El sindicato insta a “priorizar” el empleo del colectivo y estima que en el Hospital faltan 20 efectivos.
España se mantiene un año más a la cola de Europa en número de enfermeros por habitante, según concluye el informe Health at a Glance 2014, realizado por la OECD y la Unión Europea, el cual también refleja un descenso de estos profesionales en 2012.
La secretaria autonómica de SATSE en Ceuta, Elisabeth Muñoz, consideró que es una ocasión única para que el nuevo ministro retome este déficit en enfermeras con “celeridad”, comenzando a “adecuar” el número de enfermeras que se necesitan en el territorio Ingesa (Ceuta y Melilla), las dos únicas ciudades que no tienen transferidas las competencias en materia de Sanidad. “De esta forma pondría de manifiesto su verdadera intención de adecuar las ratios de enfermeras a la media de Europa, dando ejemplo al resto de las comunidades autónomas.
SATSE ya denunció públicamente la existencia de más de veinte puestos de enfermería sin cubrir en el Hospital Universitario de Ceuta lo que, “sumado a la atención que nuestras enfermeras y enfermeros dan a la población flotante e itinerante en Ceuta, hace que, una vez más, si España se mantiene a la cola de Europa; Ceuta se mantenga a la cola de España”.
El informe Health at a Glance 2014 expone distintos indicadores sanitarios de España y los compara con los de los 27 países restantes de la Unión Europea, entre ellos, el número de profesionales médicos y enfermeros en 2012. Así, señala que, mientras que en el caso de los médicos se mantiene el mismo porcentaje, en lo que respecta a la enfermería desciende del 5,5 por ciento al 5,2 por ciento por 1.000 habitantes.
Para SATSE, estos datos demuestran que los principales profesionales sanitarios que han resultado víctimas de los recortes realizados en materia de recursos humanos en momentos de crisis, como fue 2012, han sido las enfermeras.
Al respecto, recordó que un reciente estudio publicado por la revista The Lancet refleja que los pacientes tienen más riesgos de fallecer después de pasar por procesos quirúrgicos si están ingresados en hospitales donde las enfermeras asumen una gran carga de trabajo y hay menos personal. En concreto, afirmó que por cada paciente extra que se añade a la carga de trabajo de un enfermero las posibilidades de que un paciente muera en el mes posterior a la cirugía se incrementan un siete por ciento.