Castores, manada, scouts, escultas y roberts... Todas las secciones de los Scouts de Ceuta se han reunido esta mañana en lo que para ellos es uno de los escenarios más emblemáticos para el escultismo ceutí: el parque de San Amaro, donde los scouts ceutíes ya se reunían desde 1915. Allí, y con la presencia del presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y el consejero de Servicios Urbanos y Patrimonio Natural, Yamal Dris, han dado comienzo a la denominada ‘Ronda solar’ o el conjunto de actividades que se acometerán a lo largo de este año.
Hace seis años que los Scouts de Ceuta recuperaron este emblemático lugar para el inicio de sus actividades cada temporada y, en esta ocasión, el acto ha coincidido con el reconocimiento a Antonio Puchol y Sonsoles Cubillo, quienes han recibido la insignia de madera la cual “representa la constancia y las ganas de prepararse para dar más calidad en la educación en valores de los scouts, No dejamos de aprender e intentar enseñar para convertirlos en ciudadanos comprometidos con su entorno, su ciudad y su sociedad”. Con estas palabras, el presidente de Scouts Ceuta, Jesús Martín, iniciaba un acto en el que también recordó la “labor totalmente altruista que nos reconforta sobre todo cuando vemos que el escultismo sigue dejando huella”.
La “magia” del movimiento, continuó Martín, es que “no hay nadie más que nadie” y por ello impulsan la educación en el “ámbito de la igualdad, uno de nuestros objetivos prioritarios”.
Martín hizo entrega a los dos scouts de la insignia de madera que representa el programa de formación para el liderazgo en el escultimo, la cual tuvo lugar por primera vez en septiembre de 1919 en ‘Gilwell park’, cumpliéndose este mes su primer centenario.
“Hay quién se pregunta cómo se puede seguir siendo scout con 40 años y es difícil de explicar porque ser scout es un sentimiento muy especial”, comentó Antonio Puchol tras recibir la insignia de madera. “Se trata de educar a buenas personas y es vivir todos los días pensando en tu grupo y cómo puede hacer para mejorar tu ciudad y sociedad”.
La segunda de las homenajeadas, Sonsoles Cubillo, ha resaltado la importancia de la formación y animó a sus compañeros a continuar en esta línea “porque tenemos un tesoro que son todos esos chiquillos y con ellos estamos viviendo una aventura y creando un mundo mejor”.
El presidente Vivas alabó esta tradición centenaria que vivió un periodo de crisis en el que corrió riesgo incluso de desaparecer en Ceuta, pero que “gracias a personas como Jesús se mantiene viva en la ciudad”.
Resaltó el mensaje de que los scouts lanzan a un mundo “que está amenazado por el materialismo y la negación de algunos valores importantes y tiene mucho mérito que haya personas que sacrifiquen su tiempo y el de su familia para educar y cultivar en los jóvenes los valores del encuentro, la humildad, la libertad, el aprecio por uno mismo y por los demás, la concordia, convivencia o protección del medio ambiente”.