Las consejerías de Sanidad de las distintas comunidades autónomas gestionan en torno al 60% del presupuesto autonómico y el Sistema Nacional de Salud es uno de los principales empleadores del Estado con más de un millón de trabajadores. Estos datos avalan, por sí solos, la necesidad de contar con un Ministerio de Sanidad “fuerte”. Una subsecretaría o una dirección general no tendrían capacidad, en opinión de SATSE, “para imponer unas directrices claras que cohesionen el SNS e impidan la existencia de 18 sanidades distintas”.
“La existencia del Ministerio de Sanidad, independiente del resto de carteras ministeriales, es esencial, explica Emilio Barrientos, secretario general del sindicato de Enfermería en Ceuta y portavoz de esta organización, si queremos un Sistema Sanitario modélico, único y cohesionado con una autoridad administrativa que pueda coordinar, en condiciones de igualdad, a los 17 consejeros autonómicos y a los responsables de Ceuta y Melilla”.
La desaparición de Sanidad como Ministerio independiente daría lugar a que el Consejo Interterritorial de Sanidad, el órgano que cohesiona la atención sanitaria de todo el Estado, dejaría de tener la capacidad coordinadora que se le presupone al carecer de una figura, la del ministro de Sanidad, capaz de hacer prevalecer el interés general sobre el regional. “Además e producirían graves discrepancias entre comunidades con grandes presupuestos sobre los que manejan otros más modestos ya que las primeras querrían hacer prevalecer sus intereses al no existir una figura con autoridad estatal de peso”, añade.
La salud debe ser una razón de Estado. Al menos así lo ha señalado en numerosas ocasiones responsables del Partido Popular que afirman en su programa electoral que “queremos un modelo sanitario con todas sus capacidades orientadas a prevenir y resolver los problemas de salud”. Capacidades que se verían seriamente mermadas si carecemos de los instrumentos de coordinación y cohesión. Esta ausencia, indican desde SATSE, promovería, además, graves desigualdades y desequilibrios territoriales.
“Si de verdad el Partido Popular quiere priorizar en su acción política los tema sanitarios, debe concretarlo en un Ministerio de Sanidad fuerte y diferenciado ya que, de lo contrario, estaríamos hablando de 18 sanidades y no de un Sistema Nacional de Salud”, añade Barrientos.