos a los que se produjeron en marzo de 2020, cuando comenzó el confinamiento y se pusieron en marcha las primeras medidas de choque del gobierno de España. Al parecer, tanto los modelos predictivos, como las opiniones de las fuerzas sociales, parecen coincidir en que se modera la destrucción de empleo en abril. La causa, según todas las opiniones, es que el mecanismo de los ERTE y la prohibición de los despidos por causa del Covid-19, han frenado la destrucción de empleo en abril, y probablemente continúe así en los próximos meses. Al menos, es lo que los modelos predictivos nos indican. Es lo que se observa en la gráfica que se inserta a continuación.
Anteriormente se indicaba que en este mes se moderaba la destrucción de empleo respecto al mes anterior. De hecho, en las afiliaciones a la Seguridad Social, solo había una ligera disminución de unas 50.000 personas. Esta tendencia real, es la que ha sido captada por nuestro modelo. De hecho, en la predicción por sectores a lo largo de los cuatro meses siguientes, que son los más fiables, se mantiene la situación casi estable respecto a los datos publicados por el Ministerio a nivel general. Incluso se baja el desempleo en el sector de la agricultura, se sube algo, pero de forma muy ligera en la industria y la construcción, y el sector servicios tiene un comportamiento irregular.
En nuestro anterior artículo decíamos que lo más probable sería que los modelos estadísticos que se elaborasen con datos más actualizados nos volverían a situar en una senda de descenso del desempleo, parecida a lo que predecían con los datos anteriores a la crisis. Y, aunque de forma muy moderada, y manteniendo todas las precauciones técnicas necesarias, parece que se va vislumbrando una tenue luz que nos conduce por la senda de la esperanza.